En julio de 2010, hace 9 años, publiqué el siguiente artículo que hoy sigue teniendo vigencia. Estaba en su apogeo el gobierno de Felipe Calderón, y se vivía una gran descomposición en el combate a la delincuencia organizada. En Baja California la oposición había construido importantes consensos y en la elección intermedia local de ese año se avizoraba un cambio de rumbo político que puso a temblar al PAN, el más importante desde la gran derrota priísta de 1989. Era la gran aduana en ruta a la siguiente elección estatal de 2013 y ya había hecho algunas publicaciones al respecto. Va, pues, la transcripción referida:

“Concluía el artículo anterior: Este domingo se patentizará en el país el comienzo de una ruta diferente, porque es indudable que como estamos no se puede seguir. Tiene que comenzar a ponerse orden en el país porque faltan, aún, más de dos largos años para seguir soportando tanta calamidad. En esa ruta, lo primero es tomar decisiones inteligentes, urgentes e impostergables, por el bien de la nación, porque el miedo prevalece, y la incertidumbre y zozobra también. Y no se ve, hasta ahora, para cuándo tenga fin”.

“La pronta respuesta fue demoledora.”

“La jornada electoral del domingo marca el principio del camino -que debe ser corto-, para retomar el rumbo perdido, en donde los alcaldes y diputados electos tendrán mucho qué hacer para avanzar de frente hacia un futuro mejor. Dentro de las múltiples tareas del Congreso local que iniciará el próximo octubre -de mayoría priísta-, una profunda reforma en seguridad y justicia es impostergable tanto para erradicar la enorme impunidad que lastima y agravia al ciudadano, como para evitar que las instituciones responsables de proveerla se sigan desbarrancando en el abismo de la mediocridad y de la ineficiencia.”

“El ajuste de cuentas fue impactante y atroz para quienes han hecho del empleo gubernamental su forma de vida, pero era previsible por el hartazgo de las ineficacias oficiales, por la mediocridad de su desempeño, por la soberbia de ignorar al ciudadano que puntualiza de diversas formas y en diversos foros que las cosas no están bien en múltiples rubros, y que propone cómo corregir y mejorar.”

“El reto ahora es enorme, porque la desesperanza ciudadana también lo es y, ante ello, los favorecidos con el voto deben responder a la altura de las expectativas, de la confianza depositada en ellos, de la fe y esperanza en el futuro. La ruta al 2012 apenas comienza -al 2013 también- y se debe aprender de las lecciones del pasado reciente para actuar con madurez, con mesura, con capacidad, para servir y no para servirse, pero sobre todo con honestidad si no se quiere acabar -otra vez- en el desprecio de los electores.”

“Un problema que pronto se avecina es la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia penal a iniciar el próximo agosto en Mexicali, puesto que se ha soslayado que de seguir como está, la incidencia delictiva se incrementará en automático casi al doble.”

“En efecto, el pasado abril escribí: “Ahora, el retraso para agosto debe permitir la revaloración de estas disposiciones en el código aplazado, y corregir a tiempo lo que se ve venir -el aumento en los índices delictivos-… Pero con independencia de ello, los diputados, actuando en conciencia -y con asesoría, claro-, deben rectificar el catálogo de delitos graves y varias cosas más; el gobernador, por su parte, debe sujetar su reflexión a como seguramente lo hará en su vida privada: escuchar consejo legal -cuidando de quién lo da, claro- para tomar la mejor decisión. Continuar igual significa poner en riesgo mayor la seguridad de los bajacalifornianos. Es preferible poner los puntos sobre las íes a tiempo, a tapar el pozo después, o comenzar a revertir disposiciones tardíamente -como lo ha comenzado a hacer Chihuahua- posterior al daño causado” …

“No obstante lo delicado del tema -sin que el gobernador ni el Congreso actual hayan hecho algo aún-, se persiste en la intención de subirse a la disposición constitucional de los juicios orales sin anteponer la seguridad ciudadana, y es algo que se debe contener antes de que se cause mayor daño, puesto que no solo habrán de ingresar menos pillos a prisión -de por sí-, sino que muchos de los que allí están habrán de salir al iniciar la vigencia, dado que el fin ulterior de la medida es encarcelar menos y descongestionar prisiones. Y esto es algo que nada tiene que ver ni con la celeridad y transparencia de los procesos, ni con una nueva forma de impartir justicia.”

“Debe partirse de la base de que el desarrollo del juicio oral es, solamente, la parte media del sistema penal en su conjunto que inicia -en términos generales- con la comisión de un delito, y concluye con la declaración de culpabilidad de un sujeto que puede llevarlo -o no- a prisión; y en ese orden de ideas, el código de procedimientos penales que iniciará su vigencia debe ser revisado y corregido. Pero no solo eso.”

“Un aspecto de vital trascendencia en el sistema judicial en su conjunto es la Policía, como eslabón inicial de un Sistema de Justicia Penal -otro es el sistema penitenciario-, pues es parte determinante de la estabilidad y paz social, como lo muestran algunos indicadores mundiales. Por ejemplo, el Índice Mundial de Paz en su edición 2010 publicada a fines del mes de junio, ubica a México en el lugar 107 de 144 países posibles, a Estados Unidos en el lugar 85, Chile en el 28 y Colombia en el 138; en tanto que en la región de Latinoamérica, Chile ocupa el lugar número 3, México el 18 y Colombia el 23; debe destacarse que Uruguay es el número 1 de la región (24 mundial) y Costa Rica el 2 (26 mundial). Estos resultados desalentadores encienden focos rojos en el sistema de justicia penal actual, y amarillos en el que se pretende implementar, puesto que hablar del término “paz”, en términos generales, significa que hay estabilidad y paz social la cual se genera por un correcto sistema de justicia que inicia, precisamente, con la intervención policíaca a partir de la comisión de un delito, y concluye en el sistema penitenciario cuando ha operado una condena que imponga pena de cárcel, en donde -como ya se dijo- el juicio oral es, justamente, la parte media del sistema.”

 “No es el punto, ahora, de analizar aspectos relativos a la prevención de delito como labor primaria de la policía o de la nula rehabilitación en las prisiones, pero sí el precisar que no se pueden esperar resultados diferentes en la impunidad que agobia y asfixia a los ciudadanos sin que haya una reforma de fondo en la estructura integral de seguridad y justicia.”

“Ahora, habrá que tener cuidado extremo con el comportamiento de la autoridad en los meses previos a la instalación de los electos; ante el panorama que se ve venir, quizá se intente dejar el camino aún más descompuesto.”

“Y tampoco se debe permitir.”

Hasta allí la transcripción.

Hoy, en julio de 2019, estamos ante un escenario similar; esperemos que los principales actores estén a la altura de las circunstancias.

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