El suicidio o intento de suicidio de un ser querido puede ser devastador para todos aquellos que estamos alrededor, el quedar en soledad después de que un familiar se quitó la vida o intentó hacerlo, hace que hagamos reflexión sobre muchas cosas. Desde aquellas interrogantes que nos hacemos como: ¿Por qué no me di cuenta? ¿Por qué no lo vi? ¿Pude hacer algo para evitarlo? No hay respuestas a ninguna de estas preguntas. La mente del ser humano tiene muchos vericuetos, lo que a alguien le parece correcto para otros no lo es.

Reflexioné mucho antes de tocar el tema, sobre todo por los últimos datos de personas que se han quitado la vida, leí en los periódicos locales que las personas alrededor de quienes están ante esta situación reaccionan de distintas maneras, incluso escuché algunas autoridades en la radio, dijeron que a los transeúntes que digan palabras que alienten a la persona que está intentando quitarse la vida, será detenida. Recordé aquello: Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada.  Me di a la tarea de preguntar entre familiares, amigos y vecinos lo que piensan al respecto, y nadie se atreve a hablar del tema como si el no mencionarlo nos evitara que sucediera a nuestro alrededor. A raíz de que en nuestro Estado se han dado varias muertes por suicidio, salió a la luz otra información. Un Psicólogo me comentó: Si una persona bebe un líquido con la intención de morir, el deceso será por envenenamiento, en ningún documento dirá que se suicidó. Por lo que los datos estadísticos son inexactos.

Las personas que sobreviven a la muerte de un familiar bajo estas circunstancias, prefieren omitir que son familiares o amigos de quien se quitó la vida, no se preparan para experimentar todo tipo de emociones, ni siquiera sabemos lo que sentimos, no sabemos ponerle nombre, así que una vez más pedí información a los profesionales de la materia, y me dijeron las emociones que puede desencadenarnos el que un ser cercano se quite o intente quitarse la vida son:

  • Choque. Podrías experimentar incredulidad o insensibilidad emocional. Quizá pienses que el suicidio de tu ser querido no pudo haber sido real.
  • Ira. Podrías enojarte con tu ser querido por abandonarte o por provocarte todo este sufrimiento, o contigo mismo u otras personas por no haber advertido las señales de sus intenciones.
  • Culpa. Es posible que frases como <<Que hubiera pasado si…>>  o  <<Si tan solo…>> se repitan en tu mente, y que te culpes por la muerte de un ser querido.
  • Desesperación. Puedes sentirte invadido por sentimientos de tristeza, soledad o desesperanza. Podrías sentir decaimiento físico o incluso pensar en suicidarte.
  • Confusión. Muchas personas intentan darle algún sentido a la muerte o entender por qué un ser querido se quitó la vida. Sin embargo, siempre quedarán dudas sin responder.
  • Sentimiento de rechazo. Podrías preguntarte por qué tu relación no fue suficiente para evitar que tu ser querido se suicidara.

Después de haber leído todo esto pienso que ninguna persona estamos preparadas para hacer frente a una situación como ésta ya que es un tema que trae como consecuencia la Estigmatización, pudiendo dejar a una persona aislada, así que además de sufrir la ausencia de un ser querido también enfrentará la soledad al no encontrar el apoyo que esperaba recibir.

Además, algunas religiones limitan los ritos que se pueden ofrecer para las personas que se suicidaron, lo que genera una sensación de ansiedad, soledad y consecuentemente mayor dolor.

 ¿Qué puede hacer una persona que le sobrevive a un familiar o amigo que se suicidó?

Buscar apoyo entre las personas cercanas, como: Amigos, familiares o apoyo espiritual.

Atravesar el duelo de la forma en que lo necesite. No hay una manera correcta de atravesar un duelo. Ni un tiempo específico en el que deba de dejar de sentir ese duelo. De ser posible acudir a un profesional, para que lo acompañe en este proceso.

Prepararse para los recordatorios dolorosos. Los aniversarios, días festivos y otras ocasiones especiales, pueden ser recordatorios dolorosos del suicidio de tu ser querido. No te sientas mal por estar triste.

Anticipa las dificultades. Algunos días serán mejores que otros, incluso años después del suicidio, y está bien que así sea. La recuperación puede presentar altibajos.

Considera unirte a un grupo de apoyo para las familias afectadas por el suicidio. Contar tu historia a otras personas que están pasando por el mismo tipo de dolor podría ayudarte a encontrar un propósito o fortaleza. Sin embargo, si sientes que ir a estos grupos te recuerda la muerte de tu ser querido, busca otros métodos de apoyo.

Enfrenta el futuro con una sensación de paz. Después del suicidio de un ser querido, tal vez sientas que no puedes continuar o que nunca más podrás disfrutar de la vida. Quizá te preguntes por qué sucedió, los recuerdos pueden desencadenar sentimientos dolorosos, incluso años después. Sin embargo, con el tiempo, la intensidad del dolor desaparecerá. La tragedia del suicidio no dominará tus días ni tus noches.

Si tu ser cercano no logró suicidarse, no temas preguntarle de que manera lo ayudas, hay quienes dicen que sólo querían ser escuchados. Háblales con respeto y no temas decir las cosas por su nombre, muchas veces lo único que quieren es saber que estás en su vida y que los amas, que puedes ser un apoyo, no descartes la posibilidad de que necesite acudir con profesionales de la salud mental en diversos momentos de su vida. Al final de cuentas a vivir sólo se aprende viviendo.  

“La mejor aventura que puedes tener es vivir la vida de tus sueños”

Oprah Winfrey

“Sólo tenemos una vida y nosotros somos los encargados de que sea maravillosa” 

Anónimo

“¿Sabes que el día más bello es hoy? La cosa más fácil es equivocarse, el mayor obstáculo es el miedo y la peor derrota es el desánimo. ¡Sé feliz!”

Anónimo

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