En ocasiones la actitud rebelde del adolescente puede verse aumentada debido al mal funcionamiento de la dinámica familiar, ya sea que el adolescente note el distanciamiento entre padres, vea falta de liderazgo en la familia, o vea una excesiva ausencia por motivos laborales, los siguientes consejos puede ayudar en estos casos.

El primer consejo es buscar disponibilidad, y ahí puede empezar la difícil tarea de organizarse en tiempos para dedicar a nuestros hijos, pero es de vital importancia poder dar la atención que necesita el adolescente, piénsalo bien: Si tu hijo adolescente te quiere contar algún problema, y tú lo pospones, terminará recurriendo a sus amigos, o a otras personas que pudieran tener buenas intenciones al tratar de ayudarlo, pero tal vez no la madurez para dar el consejo adecuado, y antes de que te des cuenta el problema de tu hijo ya podría ser más grande.

Es importante para un menor ver a la familia como un equipo que trabaja en conjunto, en ocasiones los padres no saben cómo contener sus emociones, y al momento de discutir cometen el error de hacerlo frente a sus hijos, debemos recordar que nuestro hijo adolescente es un adulto en formación, en el cual deberíamos procurar el desarrollo adecuado de su autoestima y madurez, lo cual se fomenta cuando la familia trabaja en equipo.

Cuidarse del aislamiento, es muy usual que la mayoría de la gratificación que procuramos la recibimos de la tecnología, estamos contentos con una computadora, un celular, internet, incluso la TV, pero nos olvidamos de las cenas familiares, el compartir nuestras ideas, preocupaciones y sueños con nuestra familia, y muchas otras cosas que nos vuelven más humanos.

Es conveniente revisar nuestras estrategias de comunicación con el adolescente, es muy usual que las conversaciones no suelen tener la estructura necesaria y efectiva para la comunicación con el menor, en pocas palabras la comunicación es mala y no existe un verdadero diálogo. Un joven suele estar acostumbrado a que cuando el padre le dice: “Tenemos que hablar” debe de prepararse para una larga cátedra en donde pocas veces se le pedirá su opinión, tal vez un adolescente se abriría más si los padres dedicaran el 75% a escuchar y el 25% a hablar.

Dar el ejemplo es la mejor manera de educar, hay que ser coherentes entre lo que se dice, se piensa y se hace, si buscamos que nuestro hijo se comporte de cierta forma, o logre ciertos objetivos, él tiene que ver en sus padres esa intención de auto superación, para despertar en el la motivación de alcanzar sus propias metas

Igualmente es bueno cuidar de la vida de pareja, la monotonía es enemigo de una relación, así como también lo es para la familia, si el menor ve a sus padres de mal humor la mayor parte del tiempo, eso se transmite rápidamente a la dinámica familiar, si se es creativo en la vida de pareja, y el hijo(a) ve como sus padres se complementan, estarán educándolo sobre cómo es que debe ser la relación entre las personas que se tienen afecto y se cuidan uno al otro.

“Los buenos hábitos formados en la juventud marcan toda la diferencia de una vida”

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas