Cada vez menos común el uso de estos objetos entre la gente, quedaron en el olvido y quizá… un día se encuentren en las casa se vean como algo extraño, ajeno y fuera de nuestro tiempo. Gracias a la tecnología utilizada cada día leemos correspondencia electrónica y libros digitales de cualquier tema pero yo, al igual que muchos, me resisto a dejar de leer en papel un libro o una carta, suena cursi… quizá lo es, pero eso de recibir una carta de un familiar, amigo o pareja es extraordinario. Cuando lees una carta no solo miras las letras, recorres la textura del papel, intentas adivinar el tipo de pluma que fue utilizada, analizas las letras, que reflejan el estado de ánimo de quien te escribe, y observas otros detalles, si se integraron algunos dibujos al escrito, frases o palabras extrañas, hasta algún recuerdo adicional como un boleto de entrada a un cine, teatro o centro de baile. Alguna vez, leí una carta que traía una rosa seca, y al final de aquella hermosa carta de amor decía “Cuida la rosa que va en la carta, imagina que es mi corazón en tus manos”. Con el tiempo también se convierten en el único objeto preciado de una persona que ya no está, porque uno puede perecer, pero las letras que dejamos escritas con amor y cuidado, se convierten en propiedad de quien las conserva, como prolongación de nosotros mismos, de alguna manera permaneceremos junto a esa persona a la que escribimos.

Hace unos pocos días acudí a una tienda de antigüedades, había una carta escrita con tinta azul, en ella narra una joven de 20 años su viaje a Acapulco y otros lugares, en un viaje que duró un mes por distintas partes de nuestro país, esa chica cuyo origen es Argentina agradece el ejemplar de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, que le fue regalado por la familia mexicana. En el escrito también le pregunta a su amiga de nombre Rosa si quiere que le envíe de regreso la postal que en el libro había y que creía era utilizado como separador, dicho objeto de papel   tenía una imagen de La Rumorosa en Baja California, y le pide que por favor le explique el origen de ese nombre tan extraño y de impresionante panorama. Agradezco a la persona que adquirió esa carta que me haya permitido leerla, en una letra cursiva hermosa, en un lenguaje mesurado y armonioso. Esa mujer me comentó que, me permitió leerla, al saber que podía leerla sin dificultad ya que no muchas personas comprenden ese tipo de letra, debo decir que me siento afortunada, imaginé a esas dos amigas platicando y poniéndose al día en sus experiencias por medio de esas letras, y que pasado el tiempo sus experiencias están plasmadas en esos escritos personales llenos de historia.

Recordé Carta Atenagórica, escrita Sor Juana Inés de la Cruz, nacida en un 12 de noviembre de 1651, mujer, feminista, con ideas de respeto a la mujer. En su tiempo algunos de sus escritos  merecieron críticas feroces, su obra abarca poesía lírica, dramáticas, alegóricas, sacras, festivas  y populares, además claras en general recordamos sus redondillas que son estrofas castellanas que se componen de cuatro versos, de ocho sílabas, generalmente de arte menor. Ya quisiéramos muchos que nos recordaran por algo que escribimos,  porque de ella muchos han escuchado aquello de “Hombres necios que acusáis, a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión  de lo mismo que culpáis. Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿Por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Dejad de solicitar, y después, con más razón, acusaréis la afición de la que os fuere a rogar. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo”.

Solo transcribí tres estrofas, la primera es la más conocida, pero la armonía y musicalidad de sus letras así como los temas de estudio que abarcó, aun son motivo de estudios para otros letrados en nuestra época. Incluso Margo Glantz dice sobre ella “Sirve de etiqueta a muchas cosas. Hay gente que quisiera que fuera santa y gente que la quiere rebelde”, Glantz añade que es rebelde y dueña de un uso del lenguaje que la dio a conocer a todo el mundo.

Después de haber leído a éstas grandes mujeres escritoras, una nacida en una época distinta hace varios siglos atrás y otra de casi 90 años, no puedo más que sentirme afortunada por los libros que he podido leer y los que podré seguir leyendo, debo reconocer que sigo siendo fanática del papel, ya sea al tener acceso a cartas escritas por otros aunque que yo no sea su destinatario, la epístola es todo un tema de estudio, que nos hace conocer y saber el acontecer del mundo en distintas épocas.

Así que éste 12 de noviembre que es día del cartero y día del libro en nuestro país, reciban nuestra consideración por llevar información y conocimiento a muchas personas.

“Las palabras escritas, encierran el conocimiento del mundo en cada época”

-Lylia Ciriam Verdugo Ruiz

“Felicidades a todos los carteros”

“Felicidades, a quienes producen, publican, escriben o están involucrados en la creación de libros: electrónicos o escritos en papel”

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