Muchas veces me he preguntado si debería ser lícito que una persona acumule tanta riqueza como los 6 mexicanos a quienes se refiere el informe de Oxfam, organización internacional cuya misión es coadyuvar en la eliminación de la pobreza en el mundo. No logro decidirlo. Creo firmemente en la propiedad privada, en el fruto del esfuerzo personal, y aún en que cierto grado de acumulación de la riqueza es necesario para el desarrollo de las comunidades, pero ¿tanto?
El informe señala que 6 mexicanos, los más ricos, tienen 8 veces más riqueza que los 62 millones más pobres, y tres veces más que el resto de los 120 millones de mexicanos que somos. Esta inequidad en la distribución de nuestro ingreso, nos pone también en la lista de países con mayor desigualdad en ese renglón.
Mi pregunta sobre si debería ser lícito o no, viene por varias causas. Por una parte, me cuestiono sobre el origen de esas fortunas. Me resulta muy difícil de aceptar que dos de los 6 son los más importantes empresarios en minería en el país. Cuando recordamos Pasta de Conchos, y vemos cómo viven los mineros que trabajan para ellos, sus condiciones de salud, sus prestaciones, etc., me parece muy injusto que ellos sean los más ricos, y a la vez incapaces de proveer a sus trabajadores de mejores condiciones laborales. O también me pregunto si Telmex pudiera vender sus productos a precios más bajos, sobre todo para quienes no tienen plan de servicios de telefonía que es la gente más pobre, y de esa forma ayudar al desarrollo del país, en lugar de seguir incrementando la fortuna de quien ha sido durante varios años el hombre más rico del planeta.
Si, todos ellos generan empleo y hacen muchas obras de beneficencia ayudando a mucha gente sin duda. Pero tal vez preferiría que sacrificaran alguna parte de su fortuna y ayudaran a menos fundaciones, a cambio de que mejoraran las condiciones de trabajo de su gente y mejoraran los precios de sus productos. Seguramente los llevaría a que en lugar ser 8 veces más ricos que los 62 millones más pobres, lo serían 7 veces. Pareciera algo aceptable.
Pero también hay un componente nacional. La fortuna en conjunto de esas 6 personas supera el 10% del PIB nacional. Esto quiere decir, que si se pusieran de acuerdo, podrían desestabilizar la economía mexicana con solo declaraciones públicas como que retirarían su fortuna del país. Una declaración semejante sin siquiera llevarla a cabo, generaría un problema económico nacional con repercusiones internacionales. Eso constituye una amenaza al Estado mexicano que, desde mi perspectiva, ni el nuestro ni ningún otro debería permitir.
Por estas y muchas otras causas, sigo preguntándome, sin llegar a una respuesta, si debería ser lícito que alguien acumule tanta riqueza.
