Nació en Tetaroba, El Fuerte, Sinaloa, el 2 de abril de 1877. Fue un guerrillero militante del Partido Liberal Mexicano (PLM), que fue general de la División del Ejército Liberal en Baja California. Se afilió al Partido Liberal Mexicano en 1904 pues criticaba duramente al Porfirismo, así que fue desterrado aunque participó en la Huelga de Cananea como también en los movimientos de Viesca y Las Vacas.

Simón Berthold Chacón

Después de que pasaron armas de contrabando por la frontera, José María Leyva y Simón Berthold Chacón y otros seis cruzaron el 27 de enero la línea divisoria, a pocos kilómetros al este de Calexico y Mexicali.

El 29 de enero de 1911, José María Leyva y Simón Berthold Chacón tomaron de poblado fronterizo de Mexicali con un grupo de aproximadamente 30 rebeldes; a partir de este hecho el número de guerrilleros del Ejército Liberal aumentó considerablemente, dada la escasa población en el Distrito Norte de Baja California, una parte importante de los nuevos reclutas eran estadounidenses, algunos en busca de fortuna y otros convencidos de compartir las ideas revolucionarias del PLM, entre estos últimos se enrolaron wobblies como John R. Mosby.

Stanley Williams, otro miembro de la IWW y quien disputó el mando a José María Leyva, estuvo presente en varias reuniones previas que se realizaron en Valle Imperial, pero no intervino en la ocupación del poblado el 29 de enero de 1911.

Harrison Gray Otis

Dos mexicanos: José María Leyva y Simón Berthold Chacón, veterano magonista que había participado en las luchas de los trabajadores contra el general Harrison Gray Otis, (74) en Los Ángeles, permanecieron unos días en las oficinas de la IWW en Holtville conferenciando con Antonio Fuertes, que estaba en contacto con Camilo Jiménez y con Stanley Williams, estadounidense miembro de la IWW, que se había entusiasmado pero que no participó directamente en la toma de Mexicali.

Como previamente habían contrabandeado comida y provisiones a través de la frontera en cantidades considerablemente grandes y habían podido hacer pequeñas compras en Mexicali, durante varias semanas el ejército no sintió las consecuencias del edicto.

Si se le da crédito al “Los Angeles Times” del 15 de febrero de 1911, Leyva declaró que tenía provisiones para cuatro meses.

Después de asumir un destacado papel en el combate del 15 de febrero, Stanley Williams consiguió a regañadientes de José María Leyva el permiso para formar una fuerza auxiliar con un gran número de voluntarios no mexicanos.

Los hombres de José María Leyva, atrincherados en los terraplenes del canal, hicieron una descarga tupida contra los federales.

El parsimonioso José María Leyva, sin embargo, sintió, no sin razón, que ya se había conseguido suficiente con la dispersión de los federales de las inmediaciones de Mexicali.

Francisco Ignacio Madero González

Ante las insistentes preguntas de los reporteros, Simón Berthold Chacón y José María Leyva ofrecieron, el 21 de febrero un resumen de los fines de los liberales: Los magonistas eran independientes de Francisco Ignacio Madero González (37) y se inclinaban a establecer una utopía en forma de una mancomunidad socialista o cooperativa.

El 21 de febrero, 60 integrantes del Ejército Liberal dirigidos por William Stanley, miembro de la IWW, tomaron la aduana de Los Algodones, sin el consentimiento de Leyva.

Esta circunstancia relativa o la circunstancia de que los americanos que eran ya el doble de los mexicanos se considerasen demasiado fuertes, ocasionó que tuvieran disensiones en sus filas y que Stanley Williams tomara el mando, desarmando a José María Leyva el día 3.

Arguyendo que el liderazgo de José María Leyva era pusilánime y que había dispuesto indebidamente de los fondos, el 4 de marzo, Stanley Williams propuso elegir a su admirado José Cardoza como nuevo jefe nominal.

John Kenneth Turner

John Kenneth Turner (32), enviado por la junta del PLM, llegó a Calexico el 8 de marzo para dialogar con José María Leyva.

John Kenneth Turner ha declarado que José María Leyva y Simón Berthold Chacón son outlaws, es decir, bandidos que por sus crímenes están fuera de la ley, y ha dicho que, si no le cede el mando, la Junta les retirará el apoyo.

Las relaciones entre americanos y mexicanos se hicieron más tirantes por este motivo y aunque muchas ocasiones se insultaron entre sí, no hubo rompimiento por la intervención del sedicioso Simón Bethold Chacón, quien aprovechando el descuido de Stanley Williams y los suyos, se apoderó de sus armas y desbarató sus planes, volviendo al mando a José María Leyva y aprisionando al aventurero Stanley.

José María Leyva y Simón Berthold Chacón habían manifestado su comprensible deseo de eliminar el problema, por no decir, inherente a la presencia de tantos extranjeros en sus filas.

En el siguiente capítulo veremos las dificultades que se presentaron en esos días entre los líderes José María Leyva y Stanley Williams en Mexicali; por lo pronto, cabe señalar que en el escrito siguiente de George P. Schmucker, del 13 de marzo, el cónsul informó de los problemas que hubo entre los jefes de los insurrectos, pero que ya estaban trabajando con más armonía, “El proyecto de fundar una república independiente en Baja California parece haber dejado lugar al movimiento revolucionario en general“.

Con el coronel Miguel Mayol y los Ocho Combatientes a punto de llegar, los cabecillas José María Leyva (34) y Simón Berthold Chacón finalmente decidieron salir de Mexicali en la medianoche del 14 de marzo.

Después de partir con el general José María Leyva hacia la Laguna Salada el 15 de marzo, la heterogénea colección de mexicanos, indisciplinados exploradores indígenas y aguerridos miembros de la IWW, avanzó hacia el sur con un ánimo amenazante.

Ricardo Flores Magón

Mientras tanto, Ricardo Flores Magón, con fecha del 15 de marzo, envió una carta a José María Leyva, con la intención de limar asperezas. Lo único que hay es que, para evitar ulteriores choques, dejamos a Stanley Williams dependiendo directamente de la Junta.

El 16 de marzo, los cabecillas José María Leyva y Simón Berthold Chacón dividieron sus fuerzas, siguiendo una fracción como de 125 hombres al mando del cabecilla Simón Berthold Chacón rumbo al mineral de “El Álamo”, y la otra fracción con el resto, al mando de José María Leyva (34), rumbo a Tecate.

Mientras tanto, el cabecilla José María Leyva (34) continuaba su marcha hacia Tecate en la seguridad de que Luis Rodríguez le tendría lista la caballada, pero como, al llegar el día 19 se da cuenta de que estaba en manos de las fuerzas leales, atacó la plaza confiando en el número de su gente; pero fracasó en cuantos intentos hizo, sufriendo fuertes pérdidas; por lo cual, al oscurecer del mismo día 19, emprendió su retirada rumbo a Mexicali.

A partir de las observaciones que allí se hacen, todo indica que la impericia del general José María Leyva y el no conocer los puntos vulnerables que le ofrecía la topografía conllevaron a la victoria militar del Capitán 1ro. Justino Mendieta.

A pesar del desastre, el general José María Leyva (34) tuvo un buen margen para al menos recuperar su lugar estratégico, pues la columna principal del coronel Miguel Mayol no se veía por ninguna parte, y los 150 rebeldes estaban dos a uno respecto a los hombres del capitán primero Justino Mendieta.

Al parecer, el 21 de marzo el general José María Leyva abandonó a sus hombres y muchos de ellos optaron por cruzar a Estados Unidos, otros regresaron a Mexicali, pero en conjunto, todos lo calificaron de inepto para dirigir el combate.

El 22 de marzo de 1911, de manera independiente a las disposiciones de la Junta y de José María Leyva, Stanley Williams confiscó cerca del poblado de Los Algodones, cien cabezas de ganado a Santiago Loroña, un ranchero, con el argumento de que era simpatizante de Porfirio Díaz (80), argumento que no demostró ante nadie.

A partir de las observaciones que allí se hacen, todo indica que la impericia del general José María Leyva y el no conocer los puntos vulnerables que le ofrecía la topografía conllevaron a la victoria militar del Capitán 1ro. Justino Mendieta.

De igual forma, destacaron un acto al que llamaron heroico del tecatense Capracio Valencia -ya mencionado- por salvar la vida de varios compañeros.

Según sus hombres, el general José María Leyva (34) “Se había retirado a toda velocidad a caballo, abandonando a su suerte a sus soldados de infantería“.

La última ocasión, el 24 de marzo, cuando se temía que los hombres del general José María Leyva aún estuvieran en los alrededores de Tecate, tres indígenas fueron sorprendidos acarreando 170 libras de alimento entre harina, tabaco y sal.

Al parecer, fue el 26 de marzo la fecha en que el general José María Leyva (34) llegó a Mexicali, donde fue duramente criticado.

Al general José María Leyva (34) se le acusó de cobarde y el 29 la Junta del PLM lo destituyó el cargo de general en jefe. Junto con el general José María Leyva (34) también se retiró Jesús González Monroy. Después de su despido, el general José María Leyva (34) mencionó que el haberse opuesto a la gran cantidad de norteamericanos en sus filas, había sido un factor determinante para su destitución.

“Negándose el periódico “Regeneración” a admitir públicamente que el general José María Leyva había sido destituido, el periódico informaba que había partido con una importante misión para la Junta”.

El guatemalteco Celestino Aldena afirmó que se dirigía a Los Ángeles para hablar con John Kenneth Turner acerca de lo mal que el general José María Leyva (34) estaba llevando a cabo las acciones armadas.

Indeseado en Baja California, donde quería estar, y presuntamente requerido en la California, donde no quería estar, el general José María Leyva (34) finalmente se escabulló para unirse a Francisco I. Madero, a quien unas veces había despreciado y otras defendido, según su grado de seguridad como dirigente magonista.

Un perplejo corresponsal angelino describió la situación como sigue: “Mientras el general José María Leyva (34) anda buscando fondos para financiar una salida de la zona de guerra, Francisco Salinas Vázquez se niega a comandar las fuerzas insurgentes, y Stanley William -conocido hasta ahora como general Stanley y presunto desertor del ejército de los Estados Unidos- insiste en ser su comandante en jefe, los insurgentes esperan la embestida de los federales bajo el mando del coronel Miguel Mayol”.

Aun reconociendo la escasez de personal, el que la Junta hubiera elegido a José María Leyva como comandante parecía un riesgo, pues era de ocupación yesero (miembro del sindicato Hodcarries de la American Federation of Labor) y no soldado.

El día 15 del citado junio y sin que la Jefatura de Armas tuviera conocimiento de ello, habían empezado en Mexicali, unas conferencias entre el primer cabecilla que tuvo el filibusterismo, José María Leyva (34) y Francisco R. Quijada, entonces jefe de ellos, y Rodolfo Gallegos, con objeto de arreglar que la plaza de Mexicali fuera entregada; siendo comisionados para este objeto por parte del Gobierno de México, los señores Aurelio Sandoval y el Cónsul de México, Sr. Antonio Lozano, y por las autoridades maderistas del Estado de Sonora, el Sr. Carlos E. Bernstein.

Tras la Toma de Ciudad Juárez por el Partido Nacional Antirreeleccionista, Leyva decide afiliarse ese partido, nombrandolo Francisco I. Madero Comandante de sus fuerzas en Baja California y después jefe político de Cuajimalpa, en el Distrito Federal.

Francisco León de la Barra

José María Leyva fue parte de la comisión que se entrevistó en Los Ángeles en junio de 1911 con la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano para que ésta desistiera de la lucha armada y reconociera el triunfo de Madero y a Francisco León de la Barra como presidente provisional, de acuerdo a los Tratados de Ciudad Juárez.

Básicamente, a través de los esfuerzos del rico comerciante peninsular, Aurelio Sandoval, quien contribuyó con 600 dólares, el joven maderista recién llegado de Sonora, Carlos Bernstein, el ex general José María Leyva, que acababa de llegar de Ciudad Juárez revestido con un manto de pacificador y su compañero de viaje, Jesús González Monroy, los rebeldes se rindieron el 17 de junio.

Incluso el “Sun” manifestó que “El ejército liberal, con sus generales Simón Berthold Chacón, José María Leyva (34), Caryl Ap Rhys Pryce (35), Stanley Williams, Paul Schmidt y Jack B. Mosby, pasará a la historia con la banda de William Walker, quien aterrorizó a la península hace 50 años”.

Con la Decena Trágica se une al movimiento constitucionalista en 1913 donde formó parte de la Convención de Aguascalientes.

Regresó a la vida política hasta 1920, cuando secundó el Plan de Agua Prieta.

General Brigadier en el Ejército Mexicano con antigüedad de 1914,

Murió en la Ciudad de México en 1956.

Por el Profr. José Luis Bobadilla Acosta
Taller de Historia de Tecate, A.C.

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