En mi segunda entrega sobre la elección 2021, quiero analizar en este breve espacio, los retos que tiene MORENA por delante. Inicio con el partido en el gobierno porque es el partido con mayor posicionamiento político en el país, y por eso mismo, el que tiene más retos por superar.

El primero es hacer buenos gobiernos. Son más de 350 municipios gobernados que en conjunto gobiernan a más de 36 millones de habitantes, varias gubernaturas, es el grupo parlamentario más fuerte en ambas cámaras del congreso de la unión, y por supuesto el gobierno federal. El movimiento se ha enfrentado a que ganaron miles de funcionarios públicos, la mayoría de los cuales no tiene experiencia previa de gobierno. Tuvo que echar mano de servidores públicos de designación sin experiencia, o con experiencia en gobiernos de otros partidos. Esto supone un reto extraordinario para que en 3 años se obtengan resultados en favor del municipio que gobiernan.

El segundo es la elección de sus dirigencias estatales y municipales. Siendo un movimiento que en 2018 decidió candidaturas a nivel nacional, tiene una débil estructura local. En muchos estados no hay dirigentes y a nivel municipal no los hay, ni los ha habido en la mayoría de los casos. Los encontronazos entre la Secretaria General Nacional, la Presidenta del Consejo Nacional, el Coordinador de los Diputados, el Presidente que eligió el consejo nacional, etc., permean la organización y en lugar de transmitir un ánimo de acuerdos, transmiten uno de confrontación. Esto inevitablemente permeará muchos de los procesos de elección de dirigencias locales.

La reelección es el tercer gran reto de MORENA. Por estatutos está prohibido elegir candidatos para la reelección. El Presidente López Obrador se ha manifestado consistentemente en contra de reelegir a las autoridades. Sin embargo, esta prohibición no está alineada a la reelección ya autorizada en la constitución. MORENA tiene al día de hoy, miles de funcionarios públicos de elección popular que tienen derecho a buscar un nuevo período de gobierno, entre presidentes municipales, síndicos, regidores, diputados locales y federales y también senadores, todos ellos multiplicados al doble por los suplentes. Impedir la reelección va a provocar una desbandada hacia otros partidos, conflictos internos y seguramente procesos judiciales ante el tribunal electoral. En una campaña corta cómo será la de 2021, los exabruptos políticos y jurídicos pueden terminar en cambios de candidatos unos días antes de la elección, brazos caídos ante la incertidumbre de la candidatura, movimientos a otros partidos provocados por las campañas débiles, etc. El partido en el gobierno tiene tres opciones en este renglón. 1. Cambiar por decisión propia la regla que prohíbe la reelección, que sería lo deseable. 2. Simular que no hay reelección y dar esas candidaturas a sus partidos aliados de tal forma que sean ellos quienes las presenten. Sería lamentable para la democracia que recurrieran a esta alternativa y 3. Aventarse el tiro de mantener la regla y no reelegir a nadie por ninguna de las dos vías mencionadas. Este sería el peor de los escenarios para MORENA.

No son retos menores, pero tampoco se advierte que se estén atendiendo. Ojalá los resuelvan más pronto que tarde.

paco@pacogarciaburgos.mx

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