El acoso escolar o “Bulliyng” se refiere a aquellas acciones que tienen un carácter violento y con la finalidad de intimidar, lastimar, controlar o afectar de alguna manera a un individuo. Puede ser de manera física, verbal, utilizando herramientas como redes sociales o inclusive puede ser acoso social cuando se utilizan las relaciones sociales para afectar a la persona que es víctima de acoso.

Bastante hemos ya escuchado de este tema, y seguramente podríamos extender aún más la definición de Bullying, pero el tema de hoy va encaminado a lo que pueden hacer los padres de jóvenes menores de edad, niños y niñas que sufren de este problema.

La base de los siguientes consejos se centra en la confianza que se le puede generar al menor, ese valor que le dará la oportunidad de lidiar con el acoso escolar. Así que un buen inicio para tratar este tema es preguntarle a la víctima de acoso es: ¿Cómo te gustaría manejar la situación?

Seguramente estimado lector usted tiene la duda: ¿y que finalidad tiene realizar la anterior pregunta al menor?, bueno básicamente es mostrar al joven que es tomado en cuando a la hora de decidir qué acciones se tomarán para resolver la situación de acoso escolar.

En situaciones de AE lo ideal sería que nuestro hijo tuviera la suficiente confianza en los padres para compartirles la situación por la que está pasando, pero en muchas de las veces es la detección de los padres, o e aviso de alguna persona lo que hace se den cuenta de lo que está pasando. Recuerda abordar el tema con el menor de una manera tranquila y que genere confianza en el menor. Si tu hijo comienza a hablar, no lo interrumpas con preguntas frecuentes, permítele expresarse de manera fluida.

Guarda la calma ante el relato de los hechos, no te muestres desesperado por actuar y mucho menos culpes a tu hijo por lo que está pasando.

En este momento de diálogo es recomendable el hacerle saber a la víctima que no es tan débil como probablemente cree ser, y que el generador de acoso no es tan fuerte como muchos podrían pensar, para esto explicarle el cómo ninguna de las partes participantes de AE obtiene una ganancia real puede ser de utilidad. Tanto la víctima como el victimario cargan con sufrimiento, puede que no sepamos la razón, pero lo más probable es que si este sucediendo.

En ningún momento debes tomar a la ligera lo que está aconteciendo en la vida de tu hijo, comentarios tales como: “Eso es parte de crecer y/o madurar”, no solamente no aportaran nada para encontrar una solución, sino que también perderá la confianza y valor que necesitó reunir para hablar contigo.

Un consejo equivocado es dar la indicación al menor que responda con la misma fuerza que es atacado, que si la griten, grite, y que si lo agreden, agreda, puesto que esta instrucción despertará aun más ansiedad, lo que se debe buscar es cambiar la dinámica con la que ocurren los eventos de AE.

Por supuesto es recomendable acercarse al profesor, o director de la escuela para solicitar apoyo y trabajar en equipo. Pero, ¿y si mi hijo es el generador de acoso? Bueno eso lo veremos la próxima semana.

“Cuando alguien sea cruel o actúe como un acosador, no te pongas a su nivel. Mientras más bajo caen ellos, más alto debes estar tu”

¡Nos vemos en la próxima publicación!

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