Hace unos años enviudé, mi esposo murió en un accidente automovilístico. En el lugar donde ocurrió el accidente no encontraron los restos de mi esposo fallecido, solo su auto y el cadáver de su acompañante, una mujer. Jamás supe la relación que tenía con la dama y las autoridades lo declararon muerto.
Lloré su ausencia muchos años y lo extrañé mucho, siempre buscaba hombres que se parecían a él físicamente y en su forma de ser, pero siempre había algo que me decía que no era él, jamás volverá.
Decidí mudarme cerca de donde ocurrió el accidente, quería olvidar y pensé que así enfrentaría la realidad, sería más fácil, me cambiaron de sucursal en mi trabajo más cerca de donde ahora vivía.
Un día decidí salir a conocer el lugar, tiendas, bancos, lugares recreativos etc. Entre a un bar y conocí a un hombre, juraba y perjuraba que era mi difunto esposo, él se llama Andy, mi difunto se llamaba Ian, me enamoré de Andy era mi amorcito mi Ian. Comenzamos a salir unos meses, tenía tantas cosas parecidas en su persona, como era mi marido, Dios mío no podía creerlo.
Pasaron 6 meses y nuestra relación era maravillosa, tal cual era con mi difunto marido. Andy me pidió matrimonio y acepté, pero antes de casarnos se fue a vivir conmigo, y empezó todo, él hablaba y decía cosas que solo mi difunto y yo sabíamos; secretos, viajes, intimidades, yo al principio me asusté, dije como puede ser eso, él notó mi desconfianza y se volvió el hombre más maravilloso del mundo, amoroso, cariñoso, atento, servicial, amante en la cama, salíamos a cenar, a bailar, era el hombre ideal para mí.
Seguimos con los planes de boda y nos casamos, nos fuimos de luna de miel a Venecia. Fue el mejor viaje de mi vida, estaba viviendo con él lo que nunca viví con mi difunto, bueno regresamos 3 meses después.
Un día tocaron la puerta de mi casa, eran unos policías notificando que habían encontrado el cuerpo de mi esposo, yo me exalté y sorprendí de la noticia, fui con ellos a identificar el cadáver, Andy nos alcanzó al subir a la patrulla y me acompañó, me abrazó y besó y me dijo –Tranquila amor todo saldrá bien lo importante es que tú y yo estamos juntos y estaremos siempre juntos-, cuando me dijo eso sentí un frío inmenso en todo mi cuerpo y su mirada era fría, me dio mucho miedo que lo solté y no dejé que me tocará.
Cuando llegamos a la morgue, bajamos al sótano donde tenían varios cadáveres, llegamos a donde tenían a mi difunto, pero no era él físicamente, yo grité y dije asegurando él no es mi difunto marido. Los policías me dicen -Calma señora quizás no lo reconoce por qué ya está en estado de descomposición, pero es su difunto marido coinciden las huellas digitales. Es su difunto marido señora-.
Andy se acercó a mí y me dice muy bajito casi en susurros, –Amor soy yo, tuve que dar otra alma a cambio de regresar a tu lado y comenzar de nuevo y ser tu hombre ideal para toda tu vida-.
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