Un elemento fundamental de todo lo que está pasando en torno al virus es la confianza. En los médicos, en los científicos, en la familia, pero sobre todo en las autoridades, tanto en las de salud como en las autoridades políticas, y ahí está el problema.

Creemos fácilmente en los científicos. El mundo entero ha creído a pie juntillas en lo que nos han dicho sobre cómo se transmite, cómo se trata, de qué está hecho el virus, incluso sobre su apariencia física, su peso, la distancia que puede viajar y otro tipo de datos que hemos recibido de ellos. También les creemos cuando dicen que no hay tratamiento y que no hay vacuna la cual tomará hasta 18 meses en obtenerse.

Le hemos creído a los médicos cuando nos dan indicaciones sobre cómo evitar la transmisión, que si la sana distancia, que si estornudar de una cierta manera, nada de abrazos y besos, etc. Nos dan indicaciones sobre cómo cuidarnos en casa y les creemos.

De la familia ni se diga, es la red social mexicana más importante y confiamos en que nos sostendrá en tiempos de pocos ingresos. La familia siempre está ahí para apoyar nuestras necesidades y confiamos en que esta ocasión no será la excepción.

A quienes nos cuesta mucho trabajo creer es a los políticos, a las autoridades. Tenemos años dudando de ellos, ¿por qué habríamos de creerles de un día para otro? Durante años, muchos políticos, han hecho y dicho cosas que solo nos dejan dudas sobre la veracidad con que nos hablan. La sociedad en general, no solo en México pero particularmente aquí, tiende a dudar de los políticos principalmente por que se les entiende como mentirosos y corruptos, y, aunque no todos lo sean, la verdad es que nos cuesta mucho trabajo tenerles confianza.

Entre otras razones, por eso la gente sigue en grandes números en la calle, porque no confiamos en el llamado de los políticos a quedarnos en la casa. No le damos el peso que tiene esta frase por que no creemos que sea cierta viniendo de ellos.

Esta desconfianza puede salirnos muy cara, podemos enfermar y morir en grandes números producto de la pandemia por no creer lo que nos están diciendo. Muchas personas no pueden resguardarse por que quedarían sin sustento y no tienen confianza en que el gobierno les va a ayudar, solo tienen esa confianza en la familia. Pero también hay muchas que no lo hacen porque están tomando las cosas a la ligera y porque no creen.

Son tiempos de hacer 8lo que nos dicen aunque sea con escepticismo. Por esta vez, concedámosle el beneficio de la duda a la autoridad y hagamos lo que nos dice: Quédate en tu casa. Ya quedará para la época del post coronavirus reestablecer la confianza en la autoridad y en los políticos. Será una tarea ardua, pero habrá que hacerla. Creer en la autoridad es necesario en tiempos como los que vivimos hoy.

Paco García Burgos, Consultor y analista político
paco@pacogarciaburgos.mx

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas