Sabemos que todo ser humano necesita pertenecer a otros grupos sociales, con o sin lazos familiares, somos parte de una sociedad, y en gran parte pasamos nuestro tiempo acompañados de otras personas.

No es para nada algo negativo que nos despierte el interés de estar solos de vez en cuando. La soledad se disfruta en esas ocasiones, por qué elegimos estar solos, pero no es tan sencillo cuando la soledad se nos impone.

A pesar de que la cultura mexicana implica cercanía a la familia, cada vez es más común que se tome la decisión de vivir solo(a). Ya no es requisito indispensable el encontrar una pareja para tomar la decisión de independizarse. Claro que a manera de tradición la familia, amistades y/o conocidos suelen pensar que se está solo por que no se ha encontrado pareja, más no se tiene en cuenta que tal vez quieras vivir solo un tiempo pues te gusta estar contigo mismo.

Pero: ¿Qué de bueno tiene la soledad?

Muchas cosas, en primer lugar, te das la oportunidad de conocerte a ti mismo, y te colocas como la prioridad en tu vida atendiendo tus necesidades y gustos.

¿Cómo sacarle provecho a la soledad?

Organiza todo aquello que necesitas o quieres hacer, es decir, tus intereses y no los de los demás. Puede que estés acostumbrado a ver por los demás prácticamente todo el tiempo, bueno estar solo es la oportunidad para ver por ti mismo.

Date cuenta de la agradable sensación de hacer cosas por y para ti mismo, y es una gran satisfacción pues no te desgastes pensando en lo que necesitan los demás.

De forma muy interesante, tal vez contradictorio, la soledad fortalece y mejor la calidad de las relaciones sociales, pues cuando no dependemos de grupos sociales para sentirnos bien somos más selectivos al momento de elegir con quienes nos relacionamos.

“La soledad cuando es aceptada, y comprendida, se convierte en un regalo que nos lleva a encontrarnos a nosotros mismos”

¡Nos vemos la próxima semana!