Por Roberto Estrada

Mis niños, le cantaron las golondrinas a Marco Antonio Bazo Soto… Ustedes dirán ¿Y ese quién es o qué? Y su pregunta es muy atinada porque pocos lo conocen, menos su trabajo. Bazo Soto era hasta este 19 de mayo el Director de Seguridad Pública de Tecate, el 01 de la policía municipal. El pasado martes salió por la puerta trasera de la presidencia municipal dejándole la estafeta a un militar retirado, al Mayor de Infantería Orlando Hernández Porras, quien recibió en su manos la tarea de enderezar el barco, con una ciudad hecha trizas en materia de seguridad.

La polémica de Bazo Soto se gestó desde el inicio de esta catastrófica administración municipal, hace casi 8 meses (Que han parecido 2 años). Era la madrugada del 2 de octubre (El día anterior Zulema Adams había tomado protesta como alcaldesa) en una apretada sesión de cabildo se presentaron a tres funcionarios que en teoría son claves para la administración municipal, el Secretario del Ayuntamiento, el Tesorero Municipal y el Director de la Policía. Los tres fueron aprobados por la mayoría de los regidores.

Bazo Soto se presentó como la única propuesta de la alcaldesa para ocupar el cargo de director, ahí fue donde entraron los dimes y diretes, los regidores de la oposición PAN y PRI, alegaron que el susodicho no tenía aprobados los exámenes de control y confianza, además relucía que en alrededor de 13 años había tenido cerca de 20 puestos, muchos de ellos de carácter federal por lo que también relucía su total desconocimiento de la ciudad y de la “Dinámica” delincuencial. Era un foráneo vaya. (Con el tiempo toda la administración se llenó de foráneos, pero esa es otra historia)

Se le dio pues a Soto el beneficio de la duda y fue “Palomeado” por la mayoría del cabildo, sin embargo, con el paso de los días jamás se evidenció una estrategia de trabajo en materia de seguridad, ni por él mismo ni por la mandamás Zulema Adams. Hagan de cuenta mis niños, que era un barco sin rumbo, tratando de adivinar qué funcionaba y qué no.

El resultado fue catastrófico, en el primer mes de administración, los delitos se dispararon, pasaron de 251 en septiembre a 419 en octubre y de ahí en adelante los números no mejoraron (Cifras publicadas en seguridadbc.gob.mx) Tecate fue testigo de hechos violentos que pocas veces, o quizá nunca se habían visto, homicidios en plena zona centro, a la luz del día, incluso a dos cuadras de la oficina de la Alcaldesa, persecuciones y balaceras en zonas transitadas y residenciales, una de ellas frente al CEART, a esa hora donde ustedes llevan a sus hijos a cursos y talleres.

Se había evidenciado ya una falta de estrategia, de coordinación, de rumbo. La seguridad quedó como los baches, esperando a ver si se tapaban solos, sin una cabeza que diseñara un plan para, por un lado prevenir y por otro regresarle la seguridad al pueblo. Hasta la fecha no se demuestra un verdadero interés por lograr una solución. Parece ser que todos en el gobierno municipal están preocupados por salir a entregar despensas (A ver qué hacen cuando termine la contingencia).

“Tecate es un pueblo sin ley” llegaron a comentar dentro de las filas del Gobierno del Estado, con funcionarios muy cercanos al Ingeniero Bonilla. Había caído la gota que derramaría el vaso. Fue el Fiscal General del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, quien llegó a Tecate el 19 de mayo acompañado por el reemplazo de Bazo Soto. Dicen los que saben, que no le avisaron a nadie, que hicieron sorpresivo el cambio. En ese momento y sin mediar explicaciones, el Fiscal tomó la batuta e hizo el reemplazo.

El militar retirado, infieren algunos politiquillos y analistas, es gente de confianza de las altas esferas del gobernador, tiene un amplio currículum castrense, aunque hay quien señala que, una vez más, meten a la policía local a una persona que no conoce la ciudad. Otros más inquieren que el ser militar no es garantía de un correcto actuar, es decir, se puede ser militar y no tener estrategia, no tener visión, no tener un esquema de trabajo ni capacidad de mando. Sin embargo, lo que un servidor cree, es que es el Ejército la figura en la que más confianza tienen los mexicanos en materia de seguridad, total qué podemos perder.

No habían pasado 24 horas después del nombramiento oficial del Mayor, cuando ya habían detenido a una persona con arma de fuego y chalecos tácticos en la colonia Los Olivos o “la invasión”, la misma zona donde la semana pasada se registró una fuerte balacera, y para este viernes el nuevo director había citado a los medios de comunicación para ofrecer una rueda de prensa, lo que nunca hizo Bazo Soto.

Desde este espacio esperamos que el nuevo mando de la policía municipal meta orden y defina una estrategia que le regresen la seguridad a los tecatenses y que este cambio no termine por hundir a este barco donde vamos todos.

DE PASADITA: En estos tiempos de pandemia y confinamiento, consuman producto local. Aprovechen y prueben la comida que cada restaurante de Tecate ofrece. Digo, si van a engordar… que sea por una buena causa.

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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