Por Paco García Burgos, Consultor y analista político

En su primer informe trimestral de EduPaz, que abarca enero a marzo de 2020 contrastado con el mismo período de 2019, se repite una realidad que estamos corroborando desde que la fundación se convirtió en el capítulo local del Observatorio Nacional Ciudadano: Que los avances que hay en la incidencia delictiva son marginales, se mantienen en los más altos niveles nacionales, y no obedecen a acciones institucionales.

De los 14 delitos que se analizan en el informe, encontramos que hubo avances marginales en 5 de ellos: Los de homicidio doloso, secuestro, robo de vehículo, robo a casa habitación y trata de personas. El que menos avanzó fue el secuestro, 1.26%; el que más fue el de trata de personas con 21%; en medio se encuentran el homicidio doloso con 4.89% de avance; robo de vehículo con 16.68%; y finalmente robo a casa habitación con 18.57%. Mención especial merece el de delito de trata de personas que, siendo uno de esclavitud moderna, tuvo un avance importante.

En lo que respecta al ranking nacional, tenemos que, en 9 de los delitos analizados, ocupamos alguno de los primeros 10 lugares. Dos segundos que son el homicidio doloso y el narcomenudeo; todos los robos, el robo con violencia 6to. lugar, de vehículo 3, a casa habitación 9, de negocio 6 igual que el de transeúnte; el de violación lugar 9, y la violencia familiar lugar 5. El delito de narcomenudeo se incrementó un 15.82% y nos sitúa aproximadamente un 360% por encima del promedio nacional. Los de violación y violencia familiar preocupan de manera especial en la época de pandemia, porque ya en marzo muchas personas estaban en su casa, y hemos visto en todo el país, que se han incrementado estos dos delitos que suceden, en la mayoría de los casos, en el ámbito donde más paz deberíamos encontrar: En el hogar.

En lo que respecta a la respuesta institucional, lo que observamos es que los tres órdenes de gobierno siguen sin dedicarle los recursos necesarios a la seguridad pública, tanto a la prevención como a la procuración. Como hemos dicho en repetidas ocasiones en EduPaz, los gobiernos tienen que dejar de atender otras necesidades de la población para atender la más apremiante, la que nos ha seguido durante años, la que debemos resolver de fondo y de una vez por todas: La necesidad de una mayor seguridad para vivir en paz y armonía en nuestras comunidades. Solo para que el lector se dé una idea, en nuestro Estado tenemos menos de la mitad de agentes del ministerio público que el promedio nacional, pero tenemos más del doble del promedio de delitos cometidos por cada cien mil habitantes en todo el país. Deberíamos tener más del doble de agentes del ministerio público del promedio nacional, tenemos menos de la mitad.

Esto provoca impunidad, que es el cáncer que carcome a nuestro país. No hay paz sin justicia, y no hay justicia donde hay impunidad.

Informe completo en: www.edupaz.org.mx

paco@pacogarciaburgos.mx

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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