Por Salvador Aguiar Labrada.

Mucho se ha dicho y comentado con la muerte desafortunada de militares en Tijuana, pero en verdad, pocos saben lo que sacrifican nuestros militares, como hijo huérfano de un militar que cumplió su deber, a los tres años y mi hermana de 4 años, sufrimos toda la vida su ausencia, para mi madre fue un sacrificio enorme, solo el recuerdo de su ejemplo, lealtad y honor a la Patria nos llena de orgullo, pero su ausencia dejó un gran vacío, no sé cuántas veces de adolescente necesite de su presencia, de su consejo y apoyo, de un padre y un amigo verdadero, en verdad lo siento por sus familias, por sus esposas e hijos….

Aun así no entiendo la indiferencia para construir un monumento para el Padre, para todos aquellos hombres que han cumplido y los siguen haciendo como parte fundamental de la familia, es tan infamante el desprecio y satirización del feminismo radical, que impide el reconocimiento justo a quien merece el título de padre de familia…..

Porque las estadísticas del CV19 son diarias, los números de la muerte reflejan un interés morboso, pero además provechoso para la economía del sector salud, principalmente en las instituciones públicas que afilian a los trabajadores y sus familias, como es el IMSS, ISSSTE, ISSSTECALI, en que les beneficia la propaganda del terror, del miedo a la muerte, pues resulta que a partir de la pandemia, y de todos las medidas preventivas y de tratamiento para los “Enfermos de CV19”, esto es que los enfermos de este Virus, si mueren son entregados unas vez que son incinerados.

Los medios y enfermeras tiene la orden de que si una persona se complica su enfermedad con el CV 19, no digan que murió de un infarto, de tuberculosis, o de otra enfermedad, simplemente murió del virus, así tal parece que nadie muere de otra complicación de salud, pero cuál es el beneficio para el Gobierno, fácil, es tanto el pánico que ha causado, más que la enfermedad, que han bajado drásticamente las atenciones en consultas, y principalmente en el de emergencias, ya que el temor de ingresar y que por alguna razón se les diagnostique CV19, ha hecho que la población busque otras alternativas, y como resultado es que se está beneficiando a las instituciones de salud pública, así de fácil, menos enfermos, menos recetas de medicamentos y tratamientos médicos, ya que por ejemplo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene un déficit de 18 mil millones de pesos y al cierre de este año enfrenta problemáticas como el vencimiento de los recursos para el régimen de jubilaciones y pensiones de sus trabajadores, por pagar empleados, no se atienden a los trabajadores, además que tienen un paquete de medicinas básicas que el médico no puede salirse de esta, aunque sepa que hay una medicina que puede curar al paciente, no le está permitido salirse del cuadro básico. Esto es que todo se maneja por estadísticas, si el número de muertes y enfermedades no pasa “De lo normal”,  todo está bien, es más hay medicamentos muy caros que cuestan hasta 100 mil pesos, solo pueden ser administrados si el Consejo de Administración lo permite, esto es, si el enfermo lo vale, así de cruda es la realidad con el sistema de salud en México, para el ISSSTE el Congreso de la Unión para 2020. A abril de 2020, el balance público presentó un déficit de 73.9 mil millones de pesos, monto menor al déficit previsto en el programa de 115.1 mil millones de pesos….

El superávit primario registrado en el mismo periodo del año anterior fue de 204.2 mil millones de pesos al 29 mayo 2020, en Baja California el Issstecali para hacer frente al déficit que tiene de 14 mil millones de pesos, al final todo se va en salarios y jubilaciones……

De  acuerdo al Centro de Investigación en Política Pública en México es el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud, el gasto de bolsillo en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza, mientras que el gasto de bolsillo de los mexicanos es uno de los más altos en el mundo, el presupuesto de la Secretaría de Salud ha decrecido más del 20% en términos reales durante el sexenio, si una familia promedio tuviera que pagar el total del tratamiento de diabetes, tendría que endeudarse y/o vender su patrimonio, en el escenario más conservador, los hogares afectados por una enfermedad crónica podrían tener un gasto de bolsillo del 20%……

En este caso, las pérdidas de ingreso podrían alcanzar el 1% del PIB, el ingreso perdido por los hogares afectados por enfermedades crónicas, proyectado a 2030, equivale a 7.3 veces el presupuesto de la UNAM, por esta razón México está al borde de una crisis de salud pública, nuestro país tiene una epidemia de obesidad, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que estima que en 2030 el 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad, principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas. En México, las enfermedades crónicas representan 7 de las 10 principales causas de muerte, las dos más relevantes son diabetes y enfermedades del corazón……

El presupuesto de salud disminuyó más de 20% durante este sexenio. Las finanzas públicas y el sector salud están limitados para tratar a todos los pacientes afectados. Esto se refleja en: Cobertura insuficiente. Más de 16 millones de mexicanos carecen de algún tipo de protección financiera en salud, así mismo el desabasto de medicamentos. Solo el 61% de las personas con diabetes, hipertensión y dislipidemia que acudieron a los servicios estatales de salud (Sesa) salieron con todos los medicamentos, además con los largos tiempos de espera. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en los Sesa, los tiempos de espera son 2.3 y 3 veces mayores que en el sector privado, respectivamente, por lo que en consecuencia, los mexicanos buscan atención médica en el sector privado.

El estudio busca identificar las causas del gasto de bolsillo y dimensionar los efectos por medio de modelos estadísticos, a partir de una base de datos disociada de reclamaciones de aseguradoras acotada para siete padecimientos crónicos. Asimismo, se hizo un análisis cualitativo a partir de entrevistas con expertos y revisión de literatura para entender mejor las complejidades del sector.

El gasto de bolsillo se refiere al gasto directo de las familias para solventar requerimientos de la atención de la salud (No incluye seguros médicos privados). México es el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud y esto tiene implicaciones socioeconómicas trascendentales para el país, aunque el sector privado goza de mejor percepción, enfrenta retos que afectan al paciente, por eso los pacientes no son el centro del sistema. No existe una instancia que busque empoderar a los pacientes: Informe, asesore, proteja y defienda, solo existe una instancia de resolución de quejas: La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed).

Los pacientes no tienen indicadores para saber qué servicios son mejores: La toma de decisiones se basa en anécdotas y recomendaciones en vez de datos objetivos y sistematizados, persevera la idea de “Entre más caro, mejor” por lo que la decisión está topada por su capacidad de pago.

Los pacientes no saben si su médico se basa en evidencia científica: Los médicos son vulnerables a enfrentar incentivos perversos, además los pacientes carecen de parámetros en caso de sentirse sobremedicados o sobre diagnosticados, para este sector el gasto de bolsillo en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza. Caso de la diabetes: En 2016, la prevalencia de diabetes diagnosticada fue equivalente a 6.7 millones de mexicanos, es decir, el 9% de la población, por eso en México tener diabetes sin cobertura efectiva condiciona a una familia mexicana promedio a caer en pobreza.

No hay forma de saber exactamente las condiciones de cada paciente, por lo que planteamos diversos escenarios: Si una familia promedio tuviera que pagar el 20% del tratamiento, su ingreso disponible anual caería a 101 mil pesos; Si una familia promedio tuviera que pagar el 60% del tratamiento, su ingreso disponible anual caería a 48 mil pesos; Si una familia promedio tuviera que pagar el total del tratamiento, tendría que endeudarse y/o vender su patrimonio; Estos escenarios se vuelven más dramáticos para enfermedades con tratamientos más costosos. En este tema crucial, el final se entiende que el enfermo es lo que menos importa…

Que Dios los Bendiga.

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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