Quienes conforman el cabildo del XXIII Ayuntamiento de Tecate, posiblemente no han recapacitado que están sobre el segundo tercio de su mandato que solo es de 24 meses.

Posiblemente el día en que tomaron posesión aquel 1 de octubre de 2019 (Que se antoja ya muy lejano), la mayoría de los componentes del cabildo, pertenecientes al Movimiento de Regeneración Nacional MORENA, al escuchar el mensaje en la toma de protesta de la alcaldesa Zulema Adams soñaron con que “Las cosas cambiarían y no sería lo mismo” y que darían una sacudida a la forma de hacer política iniciando con el slogan de “Bienestar para todos” y como símbolo un “Atrapa sueños” que se hizo emblemático por la víbora de cascabel en el centro del mismo.

Para empezar el mandato, la decepción de los tecatenses fue la contratación en los puestos públicos de personas que nunca habían tenido contacto en Tecate, gente traía de otras latitudes, eso caló y mucho en la gente que se la jugó con MORENA y sobre todo un tal “Cristian” al cual el pópulo le puso el mote del “Presidentito” por su gran influencia que ha tenido en las decisiones de la alcaldesa.

La mayor parte de los presidentes que ha tenido Tecate han afrontado catástrofes de toda índole y le toca a este ayuntamiento recién estrenado un gigantesco incendio de viviendas (Más de 100) propiciado por los famosos “Vientos santana” que azotan en la región año tras año. Lejos de dar ánimo a los que resultaron perjudicados y que se convirtieron en damnificados, de entrada les hizo la advertencia de que si recibían alguna ayuda no serían candidatos para recibir ayuda del gobierno federal; mucho de ellos desobedecieron la consigna y se apegaron a un programa humanitario iniciado por “Rancho La Puerta” y hoy en día cuentan con su vivienda y aquellos que se esperanzaron con la amenaza de la alcaldesa, pues siguen esperando esa ayuda que después de casi 10 meses no llega; transcurrieron pues los primeros meses de mandato sin vérsele cambios al gobierno.

Llegó 6 meses después lo que pensábamos era una epidemia que posteriormente fue clasificada como pandemia, se esperaba que se harían esfuerzos redoblados para afrontarla dictando medidas y en algunas cosas negociando con los actores políticos, económicos y sociales del municipio para evitar su propagación y solo se vio la medida que se bautizó como “toque de queda”, pero negocios que no se consideraban necesarios permanecieron abiertos en un municipio que se ha notado en este caso falta de liderazgo, con una letalidad altísima, en donde según cálculos han fallecido hasta el 30 de junio aproximadamente 110 personas relacionadas con el coronavirus; para una población pequeña es muy alto el índice.

Transcurrió pues el primer tercio de gobierno (Octubre a mayo) y la alcaldesa obtuvo una calificación en el desempeño del 3.5; es decir el 65% de los ciudadanos calificaban su gobierno como muy malo y con ello, se convertía de los 5 alcaldes de MORENA con la peor calificación.

Los habitantes del pueblo mágico de Tecate están molestos por la inseguridad en que se vive, por la falta de recolección de basura, el destrozo de las calles y el abandono de los jardines; independientemente recibió del cuerpo policiaco el mayor desprecio que un funcionario puede afrontar; el que le den la espalda en una ceremonia oficial en repudio a su proceder.

Ha navegado la alcaldesas Zulema Adams en aguas tormentosas, diciendo que tiene todo el apoyo del centro (Pero este no ha llegado a cristalizar los anhelos de los tecatenses), con problemas heredados de administración en administración que un buen político puede irlos capoteando, pero ella, lejos de cumplir con un buen gobierno, siguió endeudándose con el ISSSTECALI y haciendo mal uso de los dineros de los trabajadores, dejando sin protección a los miembros del cuerpo policiaco y sus familias; lejos de congraciarse con la ciudadanía se le hizo fácil establecer una alcabala para quienes fuesen a depositar la basura en el centro de transferencia y pagaran al mínimo 100 pesos por cada bote de basura que el ciudadano ordenado llevaba, esto no únicamente molestó sino que empezaron a pulular basureros clandestinos por todos los rincones con la consecuente contaminación.

Si el municipio históricamente no tiene fondos ni tan siquiera para salir con lo más elemental, en parte por el endeudamiento que ha sido objeto, se antoja unirse con la población y sobre todo con el gobernador para buscar que los programas de infraestructura se realicen, con los promotores de la iniciativa privada para paliar y enfrentar juntos la pandemia, lejos de ello, se enfrenta tanto a uno como a los otros y se queda sola con la esperanza de que “Del centro la ayudarán”.

Es iluso pues, pensar que sin el apoyo en primer lugar de la ciudadanía, sin el apoyo de un cabildo anodino y sin tener el apoyo del gobernador, las cosas se vayan a componer.

Únicamente le recordamos que hay leyes y reglamentos bien precisos que se deben de cumplir que consiste en llamar a junta al cabildo de acuerdo al programa que se establece, que una ausencia superior a 72 horas debe ser cubierta por uno de los regidores (¿Cuantos días lleva en México?) que en una separación del cargo superior a 15 días deberá pedir permiso y llamar a su suplente; porque el horno no está para bollos.

Terminó el primer tercio de gobierno, que en la corrida de toros es el de “Varas” y que mide la bravura y nobleza del animal; ya iniciaron el segundo mes del segundo tercio que sirve para saber por qué lado embiste mejor el animal, es el momento de poder hacer algo para recuperar un poco la esperanza de un municipio que hoy sufre por la pandemia y que más que nunca necesita de sus autoridades, porque de llegar como van al tercer tercio, que es el de la muerte, y en términos de ayuntamiento inicia en febrero de 2021, será demasiado tarde pues estaremos en plenas campañas políticas.

Dice el gobernador que el “Que tenga tienda que la atienda y sino que la venda”; con esto estimamos que no va a ver reelección.