Paco García Burgos, Consultor y analista político.

De repente resulta difícil encontrar noticias de política que nos alegren, de las cuales nos podamos sentir incluso orgullosos. Por eso cuando las hay, no podemos dejarlas pasar. Esta semana sucedió uno de esos episodios con la elección unánime de 4 nuevos consejeros electorales del INE.

Ese árbitro electoral ha sufrido embates prácticamente desde su creación. Fue necesario transformarlo de IFE a INE en la década pasada para aplacar el descontento de algunos partidos y líderes políticos por la elección de 2006. Aun cuando normalmente ha sido criticado por los perdedores de las elecciones, lo ha sido aún por los ganadores como sucedió en la última elección presidencial.

Cuatro consejeros dejaron su espacio este año y se dio paso a un proceso de selección que, a mi juicio, resultó exitoso. El comité técnico evaluador fue integrado por 7 personas propuestas por el Instituto Nacional de Transparencia, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Cámara de Diputados a través de su Junta de Coordinación Política. Este comité fue bien recibido en términos generales, salvo por uno de sus miembros propuesto por la comisión de derechos humanos, quien cumplió con la expectativa de darnos un poco de pan y circo a lo largo del proceso.

El comité evaluó aproximadamente 400 expedientes llevando a cabo muchas entrevistas y de entre los cuales surgieron 20 propuestas que se enviaron a la cámara de diputados. De estas propuestas surgieron los 4 nuevos consejeros: Norma Irene de la Cruz, Carla Astrid Humphrey, José Martin Fernando Faz y Uuc-kib Espadas. Los cuatro con experiencia electoral nacional y política, y con una trayectoria que seguramente enriquecerá al instituto.

Después del circo montado por el ya citado integrante del comité, y en el que participaron una treintena de diputados, el comité se mantuvo firme en su propuesta y la cámara inició negociaciones hasta llegar al acuerdo unánime de los grupos parlamentarios, con 5 votos en contra y 5 abstenciones, que para el caso no le quitan la unanimidad partidista a la decisión.

El trabajo conducido por el coordinador del grupo de Morena, el diputado federal Mario Delgado, fue honesto y transparente, eliminando la fácil pero perniciosa práctica de decidir con base en cuotas partidistas. Se buscó un consenso en torno a los propuestos, sin cartas marcadas, y dejando en claro desde el principio que no se recurriría a esa práctica de asignar a los partidos cierto número de espacios.

Bien por el comité, bien por la cámara de diputados, bien por el INE, bien por México.

paco@pacogarciaburgos.mx

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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