Cuentas las palomas y pichones de la aduana fronteriza de Tecate, que el administrador de la aduana de esa ciudad, David Pérez Tejada Padilla, se encuentra encerrado a cuatro paredes, alejado de la falsa sociedad (Como dice la canción), el motivo no es porque lo corrieran o lo entabicaran. ¡No! Sino porque es posible tenga Covid-19; así que si usted tuvo algún contacto con él, y siente los síntomas, es mejor que se presente a una clínica de salud a darse un chequeo, no sea la de malas.

Cuenta la historia que una persona que se desarrollaba en Tijuana pretendió gobernar Tecate con las siglas del PAN y sus opositores acuñaron la frase “Un Tijuana nos quiere Gobernar” y la gente reaccionó votando en su contra. Mucha gente votó por Morena subidos a la ola del tsunami López Obrador y otros votaron (Los menos) directamente por la candidata a la presidencia municipal Zulema Adams Pereira y razones de fondo había, sus padres muy queridos en el círculo social y económico del municipio, independientemente de la estirpe de familias fundadoras ligados con el apellido Adams con los Eyraud y otros más que siguen pesando en Tecate; eso le dio algunos votos.

Esto lo narramos porque la gente vieja de Tecate y los MORENISTAS que en su gran mayoría son personas de poco arraigo en Tecate pensaban que mucho de nuestros múltiples problemas con ella se iban a resolver, en razón a que los conocía al haber sido regidora del anterior ayuntamiento.

Han transcurrido 10 meses y le restan 14 de los 24 para los cuales se le eligió y estos problemas se han multiplicado lejos de irlos resolviendo, sobre todo la inseguridad y el manejo de las finanzas que se agudizan.

Ha tocado en suerte tener un cabildo a modo que le ha permitido salir de serias dificultades a pesar o más bien por no tener juntas ordinarias desde el mes de febrero y las extraordinarias han sido para aprobar o rechazar decretos del Congreso en su gran mayoría.

Regresando a aquella frase “Un tijuano nos quiere gobernar”, parece que a Tecate le cayó la maldición de la malinche; pues este fin de semana, después de estar un mes sin tesorero a la renuncia con dignidad del Ing. Darío Rivera que no se presta a “Macuachadas”, presentaron a quien ocupará su lugar a 5 de los 10 regidores y se trata de un “Cofrade” arrepentido de las filas del panismo, pero de ese panismo radical para los que todo lo de la izquierda apesta, como quién será el sustituto y por supuesto se trata de otro “Tijuano” de nombre Martín Domínguez Chiu y con ello llenar todas las posiciones (Perdón todavía el secretario es de Tecate) con gente de afuera específicamente de Tijuana; pues nos han dicho que el nuevo director del IMPLADEM es también de la cosmopolita Tijuana.

En un arranque de que “Nomás mis chicharrones truenan” y dicen algunos que por haber permitido que agentes estatales detuviesen a Cristian Alonso Casillas León en una vendetta destituyó la alcaldesa este fin de semana al Director de Seguridad Ciudadana Mayor, Orlando Hernández Porras, con la probabilidad de que el sustituto también sea importado.

Indiscutiblemente que la gente de Tecate votó por un cambio, pero se han dado cuenta que el asunto de la pandemia no ha sido atendido debidamente, que a los damnificados de octubre del 2019 no les han resuelto su problema, que las calles están destrozadas, que es un abandono total en parques y jardines, que es el municipio con mayor inseguridad y que cada uno hace lo que le viene en gana por la ausencia de autoridad.

A todo esto, súmele el divorcio total con el gobernador Jaime Bonilla y su gente, tanto del gabinete como sus representantes en Tecate.

Para terminar, únicamente hay que recordar que nos cayó la maldición de la malinche y que los morenistas de Tecate saben que les será muy difícil sostener la presidencia que habían ganado, pues si es cierto que a Zulema le quedan 14 meses, para el inicio de campaña solo restan 3 meses y a partir de entonces que nos daremos cuenta cómo van a reaccionar los tecatenses que sí quieren a su ciudad y como los morenistas que sí creen en su movimiento de la 4T.