PARTE 6

Por Emilio Sánchez Pérez.

Cronista  Municipal.

Taller de Historia de Tecate, A. C. 

En la edición anterior se publicó el plano que corresponde a la parcela número 14, donde se desarrolló el rancho de Don Ramón Contreras Preciado. Al investigar qué colonias o qué fraccionamientos se asentaron en el predio, nos dimos cuenta que muchos años atrás y muy recientemente, se ha cometido el error de acreditarle a la familia Contreras, la donación del espacio que ocupa La Casa de la Cultura y otras instituciones culturales, así como algunas dependencias federales de gobierno.

Hay que tener presente, que estos datos fueron producto de la metodología oral, narrados como verdaderos. Lo que ahora nos queda claro, es que estas dependencias están ubicadas en terrenos de los Villagrana que tuvieron en propiedad las parcelas 12 y 13. Desde luego, esto nos compromete a saber en cuál de los predios estaban instaladas las granjas, ya que el objetivo en nada varió: Producir en beneficio del pueblo.

Como ya lo hemos dado a conocer en otras ocasiones, uno de los principales asentamientos fue la popular “Colonia Militar”. La que sus pobladores orgullosamente refiriéndose a este espacio la nombran o mencionan como “La Mili”.

Ampliación militar, es una  segunda sección que inicia a la caída del pequeño cerro rumbo al Este, donde están construidas las últimas casas. A partir de estas viviendas, se aprecia una planicie convertida temporalmente en espacios deportivos.

El bulevar Colosio divide dos históricos predios, que tienen como referencia el cerro del “Lobo” conocido con el nombre cerro de “La Nopalera”. Hacia el Oeste quedó el “Rancho Contreras” y al Este, el “Rancho El Descanso”, que fue propiedad del militar José de Gracia Félix (Personaje del que escribiremos brevemente, sobre su arribo a Tecate).

Otro de los puntos de este predio en referencia, es el parque de la Colonia Guajardo, donde se ubica la Estación de Policía.

Pasando el río cercano a los campos de fútbol,  se encuentra una lanzadera, sólo que ésta opera con camiones de carga pesada, propiedad al parecer de la familia González.

A corta distancia del río Tecate nació “Quinta Herminia”, un complejo habitacional, con sello de distinción de elegancia para la época. Fue en su tiempo un proyecto muy ambicioso, planeado por el señor Angulo y la señora Mini (su esposa).  La idea fue construir  cierta cantidad de casas para rentarlas, lo que vendría a representar el bienestar familiar en el futuro.

El señor Angulo era un funcionario público en Estados Unidos, por lo que sus servicios eran muy bien remunerados y contaba  con el recurso económico para la inversión. La señora Mini era propietaria de la tierra -herencia de los abuelos-, lo que permitió que el plan  fuera coronado con éxito.

Como referencia en el presente, “Quinta Herminia”, proyecto de sueños y esperanza está rodeada de añejas palmeras, arboledas eucalípticas y árboles de otras especies, situada entre la calle Zaragoza y privada “Quinta Herminia” (Nombre que honra la memoria de uno de sus propietarios), dejando como testimonio lo hecho en el pasado.

Patrimonio de un presente, en sí, esto fue lo que logramos encontrar en el espacio de ocupación de la parcela número 14 del señor Ramón Contreras Preciado. Predio en el que aun como buenos administradores, sus herederos cuentan con algunos espacios para la venta.

Uno de los grandes anhelos de la señora Emilia (Nieta de don Ramón), fue que algún día las autoridades fijaran la vista en aquellos hombres  que acortaron distancia desde su lugar de origen en carretas, caballo y mula; en busca de un espacio de  paz para vivir al lado de sus familias, con las que en su mayoría hicieron el viaje y que dieron origen al hoy convertido Pueblo Mágico de Tecate.

Cada uno de estos hombres tiene el mérito según su aportación. Unos recibieron tierras y las vendieron, otros las abandonaron.

Doña Emilia Romero, murió sin ver cristalizado su sueño de que se les hiciera justicia a los fundadores del pueblo, entre ellos su abuelo (quien es un claro ejemplo de aquellos pioneros que se arraigaron  a estas tierras). 

Ojalá, en alguno de los espacios que están baldíos, pendientes por construir en la parcela número 14, se le dé un rinconcito en una calle, cancha deportiva o un fraccionamiento que lleve el nombre de “Don Ramón Contreras Preciado”; que se inmortalice la memoria de este personaje.

Me platicaba doña Emilia Romero, a quien recuerdo con mucho cariño, que cuando a su abuelo le señalaban  algún error cometido, sacaba a relucir su frase favorita “No soy monedita de oro de veinte dólares para caerle bien a todos”

José de Gracia Félix.

Militar de carrera, según testimonios nació en Álamos Sonora, en el año de 1820, a finales de la década de 1870.

Viajó a Tecate en compañía de su esposa, Juana Villa y sus hijos: Francisco, Margarita y Luis, nacidos en Los Ángeles Alta California, respectivamente en los años 1870, 1872 y 1874. En Tecate, nacieron Sixto, en 1880; Benito, en 1883 y Paz, en 1884.

Don José de Gracia Félix, recibió del gobierno la parcela número 17 que formaba parte del censo de las 54 parcelas que integraba inicialmente la Colonia Agrícola de Tecate. Con una superficie de 85.50 hectáreas, colindando al Norte con las parcelas numero 15 (propiedad de don Antonio Solís), donde se encuentra el panteón municipal número 1 “San Ignacio” (que oficialmente este sería el nombre correcto). Hacia el mismo rumbo, también colindaba con la parcela 16 que le perteneció al señor Jesús Félix (cuñado de Joaquín Murrieta “El Patrio”)

Lo anterior, lo afirman fuentes consultadas; hacia el Este tenía como vecino a Juan de Dios Ortega, que contaba con el dominio de la parcela número 18. En cuanto al Sur, era limitado por terrenos codificados como bienes nacionales; el Oeste lo limitaba la parcela número 14 (propiedad ni más ni menos que de su yerno don Ramón Contreras Preciado, que le diera 7 nietos al contraer matrimonio con su hija Margarita).

El predio originalmente llevó el nombre “El Descanso”, donde florecieron las colonias “El Descanso”, “Ampliación Descanso” y una fracción de la colonia Cucapá. En estos asentamientos, se cuenta con la “Casa del Migrante”, oficinas de gobierno, Partida Militar, un comercio muy bien desarrollado, así como un templo católico a donde acuden todos los feligreses que profesan esa religión.

Justo detrás del recinto católico, en una pequeña loma estaba el panteón familiar de Los Félix, del que poco o nada importó a las autoridades  cuando les fue notificado de su existencia. Y no fue sino hasta el 2016, cuando las máquinas al rebajar el cerro, dejaron al descubierto algunas tumbas. Con reserva a la verdad, me atrevo afirmar que en ese panteón fue sepultado el sonorense de profesión militar, José de Gracia Félix, que falleció en Tecate el 14 de julio de 1896.    

COMO USTED PODRÁ NOTAR AMABLE LECTOR: EN CADA UNO DE LOS LADOS ESTÁN LOS VESTIGIOS DE LAS TUMBAS, LO QUE CONFIRMA LA VERDAD DE LA EXISTENCIA DEL PANTEÓN HACE 18 AÑOS.

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