Por: Francisco García Burgos.

En el tema económico, el país se encuentra al inicio del proceso electoral, en una crisis que apenas deja ver sus dimensiones. Ya desde el año pasado, México acusó un estancamiento económico pero éste se ha visto acentuado a raíz de la pandemia.

La necesidad de cerrar la economía en el primer semestre de 2020, ha tenido consecuencias durísimas para la población. Según el promedio de crecimiento que hacen varias instituciones, decreceremos este año hacia un -10% del PIB.

Entre los meses de febrero y mayo de este año, 16 millones de mexicanos entraron a pobreza extrema, según el Programa Universitario de Estudios de Desarrollo de la UNAM. De acuerdo con este programa, el número de personas en esa condición social creció de 22 a 38 millones en ese período. Es decir, se incrementó en un 72%. Esta es una cifra escalofriante.

Por otra parte, el 92% de las empresas sufrieron alguna afectación a raíz de la pandemia. De ellas, más de 10,000 pymes cerraron sus puertas, y recordemos que es de este tipo de empresas de las que dependen más de 1 millón de empleos que ya se perdieron.

Sólo el 7% de las empresas dicen haber recibido algún tipo de apoyo según los datos del INEGI. Dado que las Pymes son el mayor empleador del país, se ve la necesidad de respaldar su reactivación para que sea a través de ellas, como se incremente el empleo formal nacional.

Estas dos realidades tenderán a recrudecerse en los siguientes meses, dado que todo indica que durante el invierno habrá un rebote del Covid 19. En el mejor de los casos, la vacuna se podrá empezar a aplicar en México a principios del año próximo 2021.

Esto quiere decir, que la posibilidad de que la economía vuelva a cerrarse no está lejana, aun cuando los números de decesos y contagios acusan una mejoría que, sin embargo, está lejos de permitirnos volver a la normalidad.

Los programas de apoyo directo a través de dinero depositado en las cuentas de ancianos, estudiantes, jóvenes construyendo el futuro, etc., serán sin duda un paliativo para la pobreza extrema. Pero el ritmo al que se han incorporado 16 millones de mexicanos hace que las finanzas no puedan sostener este mecanismo por mucho tiempo y en montos suficientes. De ahí, que la solución de fondo es impulsar el empleo para que no sea el presupuesto del gobierno la única fuente de ingresos para millones de mexicanos cuyo futuro no se ve promisorio.

Este crecimiento de la pobreza extrema ataca directamente a la base de apoyo de MORENA. Mucha gente que ahora ve su economía mermada o incluso eliminada, la pensará dos veces antes de darle su voto al partido en el poder.

Me parece que esta situación económica es la más grande amenaza que tiene el movimiento para ganar la elección del 2021.

Contacto: paco@pacogarciaburgos.mx

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-