Por el Psic. Felipe Aguilera Calleros.

Los trastornos de sueño en niñas y niños son una problemática muy frecuente. Padecer de trastornos del sueño, tiene que ver con la dificultad para dormir del menor, dormir en momentos en los que no se debe o tener un sueño exagerado.

¿Cuáles son los trastornos del sueño?

Piernas inquietas. En este trastorno la niña o niño comienza a dormir sin ningún problema, pero mantiene movimiento constante, como su nombre lo indica: las piernas. Se convierte en un problema si el movimiento es repetitivo y aparece de forma prolongada, pues esto provocará que el menor no pueda descansar adecuadamente y se sentirá cansado durante el transcurso del día, lo que evidentemente afectará su calidad de vida.

Insomnio. Hace referencia a cuando le es difícil al menor conciliar el sueño, o bien mantenerlo. Por lo tanto, se está despertando continuamente por lapsos de tiempo, ocasionando que el descanso no sea reparador y siga cansado al día siguiente.

Síndrome de retraso o adelanto de fase. El retraso de fase, hace referencia a la dificultad del menor para dormir durante las noches, siendo complicado despertar por las mañanas. Lo cual repercute en su rendimiento durante el día. El adelanto de fase se refiere a que el sueño comienza antes de lo deseado y lo mismo sucede a la hora de despertar (despierta demasiado temprano).

Trastornos respiratorios. Aquí se engloban todos los problemas relacionados a la respiración que afectan la calidad de sueño. Roncar, apnea, asma, entre otros problemas respiratorios dificultan la capacidad para dormir.

Parasomnias infantiles. Las pesadillas son de lo más común, y todos las hemos experimentado algunas veces. Y se vuelven un problema si se experimentan de manera repetitiva y constante.

Existen los terrores nocturnos, que tienen la interesante característica de que al experimentar una pesadilla el menor puede “despertar” de forma parcial, moverse e incluso pedir ayuda, aunque en realidad aún sigue dormido. Después de transcurrido el episodio, el menor suele despertar sin recordar lo que sucedió.

Y por último hablaríamos del famoso sonambulismo, situación en donde el menor puede moverse, hablar e incluso caminar mientras duerme; es muy desconcertante, pero muchas veces no llega a ser un problema y es una situación que deja de presentarse con el tiempo.

Hipersomnia. Contraria al insomnio quienes la padecen tienen dificultad para mantenerse despiertos, claramente representa una dificultad para mantenerse en estado de vigilia.

Narcolepsia. Es una versión de la hipersomnia, pero más peligrosa, pues en esta condición la persona cae dormida completamente de forma repentina. Es poco frecuente en niñas y niños.

Y algo que aplica para todas las edades:

No importa cuantas horas duermas, siempre necesitaras dormir: ¡Sólo 5 minutos más, por favor!

¡Nos vemos en la próxima publicación!

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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