Psic. Felipe Aguilera Calleros
Parece que el último año ha representado un gran reto para todos nosotros, muchos cambios en nuestra vida, nuevas formas de comunicarnos, distintas formas de convivir, nuevas rutinas.
La vida parece ser más difícil. Quizás, para algunos pocos más sencilla; lo que nadie puede negar es que hemos tenido que aprender, y lo seguimos haciendo. Los niveles de estrés han tendido a elevarse en gran parte de la población, y hay ocasiones que este estrés se vuelve complicado de manejar.
Este estado de estrés elevado, puede provocar que en ocasiones quienes están a nuestro alrededor puedan percibirnos como más negativos, o pesimistas, de lo que éramos anteriormente. Y puede ser no sólo una percepción de terceros, y que en verdad estemos reaccionando de manera más áspera en nuestras interacciones sociales y/o conductas.
Fácilmente viviendo bajo estrés, eso que llamamos “sinceridad”, puede estar lastimando y/o creando fricción con quienes nos rodean. Nos volvemos intolerantes.
¿Recuerdas cuando aquel compañero de oficina te jugó una broma el día que no estabas de buenas? ¿Cómo reaccionaste?, o tal vez un amigo que no estaba de acuerdo contigo, al ponerse insistente, casi te saca de tus casillas, tu forma de reaccionar y de sentir dependerá de tu capacidad de tolerancia.
La tolerancia tiene distinto significado para cada persona, para algunos representa un buen valor, y para otros es señal de sumisión. Lo que también es cierto es que implica nuestra capacidad para “soportar”.
¿Por qué tolerar?
Socialmente ser tolerante representa la idea de: “No comparto esa idea, pero lo acepto”, ¿Aún sigue pareciendo que estamos perdiendo el juego verdad? Pero depende de la forma en que lo veamos.
El ser tolerantes nos convierte en personas más equilibradas, maduras, empáticas y menos propicias a actuar impulsivamente, lo cual nos da más valor a nosotros mismos, sobre todo dentro de la dinámica de una sociedad.
Pero ¿hasta dónde debemos ser tolerantes?
Debe existir un justo equilibrio, igualdad entre las dos partes que exponen sus ideas, si sólo una de ellas se “somete” ya no estaremos hablando de práctica de tolerancia.
Para que una situación se resuelva de manera justa se deben ver por los intereses de todos los involucrados, y claro permitir el exponer las diferencias.
“Cuando entiendas que hay otra forma de ver las cosas, entenderás el significado de la palabra tolerancia”
¡Nos vemos en la próxima publicación!
-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-
