Por: el Psic. Felipe Aguilera Calleros.
El miedo y las preocupaciones producto de la pandemia parecen ser ya parte del modo habitual de vivir día a día. Vamos para fin de año, y aquel problema que hace unos meses parecía estar del otro lado del mundo, nos acompaña aun si somos parte de quienes han tenido la suerte, de no contagiarse.
Ante el temor, la incertidumbre y la necesidad de habituarnos a las nuevas reglas sociales podemos llegar a sentirnos indefensos, expuestos o incluso perdidos.
¿Quién no quiere volver a tener la tranquilidad y libertad anterior a la llegada del Covid-19? Creo que todos lo queremos, sin embargo nuestra realidad actual no nos lo permite, y al vernos imposibilitados por lograr un cambio rotundo y rápido, no podemos simplemente dejar que nuestra forma de vivir se convierta en un sufrimiento constante.
Tenemos que salir adelante, y veamos esto como una oportunidad no sólo de adaptación para vivir bajo esta “tormenta”, sino de aprovechar el tiempo y prepararnos para esos cambios que aún nos esperan en un futuro ya no tan lejano.
Solíamos vivir de forma acelerada, con un ritmo de vida que no nos dejaba tomarnos un respiro para vernos, conocernos, comprendernos a nosotros mismos. Ahora, sin pedir ninguna opinión, a muchos se les presentó la oportunidad de volver a reencontrarse consigo mismos, si tú eres de esas personas, aprovéchalo.
Y esa pausa que, para algunos, fue monótona o aburrida, brinda la oportunidad de hacer cosas nuevas, que si bien no es una obligación el salir de esta pandemia con una nueva carrera, o dominando al 100% un nuevo idioma; claro que podemos leer un nuevo libro, recuperar algunos hobbies abandonados, casi olvidados que solíamos disfrutar hace no meses, sino años”
- Leer.
- Escuchar música.
- Bailar.
- Mirar otro tipo de series al que acostumbramos.
- Meditar.
- Escribir.
- Cantar.
- Hacer manualidades.
- Aprender a coser, o tejer.
- Dibujar o pintar.
- Aprender a jugar videojuegos.
- Preparar nuevos platillos en tu cocina.
- Darle atención al jardín.
- Jugar con las mascotas o adoptar una.
- Planificar un nuevo proyecto.
- Desempolvar esa vieja guitarra o aprender lo básico de algún instrumento.
- Mejorar habilidades en fotografía.
La lista de posibilidades sigue y sigue.
Cuida tu salud, tanto física como mental. Practica hábitos saludables, por ejemplo, al conversar con las personas evita hablar de la pandemia. Y este punto es doble, no olvides conversar, con esto quiero dar a entender el mantener la relación con otras personas, no estás solo, no lo estamos, y aprendamos las nuevas formas de comunicarnos y convivir.
Y en esta lucha, recuerda, estamos todos. No te desgastes observando lo que hacen mal las otras personas, la lucha no es entre nosotros, no es con el vecino, con el compañero, con otros clientes, o un transeúnte en la banqueta.
El enemigo es el virus, céntrate en hacer tú las cosas lo mejor que puedas, cada quien hace su esfuerzo como puede.
Y no olvides que si te sientes completamente perdido, siempre puedes pedir ayuda u orientación.
“Hay ocasiones en que los cielos más oscuros, es donde vemos a las estrellas más brillantes”
¡Nos vemos en la próxima publicación!
-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-
