Por el Psic. Felipe Aguilera Calleros.

¿Qué es lo primero que un bebe hace al llegar al mundo? Claro, todos esperamos ese anhelado llanto después de 9 meses de gestación, un grito tal como si fuera el himno de una nueva vida en este mundo ¡Y claro un ser que es amado desde hace ya 9 meses! Así inicia todo, con un grito.

¿Por qué gritamos?

Aprenderemos a gritar y llorar para obtener nuestros primeros alimentos, para avisar que tenemos frio o sueño, o porque tenemos algún dolor, por lo menos hasta que desarrollemos la capacidad de hablar; pero a lo largo de la vida gritaremos si nos asustamos, cuando la alegría nos inunde, cuando recibamos una gran sorpresa y también cuando necesitemos confrontar a otros.

Gritamos para parar un taxi o un camión, gritamos para alcanzar al “señor de las nieves”, también cuando hay un gol y cuando casi hay un gol, gritamos en los conciertos, gritamos cuando debemos gritar y a veces cuando no. Gritar es parte de la sociedad y del ser humano.

Esta forma de expresarnos lleva la intención de alertar, puede ser sobre algo bueno o algo negativo, lo cierto es que gritamos cuando nuestras emociones de desbordan.

En ocasiones se puede llegar a gritar por la sensación de incapacidad, cuando por ejemplo tratamos de transmitir un mensaje. Si el grito es agresivo tal vez tengamos la intención de bloquear la expresión de la otra persona, probablemente callarla, si es descontrolado es probable que quien quede callado por la afonía somos nosotros mismos.

¿Qué pasa si soy muy reactivo y tiendo a gritar cuando me enfado?

Existen varias señales que regularmente anteceden a ese desborde de emociones:

  • La temperatura del cuerpo aumenta.
  • La mandíbula se tensa.
  • También se tensan los músculos faciales de la frente (ceño)
  • El corazón de acelera.

Si quieres controlar el impulso de gritar cuando llega la ira, tienes que estar atento a estas reacciones, para tener conciencia de lo que sucede dentro de ti y puedas manejar la situación de una forma más conveniente.

Date tiempo, respira profundamente y sal a caminar un poco, cuando tu mente este más fría, será sencillo expresar tus sentimientos sin reproches ni tanta carga emocional.

Gritar no es malo, es una válvula de escape para todas esas emociones que contenemos dentro de nosotros, cuando gritamos nos cargamos de energía, consumiendo más oxígeno y mejorando los niveles de este en la sangre. Gritar ayuda a evitar la depresión entre otros padecimientos.

 “No acumules silencios, grita de vez en cuando”

16 de Abril día Mundial de la Voz.

¡Nos vemos en la próxima publicación!

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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