Por: Psic. Felipe Aguilera Calleros.

Cuando nuestros hábitos y rutina cambian, puede presentarse un desajuste emocional que en ciertos casos nos pueden llevar a una depresión, como lo es la depresión postvacacional. Esto es porque solemos acostumbrarnos y adaptarnos a un modo de vida en donde lo principal es relajarse y frecuentar actividades de ocio. Volver al ámbito laboral puede ser complicado.

Cuando las vacaciones llegan a su fin o cuando nos acercamos a esa fecha, quien no lleva bien el regreso al trabajo, sufrirá una alteración en su estado emocional, sintiendo malestar, el cual no puede ser explicado por alguna otra complicación médica. La depresión postvacacional es un problema, no tan grave, que suele desaparecer con el paso de los días.

Recordemos que la base de esta problemática es debido al cambio de rutinas, así que con el paso del tiempo la persona se adaptará física y psicológicamente a la rutina natural nuevamente. Todo este proceso es inconsciente y automático, aunque en ocasiones puede ser recomendable buscar el apoyo psicológico para sobrellevarlo y acortar tiempos de adaptación para alcanzar un equilibrio emocional saludable.  

¿Cuáles son las alteraciones que podemos percibir en otros, o vivenciar en caso de padecer esta depresión postvacacional?

Desorganización  en la gestión del tiempo, provocando frustración y malestar.

Rumiación de pensamientos al evocar una y otra vez los recuerdos de las vacaciones que ya no se podrán continuar experimentando. 

Implicarse en las tareas del día a día se vuelve una tarea complicada ya que hay falta de motivación. 

Además pueden presentarse alteraciones en los horarios de sueño, sintiendo cansancio cuando se debe estar en estado de vigilia o teniendo dificultades para dormir cuando llega el momento de hacerlo.

A pesar de todo esto no hablamos de un trastorno tal cual, el término “depresión postvacacional” es utilizado para señalar este estado emocional y desajuste experimentado mientras se logra la readaptación al trabajo. Es importante que en caso de necesitarlo se acuda a terapia psicológica.

“Lo único imposible es aquello que no intentas”

¡Nos vemos en la próxima publicación!

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-