Relatos de Ultratumba

Por: Jorge Vargas.

Karla era una joven estudiante, trabajaba en un bar para pagar sus estudios. Un día entró al bar un joven de aspecto desaliñado, pidió un café, pagó con una moneda vieja y se quedó dormitando en la mesa.

Anocheció y el encargado lo quiso echar, pero Karla intercedió:

-Afuera hace mucho frio, seguro no tiene donde pasar la noche.

-Me da igual, si quieres llévalo a tu casa-, le contesto el encargado.

Ella despertó suavemente al joven y le pidió que se marchase, él se marchó sin percatarse que ella había introducido un billete de 10 euros en su bolsillo.

El bar cerró y Karla como ya no tenía dinero para el taxi, optó por caminar hasta su casa, hacía frio, así que apresuró el paso, pero se percató que alguien la seguía, podía escuchar sus pasos. Ella caminó lo más aprisa que pudo, todo estaba solitario y no podía pedir ayuda a nadie.

En eso vio un bar abierto, entró pensado en llamar de ahí a su amiga para que la recogiera en su carro. El bar estaba vacío, sólo había una joven que limpiaba el mostrador.

Karla le explicó su situación, la empleada le dijo: “entiendo que estés asustada, si quieres puedes pasar la noche en mi piso que queda cerca”
-No, llamaré a mi amiga- le dijo.

Pero no encontró su celular, y no sabía su número de memoria; entonces, de nuevo la camarera le ofreció su piso, Karla aceptó, la joven le parecía bondadosa.
– Voy a ver que todo esté en orden en la despensa y luego nos vamos.

Regresó, y juntas abandonaron el bar, llegaron a un edificio destartalado. Karla lo miró sorprendida, pero la otra joven le dijo que aunque parecía viejo, por dentro no estaba mal; entraron y todo parecía ruinoso, pero no tuvo tiempo de decir nada más.

Entonces, un hombre surgió de la sombra la agarró con fuerza tapándole la boca, y la camarera en vez de ayudarla solo sonreía.
– Ironías de la vida, por huir de un chico malo, caes en manos de otro peor. Él, es mi hermano gemelo, y le gustan bomboncitos como tú, lo llamé mientras iba a la despensa, él te hará el amor y yo miraré, ya que me gusta mucho hacerlo.

Y después, lo siento por tí, no podemos dejar testigos.
Entonces, el hombre la arrastró hacía dentro, dispuesto a violarla, pero entonces pasó aquello…

¡De las tinieblas surgió un enorme lobo negro! ojos color sangre.

La camarera al verlo salió huyendo aterrada, el hermano tiró a Karla y se enfrentó a la bestia sacando una navaja, pero un lobo gigante no es lo mismo que una chica indefensa, así que cayó al piso con la garganta destrozada, Karla al ver esto se desmayó de pánico.

Ya era de día cuando ella recobró el conocimiento, el cadáver del gemelo estaba ahí, en un charco de sangre, pero el lobo había desaparecido. En eso Karla, vio dos papeles bajo un fragmento de tela: uno, era un billete de 10 euros, y el otro era un papel donde estaba escrito:

Perdona que te siguiera anoche, pero quería devolverte el billete…los lobos no necesitamos dinero.

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas