Taller de Historia de Tecate, A.C.
Por: Emilio Sánchez Pérez
Legendaria institución educativa, que abrió a la niñez las puertas del saber, el año de 1922. En esa época Tecate, contaba con 24 comunidades entre ranchos y rancherías, incluyendo la cabecera municipal, que era la de mayor población con 265 hombres, 228 mujeres, haciendo un total de 493 habitantes, de las 24 poblaciones que integraban el municipio, 568 eran hombres, 448 mujeres, arrojando un censo de población de 1016, habitantes.
Como es del conocimiento de muchos, la escuela Padre Kino, inició en los espacios que hoy ocupa el Colegio de Bachilleres, Plantel Tecate; 24 años más tarde se trasladan al nuevo edificio, ubicado entre las calles Eufrasio Santana y Alberto Aldrete, avenida Revolución y callejón Reforma.
La escuela fue inaugurada el 20 de diciembre de 1946, a las 12 del mediodía; a la que se dieron cita el Jefe Político del Territorio, y el Subdelegado de Tecate. No debemos dejar en el olvido esta fecha tan significativa para la historia de la educación, en la que en este mes del 2021, se cumple el LXXV, o sea el 75 aniversario de la reubicación de la institución.
Entre más se conozca la historia y sea divulgada, más se fortalece la identidad de los pueblos.
En la primera etapa de su funcionamiento, nos encontramos que la mayoría de niños y niñas que acudían a la escuela, eran hijos y nietos de los fundadores del pueblo, así lo revela un documento que contiene un listado de alumnos que refleja individualmente pequeñas cantidades de dinero, lo que nos demuestra que desde aquellos tempranos tiempos los profesores les inculcaban el hábito del ahorro a sus alumnos.
La segunda etapa, ya instalados en el nuevo edificio, es alumnado muy conocido, que aún tenemos el privilegio de convivir con ellos. El documento de donde se están tomando los datos es muy interesante, pero a la vez, por lo relevante del contenido se debe guardar respeto y un poco de discreción al respecto, porque no creo que estos señorones encumbrados en la política y reconocidos empresarios, se sintieran cómodos al conocer este material, que a decir verdad la pobreza no es ningún delito.
Pero por si al caso nos reservamos dar a conocer el contenido. ¿Qué tan saludable es saber y respetar nuestros orígenes? Bien vale cuestionarlos con esta frase:
¿Qué árbol se sostiene sin sus raíces?
Hermosa imagen del edificio de la Escuela Padre Kino, inaugurada a las 12 del medio día, el 20 de diciembre de 1946.
Con la finalidad de que la Escuela Padre Kino, contara con su propio edificio, se formó un patronato entre los que se distingue la figura de don Antonio Guirbau y don Pepe Amador, a los que se integraron otros valiosos ciudadanos con la misma intención.
Toda esta lucha que culminó exitosamente con la construcción de tan distinguida institución y gracias también al espíritu de altruismo de la familia Romero Downey, que donó el predio para la edificación, con la condición de que la primaria llevaría el nombre “Escuela Irineo Romero”
Pues bien, ese compromiso nunca se cumplió. Con el correr del tiempo la calle donde se ubica la escuela, llevó el nombre de don Irineo Romero, y de pronto fue cambiado por el de Aldrete.
Doña Lupita Downey, al ver lo que consideró una injusticia, protestó por medio de un escrito girado a las autoridades, pero nunca se resolvió.
La nomenclatura es una ciencia auxiliar de la historia y muy delicada en su aplicación, misma que se debe estudiar y analizar con mucho cuidado con respecto a los méritos del personaje, del objeto o sitio, para recibir tan honrosa distinción.
En la nomenclatura se ven horrores y se cometen errores, como el que se cometió con el pueblo de Tanama, cuando se funda la delegación; que fue de más peso un grupo de invasores que logró cambiar el nombre a un ícono de época prehispánica, fortalecido por un gran número de pioneros colonizadores dedicados a la agricultura, ganadería y minería, que lamentablemente en una reunión de cabildo en segundos se perdieron más de doscientos años de historia.
Así podríamos seguir aumentando la lista de decisiones equivocadas, en las que no es falta de voluntad de las autoridades, sino el desconocimiento de nuestra historia. No se pretende buscar culpables, sino como en equipo hacer mejor las cosas.
En el año de 2022 se cumplirá el primer centenario de la fundación de la Escuela “Padre Kino” por lo que hay que ir pensando de qué manera retribuir, por lo mucho que recibimos de esta honorable institución.
Aportación histórica por
Emilio Sánchez Pérez
Cronista Municipal
-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-
