En calidad de pregunta o de afirmación si el gobierno del Ing. Jaime Bonilla Valdez sea o será un gobierno espejo de el del Presidente Andres Manuel López Obrador.

En la suposición de que así suceda, se contarán por miles los despedidos de inmediato de las diferentes oficinas de gobierno en todo el Estado, siempre y cuando estos sean de los llamados funcionarios y empleados “De confianza” a fin de limpiar toda presencia de panistas y priistas que se han incrustado en la Administración Pública, se estima al mínimo 25 mil personas que quedarán desempleadas y darán paso a quienes vinieron trabajando durante años en favor de MORENA.

Dentro del equipo del futuro Gobernador, se reconoce hay equipos perfectamente definidos, aquellos quienes desde antes de conformarse morena han sido amigos de toda la vida y han caminado juntos en las buenas y en la malas, gente con prestigio reconocido como lo es el Lic. Ruiz Hernández o Mario Escobedo; políticos de antaño que lo han apoyado en su momento como lo es Xicoténcatl Leyva Mortera y aliados de nuevo cuño como Catalino Zavala, Amador Rodríguez Lozano o Pedro Ochoa quienes han estado reforzando con sus conocimientos, primero la campaña política, los cuadros electorales y lo que es la transición de gobierno; estos grupos disímbolos entre sí se han ajustado al proyecto de gobierno y han demostrado lealtad a quien será el jefe máximo del Estado.

Mas sin embargo cada uno de ellos busca con su influencia recomendar a quienes ocuparán puestos menores en un gobierno que se antoja reducirá las posiciones y buscará el ahorro, y por ello también aquí será espejo del federal.

De ser así, debemos de esperar los cambios de fondo y radicales hasta en la forma de hacer gobierno, en primera desterrar todo lo que huela a PAN o PRI, gobernar dando a la iniciativa privada su lugar pero recordándoles que deberá marcarse una línea entre la política de Estado y el poder económico y a mayor abundamiento cuando el Gobernador electo viene de ese sector.

Se esperan pues sorpresas y un cambio radical en hacer gobierno al cual no estamos acostumbrados.

Eso, siempre y cuando sea un gobierno espejo con el federal.