Por Alfonso Caballero Barragán.
“ATOLE CON EL DEDO”
Hace varias décadas los abogados tecatenses teníamos que acudir a la Ciudad de Tijuana, B.C., para llevar a cabo los juicios civiles, mercantiles, familiares, juicios penales y laborales. Poco a poco, el Colegio de abogados fuimos solicitando que se incorporaran en Tecate los Juzgados, el cual al principio fue mixto, se llevaban asuntos penales y civiles. Posteriormente se solicitó que se creara la junta especial de trabajo para estar evitando las idas a Tijuana, los emplazamientos y que tanto el cliente como el abogado perdiéramos todo el día en trasladarnos, evitando los gastos y costo que se ocasionaban por las largas distancias.
Hoy el Juzgado Civil y el Juzgado Penal son independientes, como el juzgado penal tradicional y el penal oral. Tecate requiere ya de un juzgado familiar y demás secretarias para el juzgado civil. El escrito presentado por la barra de abogados al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y al Consejo de la Judicatura y las críticas que se hicieron en contra del Partido Judicial, parece que dieron frutos y que el próximo lunes se inician las labores en el Juzgado con un estricto protocolo para solicitar ver expedientes y presentar las promociones, NO SE llevarán a cabo el desahogo de las pruebas testimoniales, confesionales y a cómo vaya avanzando y desahogándose la carga de trabajo, se verá la actualización de dichas pruebas. Ojalá que sea cierto y que no nos vayan a dar atole con el dedo y solo se vayan a concretar a llevar las actividades en una forma administrativa sin darle solución completa a la realidad que está viviendo nuestra Ciudad y que el TSJ cumpla con las necesidades esenciales del juzgado para el buen desempeño de sus labores. La capacidad de captación de la ciudad de Tecate es comparativo a cualquier juzgado de la ciudad de Tijuana en volumen, y se ha dado el caso que se llevan más juicios en nuestra entidad que en otros juzgados de la Ciudad vecina antes mencionada. En hora buena abogados, por exigir la apertura de nuestro templo de trabajo.
Por lo pronto, voy a hacer alusión de mi punto de vista al dictamen que fue presentado para reformar algunos artículos de la constitución Política del Estado y como consecuencia la ley orgánica del poder Judicial.
Se está pidiendo en dicho dictamen que desaparezca el consejo de la judicatura y se establezca una junta de Administración, Vigilancia y Disciplina, que deberá ser integrada por los mismos magistrados del Tribunal Superior de Justicia. Número dos, que el Gobernador del Estado presentará una terna ante el Congreso para el nombramiento de los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado y del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa toda vez que el congreso tiene la facultad para nombrar por mayoría a los Magistrados del tribunal y si son ratificados o no.
Asimismo la creación de nuevos juzgados de acuerdo a la población, así como salas unitarias que se repartirán en todo el Estado, por ejemplo la Sala Civil y penal, para evitarnos ir a la Ciudad de Mexicali para presentar las apelaciones y los amparos que en el momento determinado sean remitidos a los tribunales Colegiados.
Hace aproximadamente 15 años les sugerí a varios magistrados y a la Cámara de Diputados que era necesario que se trasladaran dos salas, es decir, la penal y Civil hacia la zona de Tecate, Tijuana, Rosarito y Ensenada y así evitarnos estarnos trasladando a la Ciudad de Mexicali. Todos me garantizaban que si se iba a hacer y yo les pedía que ojalá tomaran en cuenta y dichas salas aparecieran o se constituyeran en la Ciudad de Tecate, para que así la gente de Ensenada, Rosarito y Tecate incluyendo Tijuana, nos quedará más cerca. Es el momento que si se admite dicha reforma, de forma inmediata solicitemos al Poder Ejecutivo y legislativo que se tome en cuenta la ciudad de Tecate para que sea el centro de las demás ciudades y así elevar un poquito más la economía de nuestra Ciudad.
Otra de las posturas que yo había presentado hace años, era que el Consejo de la Judicatura estuviera formado por abogados litigantes y que cada colegio o barra de abogados presentara los abogados que consideraran fueran aptos para desempeñar dicha función. No se requiere de ser abogado para darse cuenta que los mismos magistrados al crear el consejo ellos mismos, no habrá quien les supervise los gastos, los presupuestos, las quejas o las denuncias, pues ellos mismos serán sus supervisores, serian juez y parte a la misma vez.
El nombramiento de la terna por el señor Gobernador y calificada por el Congreso sería una intromisión del poder ejecutivo en el judicial y del poder legislativo a su vez en el judicial, en pocas palabras, es como si el TSJ le nombrara al poder ejecutivo a su secretario general de gobierno y la otra de que el TSJ por medio de sus magistrados le nombrara los diputados que deberían de constituir con el Congreso del Estado. En pocas palabras mis queridos abogados, mi propuesta en concreto sigue siendo la misma, de que las salas si se llegaran a crear se ubiquen en la Ciudad de Tecate, B.C., para tener un municipio judicializado y que el consejo de la Judicatura se formará por lo menos con tres o cuatro abogados postulantes y calificados por las barras y colegios de abogados. En ese caso ya la pensarían los magistrados en realizar una mala conducta o un señalamiento de corrupción. Actualmente el consejo de la Judicatura no deja de ser parte de los mismos del TSJ.
UNA BELLA DAMA
Silvia Dunstan Bariloni, nació el 21 de mayo de 1937 en la Ciudad de Ensenada, Baja California. Hija de José Antonio Dsntan y Ma. Luisa Bariloni. Egresada de la Academia Pittman con una carrera en documentación comercial y mecanografía.
Su señor padre era celador de la aduana en tiempo de la administración de Pablo Márquez, si no mal recuerdo, y otro de los Celadores de aquellos tiempos era Ramón Arce. Dicha Familia vivía en el callejón Madero a espaldas de la actual aduana y colindante del Kínder Estefanía Castañeda. ¿Por qué hago y recuerdo de la señora Silvia? Ya que por el tiempo de verla bajar desde el callejón Madero, cruzar la avenida revolución, callejón Reforma y avenida Juárez saludando a todos aquellos personajes que en el aquel tiempo vivían en Tecate, cruzaba el parque para introducirse a la presidencia municipal y desarrollar su trabajo tan eficaz, delicado y con mucha responsabilidad que hizo en la tesorería. No te dejaba pasar un cheque o un pago si no se justificaba o le dabas el recibo correspondiente del gasto generado.
Amable con todo el mundo y de muy buen carácter, se le decía que dos o tres tesoreros aprendían del trabajo de ella. Con el tiempo, yo teniendo un trato más directo con ella porque en varias ocasiones fui asesor jurídico de presidentes municipales y a la hora de hacer un pago o liquidación de algún juicio, se les pedía el cheque dirigido al juzgado, al tribunal o a la persona y a más tardar al siguiente día de regresar de la Ciudad de Mexicali, tenía que entregarle el recibo correspondiente. Por cierto, era tanta la comunicación que se tenía con ella, que por curiosidad sabiendo yo que ya varios tesoreros habían pasado estando ella en la tesorería, le pregunte que si para ella quien había sido el mejor tesorero con el que hubiera trabajado y de forma inmediata me contestó que había sido con el contador público Manuel Castro, el cual me dio mucho gusto porque realmente a los contadores con los que traté en los periodos que participé en el municipio todos eran tecatenses radicados y de mucha honestidad. En memoria de doña Silvia Dunstan que en paz descanse, mi más sentido pésame para toda su familia.
𝑵𝒐𝒔 𝒗𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒙𝒊𝒎𝒂.
*LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*