Por Jorge Vargas.
Mi nombre es Carolina García, vivo en Yucatán y lo que a continuación cuento me pasó hace 3 años. Imagino que muchos no me van a creer, pero para mí fue de lo más espeluznante y real lo que viví ese día, y no sólo yo, también mi hermana y mi madre lo vivieron conmigo. En ese tiempo estaba embarazada y mi hermana acababa de tener a su bebita, las dos esperábamos bebé y las tuvimos casi al mismo tiempo. Fue una noche oscura, tétrica.
En el patio de mi casa hay 2 árboles de mango, uno separado del otro y allí teníamos atada una hamaca para descansar.
Esa noche llovía mucho y lo hacía más tétrico. Ya cuándo se calmó la lluvia como a eso de las 12:00 a.m. mi hermana salió al baño y se tardó como 15 minutos lo cual me pareció algo extraño. Estaba de salir a buscarla, cuando llegó corriendo y entró rápido. Muy aterrada me dice, “Entra rápido y cierra la puerta” Mi mamá despertó y dijo “¿Qué pasa? ¿Qué tienen?” Mi hermana le dice, “¡Hay alguien bañándose en el otro baño! Ya van 2 días que voy a la misma hora y la escucho llorar y jugar con el agua, al mismo tiempo se queja mucho y cada vez que la escucho me quedo inmóvil, paralizada por el terror que me da”. “Vamos a ver quién es”, le respondí, pero ella temblaba de miedo, se veía muy asustada y ya no quiso salir. Yo salí a la puerta del cuarto y le dije, “Afuera no hay nada” y me fui directo al baño, y ahora sé que nunca debí hacerlo, porque al querer entrar la puerta se azotó en mi cara y escuché el grito de la llorona, ese desgarrador lamento que parece salir del mismo infierno que eriza la piel y te paraliza al instante de escucharlo sin poder moverte.
Me quede paralizada, sin poder mover ni siquiera los párpados cuando lo escuche, iba a correr cuando la vi sentada en la hamaca frente a mí, nunca le vi la cara estaba sentada de espaldas, su vestido era largo y blanco, tenía el cabello largo y muy negro, tan oscuro como la noche.
Mi mamá y mi hermana no podían creer lo que veíamos. En eso volvió a gritar y se esfumó. Entre un aire frío dejándonos muy aterradas a las tres. De verdad los que hemos vivido alguna experiencia con este engendro después de eso no vuelves a ser el mismo, cambia tu vida por completo, sé de un chico que quedó loco porque cuando la vio quiso tocarla y lo dejó todo arañado de la espalda, nosotras jamás olvidaremos esa terrorífica noche…
*LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*
