Relatos de Ultratumba
Por: Jorge Vargas.
Las paredes tienen recuerdos. Algunas palabras se tornan en maldiciones. Hay palabras capaces de traer maleficio, reforzar la desgracia, evocar la mala suerte y atraer la infelicidad; así como hay otras con la luminosa propiedad de bendecir, atraer prosperidad, felicidad y paz.
Saber separar y usar unas y otras es el comienzo de la sabiduría.
El entorno que vives, en especial tu casa, tiende a absorber, almacenar y repercutir las palabras de tus hábitos mentales y transmutarlos en seres vivientes de espectro vampírico o angelical a depender de tu propia atmósfera emocional.
Hay algunas palabras, que se han de evitar a toda costa dentro de casa:
¡Qué desgracia!: Crea fatalidades, oscuridad, quebranto y ausencia del divino.
¡Oh mierda!: Llama la podredumbre, la suciedad y la adversidad.
¡Maldita sea!: Lanza plagas y personificación de maldiciones, crea estancamientos y bloqueos.
¡Qué idiota, qué estúpido, qué tarada! : Genera inferioridad, limitación, inseguridad, incertidumbre.
Deben evitarse principalmente con niños e hijos.
Miserable: Crea escasez, indigencia, pobreza y penuria.
Enojado: su base significa condenado, sufrido y per ambulante, maldito, malvado, llamar a alguien “enojado” es maldecir a la persona, por qué enojado significa ” condenado a todo mal “.
Desgraciado: Crea un entorno de ausencia de gracia de espíritu, de gracia del universo. Como la palabra lo indica, está fuera de la gracia de Dios y así se determina en el hogar.
También solemos expresar frases como:
No hay dinero
Estoy desesperado
¿Por qué siempre pasan estas cosas?
¡Qué dura es la vida!
No puedo
Y un sinfín de etcéteras…
Ten en cuenta que las palabras asumen la dirección que la intención y las emociones las imprimen.
Es en la sustancia y no en la exacta forma que descansa su fuerza.
Es momento de refinar para que la luz pueda fluir. Sé responsable de tu lengua, para no ser esclavo de tus palabras. *_Bendice en lugar de maldecir_*.
Evita en todo momento emitir juicios y palabras que no deseas se materialicen en tu mundo.
Las palabras negativas o limitantes generan carencias, enfermedades, dificultades y sufrimiento.
Las palabras o expresiones de amor, gratitud, alegría y belleza atraen prosperidad, abundancia, salud y beneficios para todos.
No olvides que el mundo se crea constantemente mediante el verbo, sonidos vibraciones, frecuencias, colores.
Todo es energía… Tú decides cómo quieres usarla.
-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-