A lo largo de mi carrera he examinado alrededor de 600 cuerpos, un cálculo aproximado de distintos géneros y distintas edades, pero tuve un caso particular, aquel “Paciente” se quedó con nosotros durante 3 largos meses del cual cada vez que lo recuerdo me doy cuenta que algunas personas por las maldades que hacen en vida, ni llegada su muerte pueden descansar.
Todo transcurrió por el año 2015, si la mente no me falla, eran alrededor de las 9 de la noche, cuando personal policial llega a la morgue a dejarme un nuevo “Paciente”, este llegó como N.N. pues no se halló documentación para su reconocimiento, se hicieron los trámites y actas de recepción y entrega acorde a ley. La única recomendación que se realizó, es que necesitaba lo más pronto posible el diagnóstico por el cual había fallecido dicha persona, nunca me dijeron que era un asesino y violador, ello lo descubriría al transcurrir las horas. Llegada las 10 de la noche se inició el procedimiento pericial para poder encontrar la causa del deceso, alrededor de las 00:00 calculo que se terminó, digo calculo pues la hora exacta siempre se expresa “Aproximadamente”, el diagnóstico arrojó muerte súbita (La muerte súbita se produce cuando de repente su corazón comienza a latir muy rápido y tiembla, en lugar de bombear sangre al cuerpo y al cerebro. Si no se trata la muerte súbita puede llevar a la muerte en minutos), por haber realizado u hecho algún acto el cual lo llenó de excitación hasta llevarlo a la muerte.
Bueno, ello no se me hizo raro pues hasta por enterarte que has sido ascendido, la emoción puede llevarte a morir. Las próximas horas para mi si fueron de terror, no solo por saber la causa de la muerte si no a la vez descubriría quién era aquel sujeto. Alrededor de la 1:30 a.m. estaba realizando el informe pericial dando la espalda a aquel cadáver, acostumbrado a trabajar así pues no era novato en esta materia, siento que alguien avanza y toca mi hombro, pensé que era mi colega que venía a reemplazarme para irme a descansar y él continuase con sus labores, grande fue mi sorpresa que al hablarle este no responda, pero no hice ni el mínimo intento en voltear pues me encontraba concentrado en lo mío. A los segundos sentí estremecer mi cuerpo pues una risa burlona y malvada irrumpió la tranquilidad que aquel espacio tenía, rápidamente volteando para ver qué sucedía, me percato que me encontraba completamente solo, no estaba ni mi colega, ni nada, solo aquel cadáver, que al acercarme pude constatar que este era quien se había reído pues al momento de la autopsia en su rostro no había mueca alguna solo una seriedad sepulcral, pero ahora esbozaba una sonrisa o seña de maldad.
Para esto ya mi adrenalina había comenzado a subir, regresé rápidamente donde estaba trabajando aquel informe para culminar y depositar aquel cuerpo en el frigorífico, no han pasado ni 10 minutos y volví a escuchar otro sonido pero esta vez era un grito de enojo de ira, al voltear de nuevo hacia donde se encontraba aquel cuerpo, pude notar que este me miraba fijamente con amargura, odio, rencor, como si yo le debiese algo. Este sujeto para esto ya estaba completamente muerto, se le habían removido todos los órganos. Era imposible que siga teniendo funciones corporales, lo que opté fue por maldecir y soltar una grosería, exclame… ¡¡¡Mierda déjame trabajar!!! Con la adrenalina al tope y ya ofuscado, lo tape, por completo y lo lleve al frigorífico.
Alrededor de las 4:50 a.m. a 5:20 a.m., aproximadamente, regresó la policía verificando si ya habíamos logrado tener la exactitud en hora y diagnóstico de muerte, más que todo como curiosidad pues dichos datos no son entregados al azar. Bueno, en lo que conversábamos solicité, que me den un alcance de cómo habían encontrado a este sujeto y sobre quien era, muy tranquilo este oficial me respondió:
-Este maldito era un violador, unos vecinos que merodeaban la zona “X”, escucharon pedir auxilio a un menor quien gritaba desgarradoramente pues este trataba de ultrajarlo, para luego caer inconsciente sobre él-.
Recién ahí logré entender por qué este sujeto estaba tan lleno de ira y al mismo tiempo desquiciado, quizás su espíritu no descansaba pues no había culminado su fechoría, solo atiné a reírme y pedir que emitieran un boletín informando sobre el cuerpo y sus características, pues no deseaba que pasara ni una noche más en la Morgue.
Como mencioné líneas arriba, este cuerpo siguió con nosotros por los próximos 3 meses, la identificación de él, a pesar de que se difundió nunca llegó familiar alguno a reclamarlo, así que bueno decidí, en lo personal me ensañé con él, lo descuartice por así decirlo para luego quemarlo, en el caldero, ¿por qué? Pues, durante su estancia nos atormentó, gritaba y molestaba demasiado. ¿Cómo podría gritar si estaba muerto? ¡¡Vaya pregunta verdad!! Hay almas que por el daño que hacen jamás logran la paz eterna, además llegué a creer que ni en el infierno lo querían. Hay aspectos que decidí olvidar.
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