Se llama DAVID YALLOP, es el autor del libro “EN EL NOMBRE DE DIOS”, tratase de una trama para asesinar al Papa Juan Pablo I y el autor después de una investigación descubre una red de corrupción dentro del Vaticano.
Fueron Las leyes de Reforma que se le adjudican al Presidente Benito Juárez, pero que en realidad se hicieron durante los gobiernos de Juan Álvarez, de Ignacio Comonfort y el propio Juárez (1885-1863) consistentes en separar a la Iglesia del Estado.
Ha sido Juárez la figura central e inspiración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien cita constantemente en sus locuciones ante los medios de comunicación cotidianamente.
Por ello llama mucho la atención la aceptación de su partido y de su gobierno para que los miembros de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) que la componen más de siete mil pastores repartan la Cartilla Moral, creemos que dentro de sus templos o directamente a sus feligreses que se calculan en 30 millones en todo el país.
Además, han propuesto colaborar con locales para cinco mil cajeros del Banco de Bienestar en los lugares más apartados del país a donde las instituciones bancarias no llegan.
Es deseo de los Evangélicos y lo han estado gestionando obtener concesiones de radio y televisión.
La jerarquía de la Iglesia Católica que se enfrentó en su tiempo a las Leyes de Reforma, perdiendo las relaciones diplomáticas entre el gobierno mexicano y el vaticano, y posteriormente al Presidente Plutarco Elías Calles (1927-1929), en ambos casos con la expropiación de bienes que les hicieron, pudo después con los gobiernos emanados del PRI y del PAN, no únicamente establecer una relación cordial, sino a partir del gobierno del Presidente Carlos Salinas no únicamente acabaron con un siglo de hostilidades y de desencuentros, sino que también modificaron la Constitución de 1917 en la que se prohibía a la iglesia tener propiedades, regresando a esta el derecho a la asociación y a la representación, más sin embargo, nunca se modificó a fondo la Ley del Culto en donde no se permite a las asociaciones religiosas poseer concesiones de Radio o Televisión.
Después de observar la cercanía entre Evangélicos y la Cuarta Transformación (4T) nos preguntamos qué tanto poder podrán amasar dentro de este gobierno, cosa que le fue limitado a la jerarquía católica mientras tubo ascendencia con los gobernantes a los cuales llama el Presidente, neoliberales.
Por cierto fueron tajantes las declaraciones hechas por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) por conducto del Obispo Auxiliar de Monterrey, Alfonso Miranda, quien es el Secretario General de la Conferencia, en el sentido de que la Iglesia Católica no repartirá la “Cartilla Moral” del gobierno del Presidente López Obrador diciendo: “Nuestro trabajo, nuestros programas, nuestros planes, son diferentes”.
La religión y el gobierno no se llevan.