Una manifestación abierta y directa de mujeres que vivimos en nuestro querido y maltratado México, país en el que se espera “Un día de mujeres, sin mujeres” o en aquello de “El nueve, nadie se mueve” en el mes de marzo que está próximo. Escucho voces de unas y otras. Las ideas fluyen, se dejan sentir en las calles, en extraño murmullo, viajan en los pasillos y en todos aquellos lugares que nunca pensamos serían permeados por voces que se alzan, traspasan paredes, desmoronan edificios, casas y hasta templos, estrujan y despiertan conciencias, después que muchas han sido maltratadas. Escucho palabras de otras mujeres, aquellas que se enfrentan a una realidad distinta, me surge la pregunta ¿Serán respetadas aquellas que se queden en sus casas? ¿Estarán lejos de la violencia? O será el momento oportuno para que en sus propios hogares sean humilladas una vez más. Podemos pensar que estarán ajenas a gritos, pleitos y otro tipo de faltas de respeto, pero… alguien dijo que ninguna mujer se quede en su casa para que no sea persuadida a lavar trastes.
Es cierto, quizá en casa deban arreglar ropa, preparar comida y todo ese tipo de actividades que las mujeres hacemos en nuestros hogares. Busco una propuesta distinta que realmente permee en el bienestar general y se me ocurre no aquella de que <No solo seamos invisibles a las redes sociales> debemos ser visibles de una manera que haga trabajar realmente a la autoridad y en el mundo o reino del revés lo que yo haría con el apoyo de todas es solicitar por escrito a cada autoridad que realice su trabajo en forma correcta, imagínense ustedes que a cada diputado local le lleguen escritos al por mayor exigiéndole que haga su trabajo, sólo lo que establece la ley.
Cada una de nosotras podría hacer sólo cinco escritos dirigida a la autoridad competente, en una situación que nos incomoda o nos molesta, que nuestra inconformidad y solidaridad se sienta en escritos, aquellos en los que expongamos de manera real, dirán ¿Cinco escritos? Sí, sólo cinco de cada una de aquellas mujeres que marchen y se manifiesten, o que se queden en sus casas, en donde pregunten específicamente sobre aquello que no nos gusta. Acudir a una marcha no es lo más complicado, es hacer que la autoridad haga su trabajo y con ello cada uno de nosotros cumplir en lo que nos toca, y eso incluye el respeto de la ley, la propia ley nos da armas en nuestra Constitución, en su artículo 8, de manera pacífica, pública y con respeto a la autoridad. Hagamos lo propio, responsabilicémonos de lo que somos y cómo somos, y no dejemos lugar a dudas de que somos una fuente importante de trabajo, de aportación de ideas, de cambios en la tecnología, en la ciencia, en la historia y la política.
Recuperando el foco, Primeros puntos de o que pedimos las mujeres con el paro:
- Reformar el sistema educativo para prevenir, educar y atender la prevención de la violencia y la consciencia del bienestar a niños y adolescentes que son base de nuestra sociedad.
- Reformar el sistema judicial para que los procesos sean más eficaces y eficientes.
- Crear escuelas de nuevas masculinidades conscientes y sanas, libres de violencia.
- Crear una campaña de educación para que las mujeres dejemos de ser violentas con nosotras mismas y con otras mujeres y hombres.
- Reformar la ley del trabajo para permitir a las mujeres educar a sus hijos los primeros años como inversión para una sociedad futura y más tiempo para para que los hombres ejerzan una paternidad consciente.
- Auditar a las empresas para garantizar igualdad de sueldos y cargas de trabajo entre géneros.
Muchas de las peticiones se encuentran establecidas en las leyes, pero hace falta más conciencia como personas responsables de nosotras mismas, me refiero a decir aquellas situaciones que nos violentan, participar activamente en las escuelas para padres e incluirnos en los grupos de prevención del delito. El conocimiento es parte de nuestro engrandecimiento como personas y mujeres responsables de nosotros y de otros.
Por otra parte, hay otras voces que NO encuentran eco en otras mujeres, sus razones son distintas. Están de acuerdo en que sea un día sin mujeres, pero ¿Qué hay de esas otras mujeres? Aquellas que desempeñan trabajos en beneficio de la comunidad, en las que se requiere su presencia y sapiencia, que enfrentan el llamado interno de sus conciencias, me refiero a aquellas féminas que son Agentes del Ministerio Público, Médicos Legistas, Bomberos, Policías, Socorrista, Salvavidas, Cuidadoras de enfermos o de personas con capacidades diferentes, en las que de ellas dependen otros. Podrían quedarse en sus casas pero quienes las necesitan que a su vez algunas son mujeres y las necesitan, comprenderán el porqué de su molestia y manifestación silentes. Las damas responsables de las actividades que realizan en lo que menos piensan, es en que les sea descontado el día que no asistan a trabajar. Quizá la mayor preocupación de cada una sea el abandono del servicio que prestan y las consecuencias que ello conlleva, cada una de ellas prefiera cumplir con sus compromisos por su propia conciencia de responsabilidad y entrega en cada una de las actividades profesionales. Escucho palabras y voces que dicen aquello de que debemos manifestarnos todas en un día de mujeres sin mujeres, leo lo que algunas agrupaciones femeninas piden y exigen con esta manifestación. Y me pregunto ¿Ninguna de ellas será agredida en sus casas? Y si sufren alguna agresión ¿Quién la apoyará? ¿Quién estará para ellas en caso de sufrir un acto violento? Y ¿Qué pasa con las mujeres que ejercen roles machistas? ¿Dejarán de serlo ese día? Mil preguntas nos toman por sorpresa, en un día que cambiará muchas cosas en el país, y aun no sabemos hasta donde llegarán los cambios.
Hay puntos que todas debemos recordar, los hombres son educados por mujeres, en cada una de nuestras casas, aún siguen siendo pocos los hogares donde el hombre es papá soltero (Y he visto a varios que hacen un excelente trabajo en ello), las mujeres seguimos siendo mayoría al estar al cuidado de la familia.
Las mujeres tenemos el compromiso de prepararnos en lo académico, físico y espiritual, pero lejos está el proceso de maduración de cada una en decidir lo que quiere hacer sin permitir que las voces ajenas nos perturben. Algunas damas han manifestado que cada una haga lo que quiera y como quiera. Estoy de acuerdo en ello siempre y cuando no invadamos la esfera jurídica y de libertad de otras personas.
Llegó el momento de que “Cada una” decidamos hacer lo que queremos hacer, asumiendo las consecuencias de cada uno de nuestros actos, esperaremos a ver lo que sucede en el futuro.
“No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”
Angela Davis
“Una mujer debe ser dos cosas: Quien ella quiera y lo que ella quiera”
Coco Chanel
“Vivamos un tiempo nuevo de plena igualdad con los hombres, sin privilegios que no requerimos, pero sin desventajas que no merecemos”
Griselda Alvarez