Comentario Político de Paco García Burgos

No recuerdo un momento tan crítico en las relaciones entre un Gobernador y un Alcalde. Tal vez la de Ernesto Ruffo, alcalde de Ensenada, y el Gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, allá por 1986. Pero aún entonces, se tenía alguna civilidad política. Insinuar, casi acusar, al Presidente Municipal Arturo González Cruz, de la muerte de un “influencer”, es un extremo que trae consigo muchas consecuencias para el Estado.

En medio de esta controversia, el Alcalde de Tijuana anunció que pedirá licencia la semana próxima. La licencia en sí misma me parece un desatino, pero más aún, el momento de anunciarla y solicitarla.

Arturo González Cruz quería ser candidato a Gobernador por MORENA, pero ante la decisión de que lo fuera Jaime Bonilla, se incorporó a la lucha por la Presidencia Municipal y terminó siendo el elegido dentro y fuera del partido. Ahora, a menos de un año de su gobierno, decide pedir licencia para buscar esa anhelada posición que le fue negada para la elección de 2019.

Siendo un empresario capaz y exitoso, un año ha sido insuficiente para demostrar que también lo puede ser gobernando. Nadie podría demostrarlo en tan poco tiempo, un año para un gobierno municipal es apenas tiempo suficiente para emprender el vuelo, no para ver qué tan alto se puede volar.  La ciudad resentirá este movimiento y habrá que ver si se lo reclaman a González Cruz en las urnas, si es que logra estar en la boleta.

Por otro lado, el momento elegido para separarse del cargo, no pudiera ser más desafortunado. Empujado por la posición del Presidente de la República de que los funcionarios que quieran competir el año próximo deben dejar sus cargos en este mes de octubre, decide tomar nota y dejar el cargo sin que haya obligación legal para hacerlo desde ahora.

Esto abre la puerta a la suspicacia por que pedirá licencia como se lo pidió el Gobernador públicamente a raíz del asesinato de  Mariano Soto, quien por otro lado, se había visto involucrado en hechos delictivos en los últimos años.

Creo que nadie cree que Arturo González Cruz, a quien la ciudad conoce y sabe de su trayectoria, tiene algo que ver en la muerte de Soto. Entonces la pregunta es: ¿Para qué pedir licencia si no está obligado a ello, y si no tiene nada que ver en la investigación que se llevará a cabo por ese asesinato como ya lo anunció Bonilla?

Aduce el Presidente Municipal que buscará la candidatura a gobernador por Morena, y suponiendo que así sea, hubiera sido mejor estar en el cargo hasta el último momento legalmente permitido, dar más resultados al frente del gobierno, y no hacer coincidir su licencia con la acusación que ha hecho el gobernador en contra suya pidiéndole su separación del cargo.

Sea como fuere, la confrontación entre ambos gobernantes es una vergüenza para Baja California.

Consultor y analista político

Contacto: paco@pacogarciaburgos.mx

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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