EL CUIDADO DE LOS ANIMALES

Por: M.V.Z. Fidel Lozano Gaspar.

Como cualquier deporte, la equitación proporciona beneficios.

A continuación, les contamos cuáles son las bondades que esta disciplina brinda a los niños.

Específicamente en los niños, la equitación mejora la concentración, estimula la capacidad física, favorece la socialización.

También desarrolla la autoconfianza, el autocontrol y la autoestima.

Además potencia los valores enseñados desde casa como el respeto, la disciplina, el orden y la amistad.

El hecho de que un niño encuentre en la equitación placer, emoción e intriga; hace que el subirse sobre el caballo sea una gran aventura.

De por sí, no es tan común que un pequeño quiera practicar este deporte. Sin embargo, una vez que lo descubren no quieren bajarse del caballo.

Ahora bien, les contaremos con detalle cada uno de los beneficios que trae la equitación:

-Mejora la concentración

Practicar equitación implica que el jinete deba regular sus movimiento y también los del caballo.

Se trata de un ejercicio que exige destreza, dedicación, tiempo, constancia y, sobre todo, una gran concentración.

En este sentido, el niño o niña debería concentrarse para que el caballo responda a sus órdenes, así como para asegurarse de hacer lo correcto.

La equitación logra que el pequeño se enfoque en la técnica, en el caballo y en centrarse en el camino.

-Estimula

Otro de los beneficios de la equitación es que estimula la capacidad física del niño.

Practicar este deporte desarrolla la musculatura de los niños, fortalece sus articulaciones y movilidad.

Esto a la par que mejora su equilibro, tanto vertical como horizontal, potencia su sentido de la orientación y la coordinación motriz.

Ayuda a regular el tono muscular y acentúa la disociación de la cintura pélvica y escapular, esenciales para conseguir una marcha erguida.

-Socializa

Este deporte también hace que los niños sean más sociables con otros y aún con los adultos.

La equitación estimula la expresión verbal y no verbal, así como para favorecer la socialización en los niños que padecen autismo u otras dificultades de integración social.

En la equitación es importante que el niño empatice con el animal y establezca un vínculo estrecho que le permita manejarlo.

Esto da como resultado un trabajo en equipo pues de lo contrario, el niño no podrá moverse de su sitio.

-Desarrolla confianza

Una vez que los pequeños se sienten cómodos, adquieren confianza y destreza para dirigir al animal.

Lo cual los hace sentir capaces y fuertes. De esa manera se desarrolla en ellos la autoconfianza.

De igual modo esa comodidad los ayuda a cabalgar mejor así como a gestionar sus problemas y conflictos cotidianos con mayor facilidad e independencia.

-Potencia valores

La equitación hace que el respeto y el amor a la naturaleza crezcan debido a que los paseos son al aire libre.

Además, que mientras más fuerte sea la conexión con el caballo aprenden la responsabilidad, el compromiso y la entrega.

Así como potencia el deber y la capacidad de hacerse responsables ante el cuidado del caballo.

Este deporte es un excelente ejercicio para desarrollar la disciplina y asegurar el cumplimiento de las normas, por lo que suele utilizarse para regular el comportamiento de los niños rebeldes.

-En resumen:

Aunque para muchas personas la equitación no supone un gran esfuerzo físico, la verdad es que es un deporte muy completo que permite desarrollar la musculatura en general, principalmente las piernas y los glúteos.

Al montar, el infante comienza a conocer mejor dónde está cada parte de su cuerpo, y al tener que moverse al ritmo del caballo mejora su postura y equilibrio.
Además se desarrolla independencia y coordinación de las partes del cuerpo, donde cada una puede y debe hacer cosas diferentes al mismo tiempo, como aprender a relajar la cintura para trotar sin rebotar en la montura, pero a la vez a dirigir el caballo con manos y piernas, firmes o suaves según se requiera, mientras se mantiene una postura erguida sobre el ejemplar.

Pero ahí no terminan los beneficios, sino también otros como la concentración y las habilidades emocionales, que son básicas para los deportes ecuestres, pues requieren técnica, atención y precisión, por lo que se puede afirmar que además de los beneficios físicos son muchos más los del tipo emocional.


La equitación es un deporte que requiere disciplina, concentración y el desarrollo de capacidades extraordinarias, gracias a que involucra técnicas para montar y manejar a un ser vivo de más de 400 kg que tiene su propia etología y lenguaje corporal.

Un reciente estudio de la Universidad de Agricultura de Tokio muestra que las vibraciones que produce el movimiento de los caballos al ser montados, activan una parte del cerebro y del sistema nervioso en niños y jóvenes, mejorando la memoria, el aprendizaje y la resolución de problemas. En la equitación el menor toma un rol de liderazgo respecto del caballo, donde el jinete es el líder de la manada: un jefe respetuoso, pero firme a la vez, lo cual mejora mucho su autoestima y su autocontrol.

Por si fueran pocas estas bondades, los diferentes estímulos, texturas, colores y olores relacionados con los caballos ayudan al desarrollo sensorial de los niños, haciéndolos mucho más conscientes y receptivos del espacio en que se mueven. Por ejemplo, al darles zanahorias, pastura u otro alimento, permite a los pequeños sentir el calor que tienen, la suavidad del hocico y sus pequeños bigotes, la textura de la saliva y la conexión impresionante con ellos al alimentarlos.

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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