Después del fiasco de la legislatura pasada, es oportuno decirle a los diputados de la nueva, qué es lo que esperamos los ciudadanos de ellos, de su conducta y de sus votos.

  1. La verdad. Esta pequeña palabra tiene un contenido esencial en la relación entre personas. Para poder confiar en nuestros representantes populares les pedimos que se conduzcan con la verdad, que nos hablen con la verdad, y que emitan sus votos con base en la verdad.
  2. Ver por el bien del Estado. Por encima de los intereses partidistas que los muevan, o los de sus respectivos grupos políticos, o los de sus familiares y amigos, o los personales, debe prevalecer el bien del Estado. Sus decisiones no deben estar subordinadas a los intereses de camarillas, llámense como se llamen.
  3. Trabajo. Ya es tiempo de que una legislatura destierre la noción de que los diputados no trabajan. Siempre hay garbanzos de a libra pero nos gustaría ver a todos los diputados trabajando, asistiendo a sus comisiones, estudiando los dictámenes, participando en el pleno, tomando la tribuna para argumentar, proponer y enriquecer una propuesta. Nos gustaría verlos trabajando en las calles, regresando con sus electores, preguntándoles su opinión por los asuntos del Estado y atendiendo las necesidades de nosotros, los ciudadanos.
  4. Hacer política. La política es la búsqueda del bien común, el arte de la conciliación, es en su origen etimológico el trabajo por la polis, la ciudad. Queremos verlos haciendo política de esa, de la buena. No queremos políticos rinconeros como muchos de sus antecesores inmediatos, que entienden que la política es chisme, intriga, mentira y engaño. Queremos políticos con estatura, con visión, con ética, con un profundo amor a México y a los mexicanos, especialmente a los más pobres, y que desde ahí construyan las decisiones que deberán tomar a lo largo de los próximos dos años.
  5. Honestos. Mucho se ha hablado de las prebendas que les pudieron haber ofrecido a los diputados salientes, que si puestos, que si un millón de dólares, que si candidaturas en MORENA, etc. El mero hecho que se hable de ello recuerda el dicho de que el río suena cuando agua lleva. Queremos diputados con una coraza de honestidad que resista cualquier imputación, cualquier sospecha, y que ponga la integridad más allá de cualquier duda. Esta coraza no se construye con imagen en medios de comunicación o en las redes sociales, se construye con los hechos, con el ejemplo, con el modo de vivir.

No pedimos mucho, solo la verdad, ver por el bien del Estado, trabajo, hacer política y ser honestos. Es lo mínimo que puede pedírsele a un servidor público. Si nos cumplen el gusto, no estarán haciendo otra cosa que cumplir con su deber, con la ley, con un mínimo de decencia. Tan bajo cayeron los de ayer, que hoy los ciudadanos solo pedimos eso, cumplan con su obligación, con eso nos damos.

paco@pacogarciaburgos.mx

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