Por Alfonso Caballero Barragán.

El siguiente escrito que se transcribe a continuación fue publicado hace aproximadamente 3 años en el periódico semanal el “Heraldo” del director Javier Fimbres Durazo, en la sección lectura para ciegos, queriendo retomarlo para agregar unos comentarios y anexar más información respecto a los dos temas de este escrito.

Estos dos temas que se tratarán en el presente escrito, intentaré entrelazarlos, muy particularmente porque son hechos y cosas que he vivido a diario tanto en lo personal como en lo profesional; motivo por el cual voy a hablar en primera persona, y es porque el despacho jurídico donde ejerzo la profesión de abogado, está pegado a la casa de mis señores padres con el fin de convivir, verlos a diario y atenderlos en lo que se pueda, ya que ha transcurrido el tiempo y por su edad se requiere estar al pendiente cuando menos físicamente.

En una de las visitas a mi señor padre, me narró que en 1949 participó como jugador de béisbol dentro del equipo “Cerveceros” de esta Ciudad, equipo que lideraba el famosísimo Jacinto Romero Jerez alias el “AMPON”, padre del conejo Romero. Un personaje con una familia espléndida y un patrocinador nato del béisbol en esta Ciudad. En el año de 1949 el equipo de los Cerveceros ganó la estatal en Baja California, llevándose a cabo tal evento en la Ciudad de Mexicali, Ensenada y Tijuana y por supuesto la bella Ciudad de Tecate, que en aquel tiempo era más pueblo mágico que hoy en día, en el campo que se encontraba ubicado en la salida de Mexicali por la Avenida Hidalgo donde actualmente existe un INFONAVIT, esquina con el antiguo mercado el triunfo, hoy calimax.

Dicho equipo estaba formado por el señor Jacinto Romero como manejador, David Dabiqui Robinson como receptor, Rogelio Ruiz lanzador, Mario Bambilla alias “la chiva” primera base, de quien se cuenta la leyenda que en el campo el maneadero en Ensenada dio el Home Run más largo de la historia del Estado, Gustavo Villaseñor segunda base, Alfonso caballero Regalado en las paradas cortas quién era uno de los más chicos en el equipo con la edad 18 años, Toni Moreno tercera base quien vive actualmente frente a la presidencia municipal, como jardineros Miguel Hernández el Superman Padre el ingeniero y abogado Miguel Hernández, Óscar Cimas, Negro Mora y Silverio Caballero Regalado conocido como la famosísima liebre, como cuerpo de lanzadores; Leonardo López, Jacobo Bracamontes, a palabras de mi padre un excelente lanzado, Vicente Chávez y Refugio Lizárraga.

Por el hecho de haber ganado la estatal fueron invitados a participar al nacional de béisbol con otro seleccionados en los demás municipios, evento que se realizó en la ciudad de México y cuenta mi padre que el equipo a vencer era Tamaulipas y que en dos entradas eliminaron a la selección de Baja California con un batazo que picó fuera de campo y el ampáyer se los dio como bueno mandando al tercer lugar a Baja California.

Comenta mi padre que Tamaulipas tenía el mejor lanzador del mundo y que en ese juego él le conectó dos batazos cortos lo cual no lo creían por ser el más pequeño de Baja California ya se han de imaginar ustedes que en 1949 trasladarse a la ciudad de México pasar por la rumorosa el desierto de altar de Sonora, Sinaloa y Jalisco hasta llegar al Distrito Federal a rueda de camión y con escasos recursos implica una gran dedicación y responsabilidad de su manejador Jacinto Romero el “ampón” y del equipo para competir a un alto nivel de jugadores de la República mexicana. Mi señor padre después de nacional tuvo diferentes invitaciones para participar en el club diablos rojos de México y todavía estando aquí en Baja California por medio otras personas le siguieron llegando las invitaciones, cosa que no fue posible porque se encontraba casado con mi señora madre Celia caballero y tenía a su hija de un año Licha Caballero y aquí en la casa tenía que batear al 500% razón por la cual no aceptó la invitación.

Me emocionó tanto la narrativa de mi padre, el cual me mencionaba que al presentarse al bateo en la ciudad de México como era de tés clara y con personalidad los chilangos le apodaban “la María Félix” cosa que le daba mucha pena, son anécdotas y recuerdos con un valor trascendental para toda la familia.

𝑳𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏𝒆𝒙𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒐𝒚 𝒉𝒂𝒈𝒐 𝒂 𝒅𝒊𝒄𝒉𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒂𝒏̃𝒐𝒔 𝒆𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒅𝒊𝒄𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒃𝒊𝒓 𝒚 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒍𝒐 𝒉𝒊𝒄𝒆 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒖𝒃𝒊́ 𝒂 𝒗𝒊𝒔𝒊𝒕𝒂𝒓 𝒂 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔, cosa que hacia diario, encontré a mi padre recostado en una silla de jardín y se le notaba un poco de tristeza, falta de ánimo y no aceptaba que le sugiriera o se le invitara a que lo revisara un médico. Aclaro que mis señores padres en sus 87 años de vida nunca tuvieron cita médica en el seguro social, solo en los casos de partos o revisiones médicas para mi señora madre.

¿𝓟𝓸𝓻 𝓺𝓾𝓮́ 𝓪𝓶𝓹𝓵𝓲𝓸 𝓵𝓸𝓼 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪𝓻𝓲𝓸𝓼? Por la sencilla razón que unas semanas posteriores a dicha publicación falleció mi señor padre y además hubo dos personas de nuestros lectores, Javier Vázquez que porque no escribía algo sobre mi señor padre referente a cuando jugaba béisbol y hubo otro comentario que porque no escribía sobre Jacinto Romero Jerez alias el Ampón.

Otra anécdota que mi señor padre me contó, es que cuando fueron a la Ciudad de México, además de María Félix, fueron a la plaza del mariachi Garibaldi a la cantina de tenampa, y dice que cuando estaban sirviéndole los tragos uno de los meseros se le acercó al oído, susurrándole “Verdad que usted señor es el ratón Macías”, el ratón Macías era el famosísimo boxeador de la Ciudad de México, muy popular y por cierto creo que fue hasta diputado por la zona de la Tepito, mi papá le contestó “Sí soy el ratón Macías” pero que no le dijera a nadie porque le iban a pedir autógrafos si lo reconocían, adjunto foto de mi señor padre en esa época. Déjenme decirles que quien ha ido a la Ciudad de México y no conoce la cantina tenampa, es como no haber ido.

Alfonso Caballero Regalado.

A lo referente al señor Jacinto Romero hice referencia de él porque sencillamente lo nombro mi señor padre, pero posterior al escrito me comunique con José Luis Romero el hijo de don Jacinto y le comente que no me atrevía a ponerle Ampón con H porque se refería a los Gánster de la época de Al capone y opte por la palabra de ampón sin H porque se refiere a algo ancho y Grande, a lo cual me afirmó de que a su papá se le conocía como ampón con H por su tamaño y porque usaba un sombrero de la época de los gánster de Chicago de los años 40, para haber sabido.

Quiero decirles que mi señor padre en vida cada año le pintábamos la casa a la familia de don Jacinto Romero el cual a mi poca edad después de que salía mi señor padre de sus labores de la cervecería y yo de la primaria lo acompañaba como su ayudante y ahí conocí personalmente a la numerosa familia de don Jacinto, que por cierto todos los días se sentaban de una manera muy familiar a compartir los sagrados alimentos y yo esperaba que dieran las 4 de la tarde porque la señora esposa de don Jacinto hacia y horneaba unas sabrosas donas con azúcar y sabor a canela.

Esta foto que acompaño de don Jacinto y su señora esposa nos la proporcionó nuestro gran amigo y nieto Rubén Amavisca, al cual se lo agradezco de todo corazón.

𝒀 𝒑𝒐𝒓 𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒐 𝒚 𝒂𝒑𝒓𝒐𝒗𝒆𝒄𝒉𝒂𝒏𝒅𝒐, 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒓𝒆𝒄𝒂𝒍𝒄𝒂𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓, 𝒚 𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒊 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔, 𝒂𝒃𝒖𝒆𝒍𝒐𝒔 𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒗𝒂𝒏𝒛𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒅𝒂𝒅 𝒂𝒑𝒂𝒈𝒖𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒄𝒆𝒍𝒖𝒍𝒂𝒓𝒆𝒔, 𝒅𝒆𝒅𝒊́𝒒𝒖𝒆𝒏𝒍𝒆𝒔 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒖́𝒄𝒉𝒆𝒏𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒆𝒏𝒐𝒔 15 𝒐 20 𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐𝒔 𝒂𝒍 𝒅𝒊́𝒂 𝒚𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐 𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒆𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒏 𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒓𝒊𝒏̃𝒐 𝒚 𝒂𝒑𝒐𝒚𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒅𝒂𝒓𝒐𝒏 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒂𝒄𝒊𝒎𝒐𝒔, 𝒚 𝒉𝒆 𝒅𝒆 𝒂𝒉𝒊́ 𝒆𝒍 𝒕𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐, 𝒏𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒏 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓 𝒔𝒐𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆𝒛𝒂 𝒎𝒆𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐𝒍𝒊́𝒂 𝒐 𝒅𝒆𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐́𝒏 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒍𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒊𝒎𝒖𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒂𝒏, 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆𝒏 𝒚 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒊𝒓𝒂́𝒏 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒕𝒐𝒅𝒂 𝒍𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂.

𝐍𝐨𝐬 𝐯𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐨́𝐱𝐢𝐦𝐚.

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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