Por Lylia Ciriam Verdugo Ruiz.

Tomando en consideración la violencia que vivimos en nuestro país, quizá sea el momento de regresar las clases de Cívica y Ética, a las escuelas. Ambas materias, de suma importancia en la formación de personas responsables y comprometidas con la sociedad en la que vivimos y nos desarrollamos. Requiere de cuidado y compromiso en cada una de nuestras actividades. ¿Estamos dispuestos a comprometernos?

El compromiso social implica que las personas y/o organismos públicos o privados establezcan metas que los lleven al bienestar general por encima del bienestar particular. Suena fácil pero no lo es, a medida que cada uno de nosotros estemos consientes de la importancia de nuestros actos en apoyo a los demás veremos una sociedad más justa y de respeto para todos.

Hace algunos días fue detenida una persona como probable responsable de estar involucrado en la desaparición de una jovencita menor de edad, (Omitiré detalles de nombre de la menor, escuela a la que asistía y el municipio en que ocurrió el hecho), el asunto es que, a raíz de que se reinicia la investigación después de haber transcurrido casi dos años de que sucedió el hecho, salen diversos detalles a la luz del desagradable episodio.

Muchos jóvenes compañeros de la jovencita desaparecida evitaron dar información, por el dicho de algunos, “Habían sido amenazados por el agresor”, “Prefirieron no decir lo que sabían para no involucrarse” o porque simplemente, “Pensaron que era poco importante lo que sabían” es el momento en que reflexiono, ¿Qué tan responsables somos quienes sabemos algo y guardamos esa información? Por supuesto que esa información guardada para nosotros mismos, a nadie le sirve.

Por otra parte, las personas constantemente nos estamos quejando de la falta de resultados en las investigaciones realizadas por las autoridades competentes. Pero ¿Qué tan responsables somos cuando vemos a un mayor de edad importunando a una menor y no decimos nada? ¿Ayudamos al encubrir los hechos al delincuente? Y como consecuencia de ello ¿También somos delincuentes?  Al momento de estar leyendo lo aquí escrito seguimos señalando a la autoridad responsable de No investigar, los tratamos como incompetentes, pero ¿Nosotros en qué nos convertimos? ¿Somos cómplices? Al guardar silencio ante un hecho que lesiona a una persona de nuestra comunidad ¿Encubrimos al agresor? Evitamos dar aviso a sus padres de lo que vimos, al personal de la escuela ya sean Trabajadores Sociales, Psicólogos o cualquier directivo, para alertarlos con la intención de que tomen las medidas pertinentes, quizá nuestro amigo o amiga se moleste con nosotros, por invadir su privacidad, pero pasado el tiempo comprenderá. Romperemos el ciclo de un honor relativo, si cubrimos a nuestro compañero quizá lo estemos descuidando a su vez, al encubrir a alguien que hace algo fuera de las normas establecidas lo exponemos y nos exponemos. Después estamos entre manifestaciones colectivas por haber perdido algún compañero al que en el momento oportuno pudimos ayudar.

Suena desagradable tener que ser, el que ponga en conocimiento de alguien más lo que sucede a nuestro alrededor, pero nuestro compromiso es cuidarnos y también cuidar a los demás. Las personas que se acercan a las escuelas con intereses distintos a la enseñanza cuentan con que nosotros los dejemos como hombres o mujeres sin rostro, la forma acelerada en que vivimos les permite quedar así. Hoy, una vez más una familia llora por un familiar que no encuentran, y clamamos justicia ¿Dónde estábamos cuando ocurrieron los hechos?

El bien común, es un concepto general en el que se establece que debemos hacer todo aquello que beneficien a todos los ciudadanos o en los que los sistemas sociales, instituciones y medios socioeconómicos de los cuales todos dependemos que funcionen de manera que beneficien a toda la gente. El autor John Rawls lo definió como “Ciertas condiciones generales que son…de ventajas para todos”. O según Renate Mayntz dice que “Todas las ciencias comparten un interés en las precondiciones necesarias para obtener un cierto fin social que es percibido como deseable”.  En términos más prácticos “Mientras más nos cuidemos unos a otros, mejor estará el grupo al que pertenecemos”. Eso implica hacer lo correcto y confiar en que las autoridades harán lo propio para cuidarnos. Llegó el tiempo en que cada uno ataquemos el bicho de la violencia que enferma a nuestra sociedad y ataca a nuestros niños y jóvenes, que son el futuro de cada municipio, del estado y de nuestro país.

Recordemos que No sólo los jóvenes guardaron silencio y evitaron dar a conocer a las autoridades lo que sabían en el caso aberrante de la jovencita desaparecida a la que aún no encuentran, algún adulto percibió algo y tampoco dijo nada, eso lo llevarán cada uno en la conciencia, esperemos que en el futuro estemos comprometidos a luchar a favor de tener un medio social en nuestra Baja California menos violento y con justicia para todos. Nuestra entidad cuenta con nosotros, ¿Estamos dispuestos a hacer cada uno lo que nos corresponde? La respuesta está en la intimidad de nuestra mente.

“Lo que está mal, está mal, aunque lo haga todo el mundo. Lo que está bien, está bien, aunque no lo haga nadie”

San Pio X.

“Siempre es el momento adecuado para hacer lo correcto”

Martin Luther King.

 *LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*  

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