Por el Psic. Felipe Aguilera Calleros.

Somos seres que percibimos el mundo a través de nuestras emociones, y una de ellas es la ira. Dicha emoción se dispara de forma automática cuando ocurren determinadas situaciones, ya que todos tenemos diferentes grados de tolerancia.

¿Qué sentimos cuando la ira se dispara?

  • Nuestro ritmo cardiaco aumenta.
  • Hay un disparo de adrenalina.
  • Aumenta la presión arterial.
  • Nuestra respiración se acelera.
  • Los músculos se tensan.

Son muchas las razones por las cuales las personas pueden sentir ira, en muchas ocasiones es porque se sienten amenazados, inseguros o frustrados. Hay ocasiones en que ocurren circunstancias que de forma aislada no detonan una gran respuesta emocional, pero si la suma de ellas, algo así como cuando tenemos “Un día malo”.

¿Cómo puedo controlar mi ira?

Un consejo importante sería no acumular la ira, no seamos ese globo de agua que explotara cuando llegue a su límite. Cuando algo que no nos parece justo ocurre y detenemos nuestra reacción, acumulamos emociones, por eso es importante practicar el asertividad para manejar el enojo.

No seamos extremistas, algunos podemos llegar a creer que el todo o nada son las únicas opciones, lo que crea gran frustración cuando no logramos alguno de nuestros objetivos.

Procura descansar adecuadamente, cuando estamos desgastados nuestros impulsos agresivos están más a flor de piel, por eso es recomendable dormir las horas necesarias, generalmente son entre 7 y 9 horas dependiendo de cada persona. Hay estudios que han llevado a la conclusión de que cada persona se encuentra en un estado más sensible ante la frustración en distintas horas del día.

Otro consejo es evitar aquellas situaciones o personas que nos resultan irritantes, de ser posible debemos alejarnos de todo aquello que nos puede hacer estallar. Es verdad que algunas veces nos es imposible evitar a esa persona, pues resulta ser un compañero, jefe, cliente, etc. En estos casos podemos procurar breves conversaciones con la finalidad de que interactuar con esa persona no nos resulta tan irritante.

Y otra muy buena opción es acudir terapia, con la intención de obtener herramientas que te ayuden a gestionar de una forma más adecuada tus reacciones.

¡Nos vemos en la próxima publicación!

*LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas