Por: Víctor Islas Parra.

Los paladines de la libertad de expresión se quedaron con las ganas de ingresar ayer al mediodía al edificio sede de Poder Legislativo, donde se llevó a cabo la ceremonia en la cual se colocaron letras doradas conmemorativas al Bicentenario de la Creación de la Armada de México, pero lograron entrevistar a vuelo de pájaro a funcionarios y diputados que iban aterrizando, como al alcalde de Ensenada, ARMANDO AYALA ROBLES, a quien le preguntaron si el Ayuntamiento que jefatura, aflojará los millones de pesos que al Ayuntamiento le está pidiendo “prestados” el Gobierno del Estado, y respondió que “todo el apoyo para el señor gobernador y para el Gobierno”.

La que se les escabulló a los émulos de Francisco Zarco fue la diputada panista LORETO QUINTERO, pues llegó sin hacer mucho ruido, con pasos al estilo de la Pantera Rosa, aunque no faltó un periodista que advirtió en sus “faros” un brillo de tristeza, pues los días del calendario que le faltan al mes de julio, son los días que le quedan como representante popular.

Adentro, el Congreso del Estado parecía carrito de paletas, pues los periodistas que estaban afuera platicaron a esta columna que cada vez que el guardia de seguridad abría la puerta, desde el interior les llegaba un viento helado como el de la Patagonia, aunque a ellos les sudaba el lomo y sus camisas estaban empapadas de sudor.

Al diputado VÍCTOR “El Loco” NAVARRO, lo miraron llegar feliz, feliz, feliz, sin la más mínima aflicción, toda vez que es de los legisladores morenistas que tomarán bicarbonato, o lo que es lo mismo, que los próximos tres años seguirán siendo diputados.

En el cascareo informativo los colegas abordaron a la diputada MARY VILLALOBOS, misma a la que se le acabará el corrido como diputada el día último del mes. Les platicó que en la Ciudad de México andaba el secretario de Educación, CATALINO ZAVALA, viendo con gargantones de la SEP el tema de las posibles clases presenciales.

ARMANDO AYALA también habló de la “transición” y se nos hizo raro el tema, porque siendo todavía presidente municipal, él mismo se rendirá cuentas, toda vez que ganó la reelección y repetirá número y color.

– ¿Encontró mucha corrupción en su gobierno? -, le preguntó el reportero que tiene cuerpo de basquetbolista, EDUARDO VILLA.

ARMANDO aguantó vara, y contestó en menos de lo que canta un gallo mudo:

“Estamos aún limpiando el gobierno; no hemos terminado de limpiar; hay quienes se resisten a seguir la ruta de la Cuarta Transformación y que no se han apegado a los principios de no robar, no traicionar y no mentir”. ¡Toma paloma!

Quien no logró escapar de las garras del temido Covid-19, no obstante haberse aplicado la vacuna AstraZeneca, es el mexicalense ex -director de La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, Doctor ANTONIO MEZA ESTRADA, mismo que se encuentra en fase de sanación en su domicilio en el estado de Durango, al igual que su esposa MARIBEL, quien es diputada federal por esa entidad y quien el pasado 6 de junio logró la reelección.

MEZA ESTRADA, quien ha ocupado cargos de grandes ligas en el gobierno federal, se retiró hace meses de la CONALITEG, precisamente para apoyar de tiempo completo a su esposa en la pasada campaña electoral, amén de que su gran amigo y ex jefe, el Doctor ESTEBAN MOCTEZUMA, dejó el hueso de titular de la Secretaría de Educación Pública, al ser nombrado Embajador de México en Los Estados Unidos.

Al experimentar ayer lo que llamó la vergüenza de su vida, RAFAEL “Nácori” MENDOZA MADRID, salió apenado y asustado a la vez, de las oficinas de Los Servicios Médicos Municipales del Centro Histórico, porque al acudir a solicitar la reposición de su credencial de discapacitado, le hicieron que se bajara los pantalones hasta abajo de las rodillas para comprobar que efectivamente había sido operado del fémur de su pierna izquierda, no obstante de que no era la primera vez que acudía a realizar el trámite de su tarjetón vehícular y su credencial de discapacitado.

Entre avergonzado y descolorido por la pena experimentada, reconoce “El Nácori” haber sido bien atendido, pero lo que le sorprendió fue que en esta ocasión, el doctor encargado de autorizar estos documentos, no obstante mostrarle su zapato ortopédico del pie izquierdo que registra un aumento de suela superior a los 4 centímetros, la evidencia no le fue suficiente por lo que luego de comprobar las grandes cicatrices provocadas en su pierna por tres cirugías, se dio luz verde para que se le entregara su credencial. ¡Verídico!

Le dijo “El Nácori” al autor de esta columna:

“Te imaginas hermano, si no hubiera traído yo calzoncillos, cuando me pidieron me bajara los pantalones. Y a mis años“.

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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