Comentario Taurino

Por: Manuel Hernández “El Funo”

Evaluar o comentar sobre corridas de toros en sí es complicado, más cuando el intento es no presencial, a la distancia y por una pantalla plana.

Siempre he creído que algo se pierde en las transmisiones por más que Murrieta quiera vindicar nuestra ausencia en la plaza y la pérdida de emoción que esto conlleva.

Hará cosa de 5 o 10 años, los toros de Xajay tenían tanto su presencia como su sangre brava muy bien definida. Musculosos, bien presentados y con un fondo bravo que surgía en el último tercio y que crecía hacía el final de la lidia. Toros cárdenos en su mayoría, bien puestos de cornamenta, con gruesas mazorcas que mostraban la edad y la fuerza de su genética.

Había que poderles, estar en el sitio y a la distancia debida; de lo contrario, era común que los de Xajay se fueran “pa’riba”, haciendo ver su suerte a su lidiador.

Lo del sábado 29 de enero del presente en la Plaza México, salvo el sexto, dista mucho de la bravura y presencia de los míticos toros de Xajay. Pitados algunos a su salida por su presencia y otros pitados a su arrastre por su juego, nos dio la impresión de que el ganadero Javier Sordo Madaleno Bringas o está intentando domar la bravura de sus encierros para hacerlos “más toreables”, o está en un proceso de refrescar la sangre de su ganadería.

Lo segundo sería muy aceptable, sí él así lo considera. Lo malo es que nos siguen haciendo creer que La México es la que quita y da, por lo que presentarse dentro de los festejos de aniversario de la plaza con un experimento aún en proceso, no debe ser.

Hablar de lo primero, de diluir la sangre brava para presentar todos más a modo, sería imperdonable.

Ante la ignorancia de saber si es una cosa, la otra o ninguna de las dos, sólo nos concretamos a externar nuestras ideas al respecto.

El sexto toro cayó en manos del JUAN PEDRO LLAGUNO, que esa tarde tomó la alternativa de manos de ANTONIO FERRERA con JUAN PABLO SANCHEZ como testigo.

LLAGUNO tomó las cosas con calma, sabedor que en él estaba salvar la tarde. Acto siguiente se dio a la tarea de hilvanar una faena con clase y hondura a un ejemplar TODO XAJAY.

El público, con ganas de ver triunfos pronto se entregó a las buenas maneras de JUAN PEDRO.

Cierto es que en momentos si mostró su novatez y la faena pudo haber sido para más. Pero cortó una oreja que nos hace presagiar grandes cosas para joven torero.

Tanto FERRERA como JUAN PABLO estuvieron por encima de los toros de su lote, sorteando algunos para en redondo con pases de aliño, siempre muy toreros.

-LOS COMENTARIOS DEL AUTOR, NO REFLEJAN LOS DE LA EMPRESA-

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