Había una vez, en un lugar muy muy lejano, un país llamado México, en donde los políticos llamaban “Mal nacidos” a quienes gracias al “Castigo de Dios” en aquellos que obraron mal se pudo llegar al puesto que tanto añoraban.

Hace algunos días el Gobernador de Puebla Luis Miguel Barbosa, declaraba que el accidente en el que murió la ex Gobernadora y su esposo, el Senador Rafael Moreno Valle, fue un acto de justicia de Dios, entonces pensé: En realidad no creo que Dios esté sumergido en el aberrante, tirano, y maléfico mundo que es la política, no me lo imagino diciendo “Deja me traigo para acá a los políticos malos para que los otros como Barbosa puedan Gobernar”. Si Dios recogiera a quienes gobiernan mal entonces no se hubiera hecho un escándalo con las pensiones presidenciales porque ellos ya estarían volando entre las nubes, (Por así decirlo) y en realidad no creo que quiera saturar las arcas angelicales con políticos como estos porque entre federales, estatales y municipales estaría dudoso cuál es el lado bueno de arriba y cuál es el lado malo de abajo.

Claro que las reacciones no se hicieron esperar y una de las que más me gratificó leer, fue la del Ex Presidente Vicente Fox, quien dijo en su cuenta de Twitter: “¿A qué te refieres, Gobernador malnacido?”. Que directo, que agresivo, que agradable.

En el momento en el que quienes nos representan aceptan faltarse el respeto es cuando aceptamos que México está perdido, ¿Cómo pueden exigir paz, razonamiento y entendimiento cuando se señala, se ofende y se violentan las memorias de los muertos?

Quiero aclarar que no pertenezco ni apoyo la ideología de ningún partido político, ni siquiera me agradan, pero es inaceptable el nivel de violencia que poco a poco se ha hecho aceptable, personas que se supone cuentan con la preparación, la capacidad y la destreza para resolver conflictos de un país hoy solo escandalizan y proponen la separación social catalogando según a su juicio quienes son malos y quienes son buenos, pero eso sí, invitan a los abrazos y no balazos, invitan al amor entre los grupos sociales y hay quienes hasta aseguran tener la capacidad de mostrar cómo ser felices a los ciudadanos.  Desde nuestro líder extraído de 18 años de lucha que hoy porta el máximo gafete y decide iniciar su historia dividiendo un país en “Chairos y Fifís”, hasta los Diputados expresándose nefastamente de sus mismas compañeras, Doctores en los que alguna vez creímos y hoy que obtuvieron un lugar tras luchar lado a lado con la sociedad vienen y llaman “Nalguitas” a las mujeres que llegan a las instituciones de salud, ¿En qué condiciones? Las desconocemos pero al fin y al cabo mujeres y merecen respeto.

Insultos, pretextos y descalificaciones, eso es lo que se ha mostrado, y entonces me pregunto, tras un camino interminable de años de lucha por llegar a donde hoy están ¿Es eso en lo que consiste su proyecto para restaurar socialmente a un país? ¿Es lo mejor que tenían preparado? ¿En eso consiste la cartilla moral de la que tanto se habló? ¿Cuál moral tienen estos políticos como Barbosa que no se torna ni siquiera caballero?

Sabemos de antemano que así es la política de sucia, de baja de inmoral, pero, ¿Qué necesidad hay de exhibirse como la persona incapaz que todos sabemos que son?

Hay una pequeña línea entre los políticos desagradables que la mayoría son y aquellos que por aferrarse a algo terminan venciendo sus propios principios para terminar convirtiéndose en lo que tanto criticaron, de qué sirvió entonces la espera por llegar al puesto grande y no solo me refiero a la Presidencia de la República sino a Gubernaturas a Presidencias Municipales a Diputaciones a Senadores cargos importantes, es momento de dejar las quejumbres, los insultos y descalificaciones y obtener resultados, porque de lo contrario terminarán perdiendo lo que construyeron y terminaran bebiendo tequila del ombligo de alguien más… Porque aunque no lo crean, suele pasar.

Creo que es entonces cuanto cito al mismo López Obrador y pienso “Eso es muy ficticio, es como para decirles: Ternuritas”.