Desarrollo Personal.
Por: Psic.Felipe Aguilera Calleros.
La incertidumbre es una sensación que suele resultar incómoda para quien la vive, provocando inquietud o malestar, esto ocurre tanto en adultos como en niños, y es tarea tanto de madres, padres y tutores el brindar tranquilidad a los más pequeños de la familia.
Mencionarlo es importante, porque nosotros como adultos solemos pensar que los menores no se dan cuenta de los problemas, o no se ven afectados por los cambios en la rutina, tanto propia, como la de quienes se encuentran a su alrededor.
Seguramente ellos han escuchado que algunas escuelas ya abrieron, pero nadie les ha dicho en casa cuándo será su turno de regresar a las aulas, o porqué ellos no han regresado; darles información adecuada y adaptada a su lenguaje acorde a la edad del menor es de mucha relevancia.
Se entiende que como madre, o padre de familia, a veces creemos que el desconocimiento es sinónimo de protección: “si mi hijo no ve noticias, y omito el tema de la pandemia – Covid, estará mejor”, pero esto es una idea totalmente equivocada, recordemos que los más pequeños tienen una innegable capacidad de adaptación.
Por una necesidad real de reducir los riesgos en cuanto a contagios todos cambiamos nuestro modo de relacionarnos con los demás, sobre todo quienes notaron esto fueron niñas y niños, cuando por recomendación del sector salud se distanciaron social, y tal vez afectivamente, al disminuir totalmente la convivencia con sus pares, en lo que se adaptaban a los nuevos canales de comunicación.
En este tiempo se pudieron haber creado temores, miedos o preocupación con respecto al tema de volver a acercarse con sus amigos y compañeros en las escuelas. Esos miedos deben ser escuchados, respetados y trabajados para no producir una ansiedad más grande.
Si de por sí estos cambios ya generan cierto malestar en los menores, también debemos vigilar el no proyectar nuestras preocupaciones en ellos, debemos prestar atención a los miedos e ideas de los niños y validar todas esas emociones que están viviendo. Así como utilizar la situación actual como una oportunidad de aprendizaje ¿Qué hemos aprendido durante este tiempo de vivir en contingencia?
Pero mi hijo se encuentra muy asustado ¿Qué hago?
Debemos buscar hacerlos entender que no tenemos el control en todos los aspectos de la vida, por lo que, hay que aceptar los retos que se nos vayan presentando y buscar la mejor forma de superarlos. Superar estos miedos ayudará a nuestros hijos a ser más valientes y será un impulso a su autonomía.
¡Nos vemos en la próxima publicación!
-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-