EL CUIDADO DE LOS ANIMALES
Por: M.V.Z Fidel Lozano Gaspar
Las cistitis son un problema muy frecuente en gatos pero también bastante común en perros, sobre todo si son mayores.
Los médicos veterinarios reciben muchas consultas al respecto -es fácil alarmarse, por ejemplo, si de pronto su perro orina con sangre- y por eso hemos querido compartir las claves de este tipo de dolencias.
Los problemas urinarios pueden afectar a las vías bajas (uretra y vejiga) o a las vías altas (riñones y uréteres). También puede haber enfermedades generales que afecten al tracto urinario como problemas endocrinos o del sistema reproductor.
¿Cómo sé si mi perro tiene un problema urinario?
En
el caso de problemas urinarios, los síntomas que podemos observar son los
siguientes:
1. Cambios de color en la orina. Puede ser normal que esté más
oscura si está muy concentrada, pero más vale consultar con el médico veterinario.
Podría ser indicativo de un sangrado (rojizo-marrón) o de un
aumento de bilirrubina (marrón-verdoso).
2. Cambios en el olor de la orina.
3. Cambios en la frecuencia con la que orina.
- a.
Orina demasiado frecuente. A veces es difícil decirlo en machos, ya que
tienden a marcar de forma constante.
- b. Orina poco frecuente. También es difícil de determinar, pero puede indicar que está ocurriendo algo grave.
4. Dificultad para orinar. Suele ir asociada a cambios de
frecuencia. El perro se pone a orinar muchas veces pero no consigue expulsar
nada o muy poco. Esta situación es urgente, ya que puede indicar que hay una
obstrucción.
5. Orina en sitios inapropiados.
6. Dolor o molestia al orinar.
7. Otros síntomas generales como apatía, fiebre, temblores…
¿Cuáles son los problemas urinarios más frecuentes en perros?
1. Infecciones.
Para saber si hay o no infección hay que hacer pruebas (un cultivo).
2. Sangrados. Pueden venir de las vías altas, bajas o del sistema
reproductor. El momento en el que se ve la sangre nos da pistas de dónde se
localiza el sangrado:
–
Al inicio: uretra o genitales
– Toda la duración: vías altas, problemas de la coagulación, vejiga con
lesiones amplias o próstata.
–
Al final: lesión localizada en vejiga, pólipos en la vejiga o cálculos
vesicales.
– Independientes del momento de orinar: próstata en perros y celo o sangrados
vaginales en hembras.
3. Cálculos.
Pueden ser de distintos materiales y estar localizados en distintos
puntos. Lo más peligroso es que queden bloqueados en la uretra, ya
que impiden que el animal orine y la orina es muy tóxica.
4. Inflamación de causa desconocida. Parece una cistitis pero
no hay infección.
5. Poliuria y polidipsia. Significa que son animales que beben demasiado y orinan demasiado. Ocurre especialmente en problemas endocrinos como la diabetes y el Cushing.
¿Qué pruebas me puede recomendar el médico veterinario?
Las
más comunes son tiras de orina y sedimentos urinarios. Son básicas
e imprescindibles para decidirse por un tratamiento u otro. Si hay infección,
se debe enviar un cultivo de una muestra extraída preferiblemente
por cisto punción (la muestra se obtiene pinchando la vejiga con la guía de una
ecografía).
La ecografía y la radiografía son complementarias y se suelen
hacer unidas. La primera es muy buena midiendo tamaños, observando si hay inflamación
o tumores y la segunda detecta muchos de los cálculos (aunque no
todos).
La urografía excretora es una prueba que se hace para valorar la función
del riñón.
Los cálculos se deben enviar analizar siempre para tratarlos según de cuál se
trate.
Otras pruebas útiles pero no tan comunes son las tomografías axiales computarizadas o las resonancias magnéticas, que permiten usar contrastes y encontrar malformaciones anatómicas o tumores, sobre todo en las zonas cubiertas por hueso donde la ecografía no puede penetrar.
¿Qué tratamientos hay contra los problemas urinarios?
Son tan variados como los problemas. Lo más común son tratamientos antibióticos y los productos para prevenir las cistitis idiopáticas (las que no tienen infección y pueden ser debidas al estrés).
Hay muchos productos destinados a prevenir o tratar los cálculos. Es muy útil para evitar la cirugía aunque no siempre es posible. Pueden ser dietas especiales, comprimidos o incluso medicina natural.
Razas propensas a problemas urinarios
Es importante prestar especial atención a las siguientes razas: Dálmata, Bulldog inglés, Terrier ruso, Schnauzer miniatura, Lasha apso, Yorkshire terrier, Cocker, Bichón y Caniche. También en animales enfermos de leishmania tratados con alopurinol, que tienen tendencia a presentar cálculos.
Es recomendable realizar ecografías periódicas para saber si tienen cálculos, ya que no va a haber sospecha si los pacientes no se obstruyen; pero si ocurre es muy grave.
En resumen, tanto la cistitis como otros problemas urinarios no siempre están causados por infecciones, por lo que a veces no es necesario dar antibióticos.
Es
fundamental hacer pruebas para conocer el problema.
Si nuestro can tiene dificultad para orinar, es siempre una urgencia, ya que
la orina se acumula y es tóxica, pudiendo llegar a dañar los riñones para
siempre.
Los cálculos no son todos iguales y hay que saber cuál es su composición, ya que muchos se pueden tratar con dietas u otros productos y otros necesitan cirugía.