EL CUIDADO DE LOS ANIMALES

Por: M.V.Z Fidel Lozano Gaspar

La displasia de cadera, también llamada displasia coxofemoral, es una enfermedad osteoarticular. Es hereditaria y no se desarrolla hasta los 5-6 meses de edad, aunque lo más habitual es notar los síntomas durante la etapa adulta.

Es una enfermedad degenerativa que puede llegar a ser tan dolorosa para el perro que en estado avanzado llega incluso a incapacitar sus extremidades traseras.

Afecta a razas caninas grandes o gigantes. Pueden favorecer el desarrollo de esta enfermedad la mala alimentación, el ejercicio físico extremo, el sobrepeso y las alteraciones hormonales. No obstante, también puede producirse por causas genéticas y aleatorias.

¿Qué es la displasia de cadera en perros?

La cadera o articulación coxofemoral es la articulación que une el fémur (hueso del muslo) con el hueso de la pelvis. La cabeza del fémur tiene forma de bola y se mueve dentro de una cavidad cóncava del hueso pélvico, llamada acetábulo.

Cuando durante el crecimiento del perro, la cadera no adopta una forma armoniosa y adecuada, ocurre que se desplaza ligera o excesivamente hacia los laterales, produciéndose una luxación e impidiendo un movimiento correcto que se agrava con el tiempo. Como resultado de esta malformación, tanto la articulación como los tejidos periarticulares se inflaman y debilitan debido al roce y, por ende, el perro sufre dolor e incluso cojera provocándole dificultad para desarrollar sus actividades rutinarias, tales como sentarse o subir escaleras.

Aunque son muchos los perros que pueden llevar en sus genes esta enfermedad, en muchos casos no llega a desarrollarse.

Razas de perros predispuestas a la displasia de cadera

La displasia de cadera puede afectar a todo tipo de perros, aunque es más común que se desarrolle en razas de tamaño grande o gigante. Es común observar displasia de cadera en el pastor alemán; pero lo cierto es que ésta no es la única raza con tendencia a padecerla. De esta forma, las razas de perros propensas a sufrir displasia de cadera son:

San Bernardo, mastín napolitano, pastor alemán, labrador, golden retriever, rottweiler, Pastor belga malinois ,Pastor belga de tervueren, Mastín del Pirineo, Mastín napolitano, Boyero de Berna, Lebrel italiano, Whippet, Husky siberiano, Border collie, Bulldog francés y Bulldog  americano.

No obstante, algunas razas de talla media y pequeña también son muy propensas a esta enfermedad. Entre estas razas se encuentran el bulldog inglés (una de las razas más propensas a desarrollar displasia coxofemoral), el pug y los spaniel. En cambio, en los galgos la enfermedad es casi inexistente.

Causas y factores de riesgo de la displasia de cadera

Los factores que influyen en la aparición de displasia de cadera en perros son:

  • Predisposición genética: aunque todavía no se han identificado los genes involucrados en la displasia, existen evidencias fuertes de que se trata de una enfermedad de carácter poligénico, es decir, que es causada por dos o más genes diferentes.
  • Crecimiento rápido y/o obesidad: una alimentación inadecuada puede favorecer el desarrollo de la enfermedad. Brindarle al cachorro mucho alimento de alto contenido calórico puede conducir a un crecimiento rápido que lo predispone a sufrir displasia de cadera. La obesidad en perros también puede favorecer el desarrollo de la enfermedad, ya sea en perros adultos como en cachorros.
  • Ejercicios inapropiados: los perros en crecimiento deben jugar y hacer ejercicio para liberar sus energías, desarrollar su coordinación y socializar. Sin embargo, los ejercicios que impactan en las articulaciones pueden causar daños, especialmente en la etapa de crecimiento. Por eso, los saltos son desaconsejables en perros que todavía no han completado su desarrollo. También sucede igual en los perros ancianos que necesitan realizar ejercicio sin resentir sus huesos. Un exceso de actividad puede suponer la aparición de esta enfermedad.

Por supuesto, la displasia de cadera también se presenta en perros mestizos.

Síntomas de displasia de cadera en perros

Los síntomas de la displasia de cadera suelen ser menos evidentes cuando la enfermedad empieza a desarrollarse y se vuelven más intensos a medida que el perro envejece y sus caderas se deterioran. Los síntomas son:

Inactividad.

Rechazo a jugar.

Rechazo a subir escaleras.

Rechazo a correr y saltar.

Cojera.

Dificultad para mover las patas posteriores.

Movimientos de “salto de conejo”.

Balanceos.

Rigidez en la cadera.

Rigidez en las patas traseras.

Dolor de cadera.

Dolor de pelvis.

Atrofia muscular.

Chasquidos audibles.

Dificultad para levantarse.

Aumento de los músculos de los hombros.

Espalda curva.

Estos síntomas pueden ser constantes o intermitentes. Además, suelen empeorar después de que el perro juegue o haga ejercicio físico. Si se detecta alguno de estos síntomas le recomendamos acudir al  médico veterinario para que le realice las pruebas pertinentes y certifique si el perro tiene realmente esta enfermedad.

Diagnóstico de displasia de cadera en perros

Si su perro presenta algunos de los síntomas descritos anteriormente, podría tener displasia de cadera y debe llevarlo al veterinario para que haga el diagnóstico correspondiente. Durante el diagnóstico, el veterinario palpará y manipulará las caderas y la pelvis y solicitará una radiografía de esa zona. Para realizar la radiografía, es posible que sea necesario anestesiar al perro, ya que la misma debe hacerse con el animal tumbado boca arriba. Además, puede pedir análisis de sangre y de orina.

Cómo curar la displasia de cadera en perros: tratamiento

Aunque la displasia de cadera no tiene cura, sí existen tratamientos que permiten aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del perro enfermo. Estos tratamientos pueden ser médicos (no quirúrgicos) o quirúrgicos. Por supuesto, en la toma de decisión también entran en juego la preferencia del médico veterinario y el coste de los tratamientos.

Medicamentos para la displasia de cadera en perros

El tratamiento médico se aconseja generalmente para perros con displasias leves y para los que por diferentes motivos no pueden ser operados. Suele requerir la administración de medicamentos antiinflamatorios, analgésicos y condroprotectores (medicamentos que protegen los cartílagos).

También puede complementarse el tratamiento con ayudas ortopédicas, fisioterapia, hidroterapia y masajes para aliviar el dolor en la articulación y fortalecer los músculos. Todos estos ejercicios para perros con displasia de cadera permiten mejorar la calidad de vida del animal.

Prevención de la displasia de cadera

Puesto que la displasia de cadera es una enfermedad causada por la interacción de los genes y el ambiente, la única forma real de prevenirla y erradicarla es evitando que los perros con displasia de cadera se reproduzcan.

Cuidados de un perro con displasia de cadera

Aunque tu perro sufra displasia de cadera puedes mejorar su calidad de vida considerablemente si le cuidas como merece. De esta forma, y siguiendo unas pautas, tu perro podrá seguir realizando sus actividades rutinarias, eso sí, con más calma que antes.

  • Una de las propuestas que funcionan mejor es la natación, tanto en la playa como en la piscina.
  • No dejes de sacar a tu perro de paseo porque sufra displasia. Reduce el tiempo de paseo pero aumenta las veces que le sacas, es muy importante que entre todos los paseos juntos sumen al menos 60 minutos de ejercicio.
  • Si tu perro sufre obesidad es fundamental que lo soluciones cuanto antes. Recuerda que el perro apoya el peso en la cadera y este problema podría agravar la displasia.  
  • Llévalo al veterinario a hacerse revisiones periódicas para comprobar que su estado de salud no empeora. Sigue los consejos que te dé el especialista.
  • Si siente mucho dolor puedes intentar aliviar los síntomas mediante masajes, abrigos térmicos o bolsas de agua caliente en invierno.
  • Como hemos visto en apartados anteriores, existen sillas de ruedas autoajustables para perros que sufren displasia, soportes de cadera y arneses de soporte. Si su perro está siguiendo un tratamiento conservador, podría beneficiarse de estas ayudas ortopédicas.

-LAS OPINIONES DEL AUTOR, NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA-

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