Hace unos días platicaba con una persona sobre algo que le sucedía muy comúnmente a la hora de comunicarse con su pareja, sobre todo cuando había algún desacuerdo, y era que se desesperaba, lo que ocasionaba que se enrojeciera, sintiera un aumento en su temperatura corporal, y terminara gritándole frente a otras personas.

Esta persona se dejaba llevar por sus emociones, sin tomar en consideración las repercusiones posibles: Dañar la relación, herir a la pareja, etc.

Recordemos que nosotros percibimos nuestro entorno a partir del estado emocional en el que nos encontremos, un día nublado puede ser el más bello, o el más terrible, dependiendo de como nos sentimos en ese día. Y de la misma manera reaccionamos, o actuamos, dependiendo de nuestra situación emocional.

Son estas emociones las que nos permiten adaptarnos a las diferentes situaciones que se presentan en nuestra vida, pero puede ocurrir como en el primer ejemplo anterior que nos vemos rebasados por nuestras propias emociones.

Hay muchas personas que se dejan llevar por el enojo de forma recurrente, si esto te ocurre puede ser aconsejable que busques ayuda para recuperar el control en esas ocasiones.

Estaríamos hablando de los famosos “Ataques de ira”, en los que se responde de manera muy agresiva de manera espontanea ante algo que nos molesta o nos incomoda, una ofensa tal vez, incluso si fue una broma de un amigo, pero esta ha logrado incomodarnos. Y lo consideramos un ataque de ira si se llega a perder el control, hay gritos, golpes, etc.

Debido a la intensidad en la violencia que se puede producir en un ataque de ira, se le considera una conducta no deseable, y cuando ocurre, se corre el riesgo de que el mismo entorno retroalimente esta conducta.

No solamente puede afectar a la relación de pareja o los lazos familiares, tambien la vida laboral corre riesgos, ya que estos ataques pueden ocurrir en el lugar donde se trabaja.

Una característica importante de quienes sufren estos ataques es que después del episodio, cuando “Los ánimos” disminuyen, se sienten arrepentidas, aunque lamentablemente el daño ya esta hecho.

¿Por qué ocurren los ataques de ira?

Las situaciones desencadenantes pueden ser muy variadas, vivir una injusticia, recibir alguna ofensa, son algunos ejemplos.

Puede ser que estamos con alguien que nos ha colmado la paciencia de alguna manera, o simplemente la convivencia no se esta dando de manera adecuada.

Claro que tambien debemos mencionar la existencia de trastornos en los que suelen ocurrir ataques de ira, en la depresión por ejemplo, trastorno de personalidad límite, etc. O debido al consumo de sustancias como por ejemplo el alcohol, u otras sustancias psicoactivas, es común los episodios de ataque de ira.

“La ira es un veneno que uno toma esperando que le haga efecto al otro”.

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