No es una novedad que el internet, ya desde hace bastantes años, es un peligro en especial para los más pequeños de casa, incluso para los adolescentes, pueden ser víctimas tanto de estafas, como abusos, extorsiones y más. Y tener consciencia de estos peligros ayudará a prevenir caer en ellos.

No es que el internet sea malo por sí mismo, esto dependerá del uso que le demos a dicha herramienta. Si eres padre, o tutor de algún menor, es conveniente que te informes sobre los peligros del internet.

Inclusive páginas que no van dirigidas hacia temáticas exclusivamente dedicadas a un público mayor de edad, contienen publicidad que ciertamente no es apta para menores. Y aparecen ventanas emergentes con contenido (+18) y por si fuera poco esta publicidad no es tan sencilla de cerrar, provocando que, si el menor intenta cerrar esa ventana, la página lo redirige inmediatamente a páginas con contenido explícito. Claro que existen algunos antivirus que limitan la aparición de estas ventanas.

Los riesgos no solamente son aquellos en los que el menor durante su navegación va encontrando por medio de sus “Clicks”, sino también existen quienes buscan a sus víctimas a través de la red. Es decir, personas que buscan a otros para aprovecharse de su ignorancia, inocencia o falta de madurez. Ya sea con fines económicos o fines aún más perturbadores.

De los riesgos más comunes está el ciber acoso, o ciberbullying, que hace referencia a cuando un menor es agresor de otro menor.

Otro riesgo bastante similar es el grooming, en donde el agresor es un adulto y la víctima un menor de edad.

De estos riesgos se desencadenan otros como por ejemplo la extorsión sexual por medio del internet, o mejor conocida como sextorsión, en donde el chantajista o extorsionador tiene en su posesión imágenes íntimas de la víctima, y es mediante amenazas de hacerlas públicas que buscan, generalmente, “Favores sexuales”.

Y otro más que se puso de moda hace un par de años es el sexting o sexteo, que en pocas palabras es el envío de imágenes o videos de contenido (+18).

Y es ahí en donde está el riesgo, en el contenido que se utiliza para afectar u obtener ventaja a costa de otros, si permitimos que un menor de edad, publique sin un control consciente sobre la cantidad de información personal que está compartiendo, estamos permitiendo que la posibilidad de que un agresor los encuentre se vea aumentada.

¿Qué puedo hacer?

  • Aprende a usar los filtros en los navegadores, o dispositivos electrónicos para hacerlos un tanto más “Seguros”. Restringiendo el contenido, y las páginas indeseadas.
  • Controla los historiales de búsqueda para que sepas en donde navega tu hijo(a). incluso algunos historiales pueden ser bloqueados con contraseña para que no sean alterados.

No lo olvides, si eres víctima de algún ciberdelito, se te recomienda efectuar la denuncia ante las autoridades correspondientes.  

¡Nos vemos la próxima semana!

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