Villagrán es uno de los 46 municipios con los que cuenta el Estado de Guanajuato, al que pertenece jurisdiccionalmente la pequeña población de Sarabia con 4947 habitantes actualmente.

Históricamente el nombre original del poblado se conoció como la Hacienda “El molino de Sarabia” con el correr de los años el lugar sólo es mencionado con el apellido Sarabia en memoria de los primeros propietarios de la hacienda, quienes dedicaban en su molino a extraer el aceite de olivo.

Maximiliano de Habsburgo, en el efímero periodo como emperador, fue invitado a conocer el imperio al cual debía dirigir, al pasar por Sarabia, cuentan los Saribeños de haber tenido el privilegio de compartir los alimentos almorzando con él, la mañana del 25 de agosto de 1864. No es de dudarse, este tipo de convivencia era muy común entre los hacendados y la élite mayor del gobierno a cambio de favores en reciprocidad.

Sarabia es la cuna donde nació Don Cesáreo un 27 de agosto de 1914, sus señores padres fueron don Ramón Maciel y doña Máxima Alfaro, las ocupaciones de don Ramón eran las labores del campo mientras que doña Máxima cumplía con los quehaceres del hogar, con ellos Don Cesáreo vivió su niñez y parte de su adolescencia hasta que un día por invitación que le hizo un amigo se ausentó del lado de sus padres, con el plan de ingresar al ejército en el Estado de Colima. No hubo que pensarlo mucho pues las ofertas de trabajo en el rancho se reducían a casi nada, las escasas familias que vivían allí, se dedicaban a la siembra de maíz y frijol al temporal, si la lluvia llegaba en tiempo era señal de buena cosecha, si por algún contratiempo había retraso o adelanto en el ciclo de lluvias, la situación se complicaba y había que ir pensando como hacer llegar el alimento a casa.

Para Don Cesáreo la fortuna estaba de su lado, al llegar a Colima literalmente entro por la puerta grande. Sin haber cumplido la mayoría de edad recibió la oportunidad para ser dado de alta como soldado raso, un mes y días después de haber cumplido los 18 años de edad, los comentarios desbordaban en elogios para el de Sarabia, que por su conducta y la honradez se hacía acreedor a tomar el empleo de Cabo de Caballería, y así lo decidió y lo consignó textualmente Miguel Lujan Cota, Capitán primero del 74 Regimiento de caballería con sede en Colima, a 6 de octubre de 1932.

Respetando el rango que ostentaba Don Cesáreo en 1934, es trasladado de Colima a la bella ciudad de Pátzcuaro Michoacán que significa (Lugar de negrura) a resguardar la mansión conocida como la quinta, donde solía acudir a descansar el general Lázaro Cárdenas del Rio, siendo ya Presidente de la República.

En este año ya referido fueron designados El Cabo de Caballería Cesáreo Maciel Alfaro y el Capitán primero Jesús Ramírez Estrada para participar en el campeonato de tiro con pistola 45 y fusil, quienes debían de tener la atención de estar presentes a más tardar el 15 de Septiembre en la ciudad de México, en el entendido que al haber sido seleccionados estos dos militares serán los únicos competidores que representaran con la dignidad a la corporación de la Secretaría de Guerra y Marina.

Por el comportamiento y destacado desempeño de sus funciones en el ejército, Don Cesáreo gozaba de especiales privilegios; como ejemplo de ello, el 26 de julio de 1936, se le concedió un permiso con el goce de salario por dos meses para atender asuntos personales en la plaza de Celaya, Guanajuato.

De su carrera como militar se puede aportar más al respecto, por el rico material con el que se cuenta, sin embargo, existen otras áreas de su vida que requieren ser atendidas, él no cesaba de sus aspiraciones, como una vez lo comentó en las entrevistas, que buscaría cómo estar más cerca de los dólares y desde luego recibirlos en pago.

Un día que el general estaba de visita en la quinta de Pátzcuaro aprovechó para exponerle su deseo de ser trasladado a una frontera. Así pues, en esa entrevista se cumplió protocolariamente con todos los requisitos se llenó la forma del registro de personal federal, la filiación de Don Cesáreo, la recomendación del presidente de la República y otros funcionarios, así como un día se alejó del Estado de Colima en esta ocasión abandonaba el Estado de Michoacán para cumplir uno de sus sueños, viajó a Baja California para tomar posesión del puesto de celador de resguardo aduanal de segunda, en la aduana de los algodones B.C. en el mes de Junio de 1937.

En esta nueva etapa con empleado Federal de Hacienda recorrió las diferentes plazas aduanales que operaban con puertos fronterizos en el Territorio de los Algodones primera plaza donde se instaló al llegar a Baja California, es enviado en el mismo cargo de Celador a Tecate en 1938, es en esta plaza que asciende a interventor de aduanas, con el nuevo nombramiento lo trasladan a Tijuana en 1945 y a Mexicali en 1948, años más tarde retorna a Tijuana donde llegó el momento de su jubilación.

La fotografía en Tecate

Para determinar si Don Cesáreo fue el primer fotógrafo del pueblo se investigó parcialmente en el Siglo XIX y los primeros 30 años del siglo XX, en los cuales no se localizó material fotográfico de que alguien en Tecate por afición o profesionalmente se halla dedicado a la actividad fotográfica, llegando a la conclusión que Don Cesáreo fue la primera persona que incursionó en el campo de la fotografía.

En este periodo familias que vivan en la Alta California se vinieron a colonizar la Frontera Viajaron con el tesoro gráfico de los familiares, así fue como llegaron las primeras fotografías a Tecate, con el sello impreso de los estudios fotográficos donde fueron procesadas en los que figuran los Ángeles, El Cajón y San Diego California.

En los pocos años que Don Cesáreo vivió en Tecate alternó el trabajo como empleado federal con el oficio de las fotografías, para realizar los trabajos fotográficos, platicó en una de las entrevistas que había que encargar o acudir por el material a Tijuana o San Diego. Su mayor dedicación en el oficio y de más demanda era la popular fotografía tamaño infantil requerida en las escuelas para credencial y la cartilla militar; también capturó en el tiempo a la familia Rebelin Ferreiro y Rivas, convirtiéndose a la vez en el fotógrafo oficial de la Familia Aldrete. Lo que se ha detectado en su material es que hay ausencia de la fotografía urbana, sin embargo existen más de mil negativos aparte de la gran cantidad que recibió el Taller de Historia en donación pendientes de procesar, en los cuales pudiera estar la respuesta de los temas históricos de la época.

Don Cesáreo Maciel Alfaro no sólo por su intachable trayectoria como militar, interventor en hacienda y fotógrafo fue distinguido, sino también como el esposo, padre, abuelo y bisabuelo, familia en la que sembró y compartió el amor como hombre íntegro, hasta el último día que Dios le permitió vivir.

Por: Emilio Sánchez Pérez
Cronista de Tecate

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas