Por Lylia Ciriam Verdugo Ruiz

A finales del mes de diciembre nos enteramos de la enfermedad que había en China, posterior a ello nos causó admiración ver la rapidez con la que levantaron un hospital para atender a las  víctimas de Covid 19, lejos pensábamos que estaba de nosotros los estragos que podía causar un microscópico visitante. Ahora estamos ante la Clausura de cursos de este 2020, mismo que culminó a marchas forzadas, ante el aprendizaje y adaptación de muchos, en una nueva forma de trabajar y los alumnos ante una nueva forma de aprender, hechos distintos se presentaron al hacer uso de las diferentes plataformas para impartir clases, algunos muy graciosos y otros bochornosos, pero ante todo aquí estamos.

Algunos papás realizaron trabajo extra, quizá debieron aprender a usar la computadora o tuvieron que comprar una, incluso tratar de comprender el lenguaje que se utiliza en cada materia en la instrucción de sus hijos. Los tutores enfrentaron la realidad de que su pequeño no es tan quieto como pensaban, o tan ordenado para el trabajo como creían. Hubo quienes se sorprendieron de manera muy grata al conocer la forma en que trabajan sus pequeños, lo disciplinados que son y su interés por participar en la clase de sus maestros.

Como muchas veces, la realidad nos sorprendió a todos. La semana pasada se dio por concluido el ciclo escolar para jardín de niños, primaria, secundaria y preparatoria, con posterioridad serán las universidades. Por primera vez, los más agradecidos de que llegara a término el año escolar, fueron los papás. No escucharemos quejas de progenitores molestos por que los alumnos deban ir vestidos de tal o cual manera, al festejo de “Fin de cursos” porque definitivamente NO habrá un cierre escolar en forma. Muchos pensamos que para esta fecha estaríamos listos con nuestras mejores galas para asistir a los eventos de clausura de nuestros familiares. Pero no es así.

Este año las escuelas están vacías, carentes de adornos alusivos al fin de cursos, las maestras y maestros no tuvieron que hacer birretes de cartoncillo, la melodía de “Las golondrinas” ausentes al igual que los pequeños. Quizá es buen momento para reflexionar, en que es cierto aquello de que “Ten cuidado con lo que deseas” ya que para muchos docentes un fin de cursos implicaba trabajo adicional, pero gracias a las circunstancias de salud que ahora vivimos, estos eventos fueron dejados de lado. Así que no debieron seleccionar las actividades a desarrollar durante el evento, designar la persona que ocuparía el lugar como maestro de ceremonia, tener rotulados y firmados los diplomas para los alumnos destacados, así como a los papás más participativos en las actividades del plantel.

Este fin de ciclo, los docentes emplearon su tiempo en el cierre de cursos virtual, y además debieron tomar un curso de las medidas sanitarias a seguir, cuando sea el regreso a clases frente a grupo. Por lo que cada profesor les informó a sus alumnos, que habían terminado las clases. Y ya no debieron decidir sobre el alumno designado para despedir a los compañeritos que egresaron de la escuela de cualquier nivel. También ya no hubo necesidad de escoger al alumno que participaría con algún número artístico, así que los que siempre quieren participar vieron con desánimo que no serían requeridos para el evento de Clausura que fue suspendido.

Quizá a muchas personas no les preocupe que se dejen de hacer este tipo de celebraciones, pero para los niños, y jóvenes es muy importante terminar un grado escolar, ya que por el nivel que termina quizá cambie de centro educativo. En estos momentos a los padres se les notifica vía correo electrónico la fecha y hora en que deberá recoger los documentos respectivos al ciclo escolar de su hijo. Con las medidas de higiene respectivas, ya que aún estamos en semáforo rojo. Sin duda un ciclo escolar con tropiezos, aprendizajes y cursos adicionales que debimos tomar todos, para poder llevar a cabo nuestras diversas actividades escolares como docente o alumno.   

No imagino lo que recordarán los niños de este ciclo escolar, quizá lo más impresionante ha sido ver a los adultos y ellos mismos, lavándose las manos con frecuencia, limpiando superficies, y las personas con las manos cubiertas con guantes y además mascarilla, algo que para ellos ahora es una realidad y para nosotros una normalidad que está lejos de desaparecer. Con todo, muchas felicidades a aquellos niños que concluyeron su instrucción de preprimario y primaria. Lo mejor está por llegar, un nuevo ciclo escolar, nuevos docentes y quizá hasta nueva escuela.

Educarnos es nuestra prioridad, en casa en forma virtual o asistiendo a la escuela, es lo único que nos permite mejorar y obtener oportunidades mayores de trabajo.       

Quiero terminar el escrito de hoy comentando que algunos alumnos de diversas preparatorias, que rentaron sus togas, birrete, y portaron un cubrebocas que lleva bordado o pintado el escudo de su plantel escolar, quizá el día de mañana esas fotografías sean, el referente para decir algo así como “Esta foto es de cuando debimos empezar a utilizar un cubrebocas, todos los días”.

“La educación no es la respuesta a la pregunta, la educación es el medio para encontrar la respuesta a todas las preguntas”.

William Allin.

“Cuando uno enseña, dos aprenden”.

Robert A. Heinlein.

*LAS OPINIONES DEL AUTOR NO REFLEJAN LAS DE LA EMPRESA*

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