Palabras que juntas son una bomba: UABC-Adeudo-Final de sexenio. Y esa bomba explotó el jueves 10 de diciembre, encendida por quien menos se esperaba, el mismísimo rector de la Universidad. Sabiendo que se acerca el final del sexenio, la deuda que supera los mil millones de pesos que tiene el Gobierno del Estado con la casa de estudios, se convierte en incobrable al menos durante los siguientes días. El rector sabe bien que es muy difícil que el gobernador Kiko Vega le cumpla y cubra la cantidad pendiente. Esta convocatoria a la comunidad universitaria fue su último esfuerzo para cobrarla.

Aún con la manifestación, no creo que se la vayan a pagar. Y no lo creo porque no creo que el gobernador tenga el dinero en las cuentas del gobierno como para firmar un cheque y resolver el asunto. Me parece que el dinero no está ahí. Punto.

La pregunta entonces es ¿por qué no está? En el mejor de los casos no está por que hubo una mala administración de los recursos públicos, cosa que se advirtió desde el inicio de la gestión, de tal forma que la planeación del gasto dejó fuera de sus prioridades a las aportaciones del ejecutivo a la universidad. Es decir, que el dinero se gastó en otros rubros digamos legítimos.

También puede ser que el dinero nunca estuvo en las arcas del gobierno. Puede no haber estado por que no se tuvo la recaudación suficiente, ya sea por ajustes de las participaciones federales o por bajas en la recaudación de impuestos y de ingresos del gobierno.

Sin embargo, en la conciencia colectiva, se encuentra la sospechosa idea de que ese dinero sí estuvo en las arcas, y terminó en las cuentas personales de muchos funcionarios públicos. Nadie ha presentado alguna prueba en este sentido, pero ya hay voces pidiendo al gobierno entrante que se investigue el tema, que se hagan públicos sus resultados, y que se juzgue a quien deba juzgarse.

En cualquiera de los tres casos, se debió haber sentado a la mesa al rector para avisarle que no tendría el dinero convenido, que ajustara su gasto y que ajustara también su presupuesto de ingresos, al menos en lo que respecta a los provenientes del Gobierno Estatal. Tampoco esto se hizo.

Una de las características del gobierno que termina es la indolencia con la que se abordaron los asuntos. Indolencia en la seguridad pública, en la migración, en la educación, en el manejo del presupuesto, en el cumplimiento de acuerdos, etc. Este es un caso más. En esta ocasión las familias de Baja California nos vemos afectados por esa indolencia en algo que es de lo más sagrado, la educación de nuestros hijos. Siendo una universidad tan prestigiada como lo es a nivel nacional, la UABC enfrentará en los siguientes meses una merma en su calidad educativa, en su capacidad para recibir alumnos, en los salarios de docentes e investigadores y hasta en el desarrollo de sus instalaciones.

Sí, el gobierno de Bonilla debe investigar, pero también debió haberlo hecho el actual, la contraloría, la auditoría superior del Estado, la procuraduría, etc., todas esas instancias que con su omisión promueven la impunidad, porque este también, una vez más, es un caso de impunidad que incide en el desarrollo del estado.

Paco García Burgos
Consultor y analista político
paco@pacogarciaburgos.mx

0 Comments

Leave a Comment

Síguenos

GOOGLE PLUS

PINTEREST

FLICKR

INSTAGRAM

Síguenos

Etiquetas